¡Un saludo y bienvenidos a La Bandera de la Libertad!
Vaya, vaya, vaya... 30 de diciembre ya y casi ni nos hemos dado cuenta. Solo queda un día para que acabe este nefasto 2020, ¿y qué significa eso? Pues claro, como todos los años, toca seguir con los posts propios de estas fechas. Tras haber comentado nuestros regalos de Navidad la semana pasada, ahora es el turno de... ¡nuestros tops de lecturas de manga del año!
Como aclaración rutinaria, en nuestros tops anuales echamos la vista atrás, a todos los mangas que hemos leído durante los últimos 365 días. Concretamente, tenemos en cuenta las obras que hemos terminado durante el año, independientemente de cuándo lo empezáramos a leer. Y, claro, eso implica que solo incluimos en el top mangas finalizados: nada de series al día o similares, salvo tal vez en una mención de honor.
Además, obviamente buscamos reflejar las lecturas que más hemos disfrