¡Un saludo y bienvenidos a La Bandera de la Libertad!
Vaya cosas, ¿no? Resulta que ya estamos a puntito de terminar el año. Como quien no quiere la cosa, mañana despedimos el año. Y, como siempre en estas fechas, igual que el otro día tocaba hablar de lo que nos había traído Papá Noel... el día 30 toca... ¡nuestros TOPS DE LECTURAS del año!
Como ya es tradición en este nuestro blog, al llegar este penúltimo día del año echamos la vista atrás a los pasados 12 meses, con el objetivo de recordar todos los mangas que hemos ido leyendo durante este tiempo (porque si metiéramos más cómic aparte de manga ya sería un sindiós, y este es nuestro campo de especialidad, al fin y al cabo) y escoger los que más nos han gustado. Como siempre, para esta lista tenemos en cuenta cualquier obra que hayamos terminado de leer en este 2024 (la empezáramos cuando la empezáramos). Es decir, no incluimos series aún en publicación o que no hayamos podido leer completas aún, salvo casos excepcionales, como mangas puramente episódicos (sin argumento lineal) o en hiatus permanente (que se puede considerar que nunca continuará). Menciones de honor aparte, claro.
Por otra parte, como siempre decimos, estos tops intentan reflejar las lecturas que más hemos disfrutado, independiente de valoraciones "objetivas" sobre las mismas. No obstante, sí que intentamos que nos queden unas listas lo más variadas posible, tratando de no repetirnos más de lo imprescindible (en cuanto a títulos y/o autores entre ambos tops, aunque a veces, inevitablemente, vamos a coincidir). Así, creemos, estos tops pueden ser también una forma de recomendación relativamente amplia de obras de todo tipo para quien tenga a bien leer nuestras opiniones.
Eso sí, antes de entrar de lleno en el asunto, vamos a dejar por aquí los enlaces a los tops de años anteriores, que siempre son interesantes de recordar: 2015, 2016, 2017, 2018, 2019, 2020, 2021, 2022 y 2023. Y ahora sí que sí... ¡Empecemos!
Menciones de Honor
Cualquiera que haya hecho un top alguna vez (o sea, cualquiera) sabe que una de las cosas que más te carcomen cuando lo haces es... dejar candidatos fuera. Porque sí, porque un top tiene que tener algún tipo de limitación o no sería un top. Pero hay una manera de puentear esa norma autoimpuesta: las menciones de honor. Así que vamos primero con unos títulos que hemos leído este 2024 que se han quedado fuera de la clasificación, por un motivo u otro.
* ADRI: CLAMP / Yona, Princesa del Amanecer, de Mizuho Kusanagi / Spy x Family, de Tatsuya Endo. Pues empiezo con mis menciones honoríficas, que se componen de dos series abiertas (que, como decíamos, no entran en consideración para el top) que he empezado este año y una mención general a unas autoras. Y es que, en los últimos meses, he estado haciendo una lectura intensiva de casi toda la producción artística de CLAMP, y aunque una de sus obras en concreto la veréis luego en el top, no quiero dejarme fuera las demás, aunque sea de manera simbólica, porque han significado una parte muy importante de mis lecturas de 2024.
Y por otro lado tengo Spy x Family, una de mis obras de confort de este año que me ha hecho reír y divertirme a lo grande con cada tomo; y Yona, Princesa del Amanecer, cuya lectura comencé recientemente y estoy disfrutando mucho. Son series que, cuando lleguen a su final en Japón (sea cuando sea), acabarán bien posicionadas en el top anual que les corresponda. Pero, hasta entonces, quería darles un reconocimiento.
* ALEJANDRO: Angel Sanctuary, de Kaori Yuki / N.Y. Komachi, de Waki Yamato / Love, de Kazuo Kamimura y Sadao Nakajima. Por mi lado, mis menciones especiales son para tres obras que simplemente se han quedado a las puertas de entrar en el ranking. Empezando por la que más se ha debatido un puesto, Angel Sanctuary, el clásico noventero de ángeles y demonios y mitología cirstiana de Kaori Yuki. Con un arte espectacular y una historia muy interesante, el principal motivo por el que queda fuera es que no me parece del todo redonda... porque creo que se alarga un poco más de la cuenta y acaba enredándose demasiado. Unos cuantos tomos menos le habrían sentado de fábula. Pero es, igualmente, una gran obra.
Por otro lado, un shojo clásico de los que tantísimo me gustan como es N.Y. Komachi. Hace un par de años, Haikara-san ga Tooru, la obra más icónica de Waki Yamato, se coló en mi podio de lecturas. Esta otra creación de la autora no me ha gustado tantísimo como aquella, pero es igualmente una estupenda lectura y es una pena que la edición italiana sea ya difícil de conseguir (yo la conseguí de segunda mano), porque hay que reivindicar más a esta gran autora.
Y de grandes clásicos hablamos también con Love, una obra hasta hace poco olvidada de uno de mis autores favoritos de la vida, Kazuo Kamimura (en colaboración con Sadao Nakajima), que fue recopilada en tomo por primera vez en el mundo gracias al editor italiano Paolo La Marca, y así la hemos podido leer. Casi todos los años se me cuela Kamimura en el top, y este año no lo ha hecho por muy poco. Esta es una de sus obras más dinámicas, con una narrativa cinematográfica extraordinaria. La pena es que, precisamente por eso, habría necesitado una mayor extensión para alcanzar toda la profundidad de otras de sus creaciones, ya que tiene una narrativa muy visual y muy descomprimida.
10º Puesto
* ADRI: Utena, la chica revolucionaria, de Be-Papas y Chiho Saito. Entramos ya en el top propiamente dicho, y mi puesto número 10 se lo lleva este clasicazo noventero del shojo. La verdad es que el anime ya lo había visto y tenía pendiente hacerme con el manga. Y, aunque es cierto que las comparaciones pueden ser odiosas, con una obra como esta es imposible no hacerlo, ya que el anime es muy mítico y esto fue un proyecto multimedia desde su concepción.
Quizás el mayor problema de este manga es que no es tan atrevido ni tan directo a la hora de tratar sus temas como el anime, y eso ha hecho que se quede un poco abajo en la clasificación del año. Pero, a pesar de todo, es una obra con una estética increíble que marcó una generación entera, y sin duda, una de las obras más representativas de una autora tan importante en los años 90 como Chiho Saito.
* ALEJANDRO: Petshop of Horrors, de Matsuri Akino. Por lo que a mí respecta, voy un poco en consonancia con mi compañero y le doy mi puesto bajo del top a otro clásico noventero, josei en este caso. Un manga de terror y misterio que llevaba muchos años queriendo leer, y que este año hemos podido obtener... no sé si por suerte o por desgracia, de manos de MangaLine. Porque la edición, incluso con la corrección del tomo 1 por medio... es mejorable. Y quizá sea eso lo que ha hecho que quede un poco más abajo en el ranking, pero aun así he podido disfrutarlo.
Es una serie muy interesante, que comienza como una sucesión de capítulos autoconclusivos al estilo Gremlins: alguien compra una mascota sobrenatural en la tienda del Conde D, se salta las normas de cuidado y pasan cosas malas por su irresponsabilidad. Pero, conforme avanza, el propio Conde va ganando protagonismo, así como el policía que le va detrás para investigar su tienda, de forma que no se vuelve repetitiva en su estructura. El arte de la autora es tremendamente noventero en el mejor sentido, una estética muy especial que da páginas realmente hermosas (que ojalá estuvieran mejor reproducidas en la edición española...). Una lectura intrigante, variada y que nunca aburre.
9º Puesto
* ADRI: La Saga de Caín, de Kaori Yuki. Continúo con más shojo noventero, con esta obra tan mítica de Kaori Yuki que publicó en su día la extinta Glénat en España (quién sabe si se reeditará alguna vez). Realmente esta Saga de Caín se compone de 5 títulos: los tomos únicos La Julieta Olvidada, La Eclosión del Joven y Kafka; los dos tomos de La Marca del Cordero Rojo; y, finalmente, el plato fuerte, la serie principal de 8 tomos God Child.
Es cierto que las primeras partes, que son bastante necesarias para comprender el conjunto, son algo irregulares. Pero una vez llegas a God Child, el cambio es abismal. La historia se vuelve más profunda, la narrativa mejora, los personajes se asientan... Es una historia de misterio con toques sobrenaturales y una pedazo de estética noventera muy típica de esta autora. La verdad es que me quedo con ganas de leer algo más de ella (Angel Sanctuary va a estar difícil con lo que está pasando en ECC, pero al menos Distrito sacará un tomo inédito suyo el año que viene, es buena señal).
* ALEJANDRO: 3am Zona Peligrosa, de Nemu Yoko. Mi siguiente puesto es para una obra de una de las autoras más importantes del panorama del josei contemporáneo, que por fin este año ha aterrizado (por partida doble) en España. Tenía muchas ganas de leer a Nemu Yoko, y a la vista está que la primera experiencia no me ha decepcionado.
Esta es una serie muy curiosa, que habla del mundo laboral en Japón, pero centrado en una de esas típicas microempresas de apenas 6 o 7 empleados hacinados en una pequeña oficina cochambrosa en el centro de Tokio, dedicadas a tareas ultra concretas. Basándose en sus propias experiencias antes de debutar como mangaka, la autora nos habla del día a día de una nueva empleada en esta empresa que diseña el marketing para locales de pachinko de la zona (exclusivamente eso). La obra sirve, pues, para mostrar la infernal cultura del trabajo de Japón, de la que siempre oímos hablar o vemos algo en otras ficciones, pero que aquí cobra protagonismo absoluto. Pero, a pesar de que habla sin pelos en la lengua de este terror, el manga tampoco busca más que justamente eso: retratar una realidad, con bastante sentido del humor y unos personajes muy entrañables con los que te encariñas fácilmente (especialmente cuando la obra vira hacia los vaivenes amorosos y personales de la protagonista). Lo redondea el arte de Nemu Yoko, sencillo pero con mucha personalidad, muy elegante. Ganas de que nos llegue más de esta mujer a España.
8º Puesto
* ADRI: Confuso primer amor, de Wataru Hinekure y Aruko. Mi siguiente puesto lo ocupa una de las series que más adicto me han tenido durante su lectura este año. De sobra conocida por todos, esta aparentemente sencilla comedia romántica esconde en realidad uno de los mejores mangas románticos BL que he leído en muchísimo tiempo.
Una historia llena de enredos y malentendidos (con un malentendido comienza todo, de hecho), pero también con muchos momentos muy bonitos, una historia de autodescubrimiento, unos personajes maravillosos (tanto los protagonistas como la pareja hetero secundaria)… De verdad que no podía parar de leer, los 9 tomos me duraron menos que un suspiro. Esta obra tiene algo que hace que siempre te deje con ganas de más, incluso después de llegar al (más que satisfactorio) final.
* ALEJANDRO: Liddell, de Yoshimi Uchida. En mi octavo puesto tengo una obra bastante particular, de una autora aún más particular. Yoshimi Uchida fue una autora con una carrera breve pero intensa durante los años 80, en los que publicó un puñado de obras que marcaron el shojosei de la época... y luego, simplemente, desapareció y no permitió que se volvieran a reimprimir sus trabajos. Hasta que recientemente han empezado a publicarse en otros países, como es el caso de la edición italiana que he leído.
Liddell (o Hoshi no Tokei no Liddell) es su obra más importante y más larga, de tres tomos... en la que habla de muchas cosas y nunca tienes muy claro qué quiere contar exactamente. Es una serie profundamente filosófica, con varias sucesiones de abundantes páginas dedicadas a personajes discutiendo principios metafísicos o filosóficos, y una trama sobre unos misteriosos sueños como motor de la serie. Es una obra difícil de clasificar, pero al mismo tiempo muy hipnótica. Y, si algo es indiscutible, es que el arte de Uchida, de influencia prerrafaelita, es un auténtico espectáculo para la vista. No puedes apartar la mirada de sus increíbles páginas.
7º Puesto
* ADRI: The Promised Neverland, de Kaiu Shirai y Posuka Demizu. Cambiamos un poco la tónica de mi top con este séptimo lugar. Aunque debo decir que me parece increíble que en una revista como la Shonen Jump se llegara a publicara una obra de estas características, con una protagonista femenina, con la acción como elemento bastante secundario y más centrado en el misterio, la investigación, los descubrimientos y la supervivencia.
Cuando terminas el primer arco no te haces una idea de lo grande y complejo que puede llegra a ser el mundo en el que se ambienta esta obra, y sinceramente me parece que tiene algunos de los mejores personajes que he visto en un manga de este estilo (shonen mainstream, digamos). Todo eso aderezado con el arte de Posuka Demizu, que es auténtica gloria... Vamos, que me ha encantado y se ha ganado estar aquí.
* ALEJANDRO: Watashi wa Shingo, de Kazuo Umezu. Este puesto se lo dedico a una de las series más famosas del gran maestro del terror Kazuo Umezu, que tristemente nos dejó hace unos apenas un par de meses a los 88 años. Tenemos unas cuantas obras suyas publicadas en España, pero parece difícil que nos llegue Yo soy Shingo por su extensión (7 tomos en la edición italiana que he leído). Por suerte, está disponible en otros idiomas.
Este manga se aleja un poco de la tónica más puramente de terror que caracteriza sus obras más importantes, como Aula a la Deriva, Orochi o Bautismo. Y, aunque personalmente no me ha gustado tanto como aquellas, creo que hay reconocerle que es una de sus series más locas, imaginativas y de narrativa más fluida. Es un thriller sobre la progresiva toma de conciencia de una IA a la que unos niños llaman Shingo, pero resulta absolutamente imposible predecir por dónde va a salir en cada nueva página. Es un delirio maravilloso de uno de los mayores maestros que ha dado la historia del manga. Un manga que no puedes dejar de leer hasta que llegas, sin darte cuenta, al final.
6º Puesto
* ADRI: Cat Street, de Yoko Kamio. Termina la primera mitad del top con esta serie corta de la famosa Yoko Kamio, que Planeta ha reeditado en 4 bonitos tomos dobles recientemente. No he leído nada más de la autora por el momento, pero la tenía en el punto de mira y esta serie, en su relativa brevedad, me ha dejado bien claro de lo que es capaz.
Un shojo que trata temas muy adultos, con una historia romántica de fondo bastante atípica (que no es, para nada, el centro de la narración) y, sobre todo, un gran hincapié en la amistad y el desarrollo de sus personajes. Porque esa es la clave de la obra: el crecimiento personal de los protagonistas. Y es que realmente están muy bien construidos y sus traumas y trasfondos muy bien llevados. Desearía que durase un poco más para profundizar más en algunos aspectos, pero para ver cómo se desenvuelve Kamio en una serie mucho más larga siempre tengo la opción de lanzarme con No me lo digas con flores (cosa que me gustaría hacer).
* ALEJANDRO: Yokohama Kaidashi Kikou, de Hitoshi Ashinano. En mi sexto lugar coloco un mítico y queridísimo manga iyashikei de ciencia ficción que, hasta hace pocos años, parecía imposible ver fuera de Japón... pero de repente ha salido en francés, italiano e inglés... y no parece muy loco que pueda llegar también aquí. En todo caso, ya le he podido echar el guante y lo he disfrutado mucho.
Es, sin duda, uno de los grandes títulos que ha dado el costumbrismo iyashikei, es decir, las series reposadas, tranquilas y sin trama lineal que simplemente cuentan el día a día de sus protagonistas, con humor y sin grandes conflictos, y que sanan el alma del lector en el proceso. El curioso mundo futurista pero rural, su inocente protagonista robot que regenta una cafetería que casi no tiene clientes, sus vecinos de los alrededores... todo es apacible y encantador en esta obra. Además, el arte de Hitoshi Ashinano tiene una estética ligeramente ochentera pero modernizada, con un trazo sencillo pero con más detalles de los que parece a simple vista, creando un equilibrio perfecto para transmitir la paz contemplativa que caracteriza a este manga tan maravilloso.
5º Puesto
* ADRI: Cardcaptor Sakura, de CLAMP. Y así es como llegamos a la mitad del top... Y, bueno, con el año que he tenido leyendo CLAMP intensivamente, como he adelantado antes, no podía faltar su obra mas icónica en esta lista. No soy objetivo con esta obra, ni lo pretendo: he crecido con Sakura (el anime, uno de los que más marcaron mi infancia) y poder leer por fin su manga original ha sido algo catártico para mí.
Digamos que bastante es que no la haya elevado hasta el primer lugar del top y me haya quedado tan ancho, porque había pensado hacerlo, pero he querido ser justo con las cuatro que quedan un por venir, que me parecen más redondas como obras. Aun así, si es por sentimientos, Sakura es la medalla de oro de este año. Y tampoco hay mucho más que decir, porque todo el mundo conoce de sobra este icónico mahou shoujo.
* ALEJANDRO: Silverday: Cuento de hadas del Viernes de Plata, de Mutsumi Hagiiwa. Pues para el ecuador de mi top de 2024 tengo otro shojo clásico, porque no miento cuando digo que es una de las cosas que más me gustan en esta vida. Este pequeño tesoro que nos descubrió Ooso Editorial el año pasado y que han sacado en tres preciosos tomos dobles de tapa dura. Y hablo de "descubrir" porque, al fin y al cabo, este manga de mediados de los 80 no es especialmente conocido, y probablemente nunca lo habríamos podido leer de no ser por Ooso, que tuvieron un gran ojo al elegirlo como su primer shojo.
Como ya dice el título, esto es básicamente un cuento de hadas de estilo muy clásico. Protagonizado por una duendecilla llamada Poe, que abandona su casa en el bosque para descubrir el mundo de los humanos y vivir aventuras con ellos (y con su pajarito Rilfee, que la acompaña a regañadientes). Una historia muy bonita, pero que tampoco está exenta de sus dramones ni de la intensidad emocional típica del shojo de esta época que tantísimo me gusta. Estupenda para todas las edades, e imprescindible si, como a mí, te gustan estas obras.
4º Puesto
* ADRI: Fruits Basket, de Natsuki Takaya. La última parada antes del podio es Fruits Basket, que ha sido también una lectura muy especial. Descubrir una historia así en lo que, en mi ignorancia inicial, creía que sería una comedia romántica adolescente más o menos al uso... no estaba en mi bingo del año.
Puede que, sobre todo en la primera mitad de la obra, el arte de la autora fuera un poco irregular (no solo por la tendencia estética de principios de los 2000, que es normal), pero eso no impide que transmita muchísimo. Y es que Fruits Basket no es solo una historia, son muchas, muchísimas historias. Cada personaje de esta obra es todo un mundo complejo, lleno de aristas, traumas y matices que se van desenvolviendo poco a poco. Me tuvo totalmente absorto durante el mes aproximadamente que tardé en terminarla y aún sigo pensando en ella hoy.
* ALEJANDRO: Kiri no naka no shoujo, de Eiko Hanamura. A las puertas de mi Top 3 se queda... sí, ¡otro shojo clásico! Pero este es más que eso, es un shojo clasiquísimo. Y es que, gracias a la maravillosa línea Héritages de la editorial francesa Akata, he podido disfrutar de la obra más importante de una de las mayores pioneras del shojo, Eiko Hanamura. Una serie de enorme éxito publicada a mediados de los 60 y que revolucionó el manga para chicas, cuyo título podría traducirse como La chica en la niebla (en Francia han sido más poéticos y han optado por "Lo que la niebla se llevó", Autant en emporte la brume).
Y no es difícil entender el éxito, porque es un culebrón de primerísimo nivel. A pesar de no ser una obra muy extensa (unas 400 páginas), suceden tantísimas cosas todo el tiempo, la historia da tantas vueltas y se retuerce tanto y los personajes son tan complejos... que uno no puede apartar la mirada página tras página. Es una lectura muy intensa, pero a pesar de su densidad argumental, resulta increíblemente fluida de leer gracias a su brillante narrativa. Además, esa estética tan sesentera es una delicia, y rara vez tenemos la suerte de poder disfrutar de shojos tan vintage.
3er Puesto
* ADRI: La Balada del Viento y los Árboles, de Keiko Takemiya. Ahora ya sí... Pasamos a la Medalla de Bronce... que este año ha tenido que ser sin falta para La balada del viento y los árboles, que no por nada es uno de los grandes pilares del shojo y del BL moderno. Y ahora que por fin he podido leerla completa, tenía que estar entre lo más alto.
Uno no se hace una verdadera idea de lo revolucionario que es este gran clásico del manga hasta que se zambulle de lleno en él. Te das cuenta de lo mucho que se atrevió a hacer Keiko Takemiya con el personaje de Gilbert, probablemente uno de los mejores y más atribulados personajes que he leído nunca en un cómic (aunque la vida de Serge tampoco es ningún camino de rosas). Cuando terminas el último tomo... solo te queda llorar. Pero feliz por haber leído semejante obra maestra.
* ALEJANDRO: Hermanas en guerra, de Battan. En mi caso, mi podio de este año empieza con una incorporación muy reciente (el último tomo se publicó a principios de mes), pero que ya me imaginaba que escalaría bien alto. Porque es que me encanta Battan, es una de las autoras contemporáneas que más me hipnotizan y de la que espero que nos sigan llegando obras.
En esta breve serie de 5 tomos (no muy gordos, además), nos presenta la historia de dos hermanas distanciadas que se reencuentran ante el fallecimiento de su madre... y acaban mudándose juntas a la casa familiar porque ninguna de las dos quiere renunciar a ella. Pero el mayor problema es que Ran, la menor, está casada con Ritsu, ex-novio de Jun por el que nunca ha dejado de sentir algo. Y así es como Battan plantea el conflicto entre las dos hermanas y el triángulo amoroso con el mismo hombre. Pero lo más asombroso de todo es la extraordinaria capacidad que demuestra la autora para crear unos personajes perfectamente tridimensionales, llenos de aristas y contradicciones, con apenas unas pinceladas sutiles sobre sus vidas y traumas. Ninguno de los tres protagonistas es mala persona, pero tampoco actúan del todo bien. Todos arrastran complejos bagajes vitales que deben gestionar y superar durante esta turbulenta convivencia. Además, Battan es una diosa dibujando y me encandila con cada trazo.
2º Puesto
* ADRI: Mars, de Fuyumi Souryo. Vamos ya con el penúltimo título, mi Medalla de Plata, que este año va, en consonancia con el Bronce, para una obra coprotagonizada por un claro heredero de Gilbert de La balada del viento y los árboles, aunque en este caso es hetero y conduce una moto (nadie es perfecto).
Mars es una de las mejores obras que tiene Arechi en catálogo, y trágicamente, parece que es de las que menos venden. La verdad es que pocas veces he visto el trauma reflejado de forma tan realista en un manga. Toda la relación entre los protagonistas te deja siempre al borde del corazón roto, y aun Fuyumi Souryo consigue arreglárselas para no romantizar nunca esa toxicidad, sino que hace que los personajes luchar por salir de ella y mejorar como personas y como pareja. De lo mejor que he leído jamás, diría.
* ALEJANDRO: Rastros de sangre, de Shuzo Oshimi. Y mi podio continúa con otra obra contemporánea, también recientemente finalizada tras varios años siguiéndola (aunque era un dolor leerla al día y los últimos tomos los he acabado del tirón). Shuzo Oshimi es uno de los autores más fascinantes y perturbadores de la actualidad. Y creo que puedo afirmar sin miedo que Rastros de Sangre es, hasta la fecha, su gran obra maestra.
Es una historia profundamente turbia y enfermiza sobre una madre sobreprotectora y un adolescente cuya personalidad e individualidad están totalmente anuladas por ella. Un thriller psicológico frenético, como es habitual en el autor, con una narrativa rápida y fluida que hace que los tomos de más de 200 páginas no duren más de 5 minutos. Una espiral enfermiza de la que no puedes salir hasta que acabas, sin bajar el nivel en ningún momento a pesar de su extensión de 17 volúmenes. Y al final... un final más dolorosamente dramático de lo que uno esperaría, pero que es precisamente lo que pone la guinda a la serie. Es una grandísima obra, pero también te deja un poco mosca por la estabilidad del autor, que deja entrever en los comentarios de los últimos tomos que hay algo de autobiográfico en ella. Sea como sea, es imprescindible. Pero señor Oshimi, por favor, cuídese.
1er Puesto
* ADRI: Nana, de Ai Yazawa. Y bueno... el Top 3 se me ha quedado bastante uniforme este año, ya que son todo shojos más o menos añejos sobre traumas, pero... no podía ser de otra forma. Nana, como casi todos sabréis, no es una obra terminada, pero como decíamos en la introducción, es una de esas series que están un hiatus indefinido y, después de tantos años y a la luz de la evidentemente mala salud de la autora, tenemos todos asumido que nunca tendrá un final como tal. Así que la tomo como una serie con final abierto.
Pasando a la obra en sí, me ha destrozado, desde dentro, hasta dejarme totalmente roto. Sigo escuchando la banda sonora del anime y recordando momentos concretos, sigo recordando ese último capítulo, frases concretas y escenas que me hacen llorar solo con pensar en ellas. Creo que es muy típico poner Nana en el primer puesto de un top, debido a lo popular que es, pero teniéndola reciente, tengo que decir que esa popularidad está más que justificada. No podría haberla puesto mas abajo, porque no merece otra cosa. No la leáis si queréis conservar vuestra salud mental, pero es una obra maestra.
* ALEJANDRO: Mars, de Fuyumi Souryo. Y en mi primer puesto del podio de este año me toca repetir una obra que se ha quedado con la Plata de mi compañero. Porque, para mí, Mars ha sido claramente mi mejor lectura de 2024. Es efectivamente una tragedia que a Arechi le haya vendido regular, porque creo que debería leerla todo el mundo.
Es muy difícil explicar por qué es tan buena, porque es algo que... simplemente lo percibes cuando la lees. A simple vista, el argumento puede parecer algo no muy diferente a otros shojos noventeros del tipo "chica buena conoce chico rebelde", pero la clave está en cómo trata ese tópico. Sus personajes son mucho más profundos de lo que parece, esconden traumas y trasfondos jodidos que les han marcado en su forma de ser y de relacionarse con los demás, y deben aprender a superarlos para poder avanzar. Sin darte cuenta, a las pocas páginas ya estás totalmente inmerso en la narración de Fuyumi Souryo, que, pese a la dureza temática, muestra mucha delicadeza y buen gusto a la hora de tratar cuestiones escabrosas y complicadas. Es una maravilla.
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¡Y se acabó por este año! Hasta aquí ha llegado finalmente el repaso a nuestras lecturas más destacadas de 2024. Como todos los años, esperamos que os hayan gustado nuestros tops, y a ser posible, que os sirvan para conocer o animaros a leer alguna de las obras aquí reflejadas si aún no lo habéis hecho, porque todas valen mucho la pena, os lo aseguramos (claro, si no, no las habríamos elegido).
Os animamos también a comentar no solo los nuestros, sino a compartir con nosotros vuestros propios tops o listas con las lecturas que más hayáis disfrutado durante este año.
Y ya estaría. Con esto se acaba la programación para este 2024 (al menos en principio, no querríamos tener que dedicarle ningún obituario de emergencia a nadie en Nochevieja). Así que nosotros nos despedimos, no sin antes desearos un feliz fin de año y una buena entrada en 2025. Y en unos días iniciaremos nuestro año bloguero con algún otro post típico de estas fechas.
¡Hasta la próxima!
Mars y 3AM zona peligrosa son títulos que me llamaron la atención, veré si puedo hallarlos aquí en Argentina, siempre hay comiquerías que traen de todo todo. Muchas gracias por seguir al pie del cañón y feliz 2025
ResponderEliminar¡Gracias e igualmente! Si puedes leerlos, no te decepcionarán
EliminarMars y Nana son verdaderamente exelentes y dejan un impacto, me alegra verlos en el top! Me llevo mangas para leer de esta lista ya que siempre confio en su criterio!!
ResponderEliminar¡Gracias por la confianza! Hay varias obras en los tops que están bastante en la línea de Nana y Mars, así que seguro que te gustan
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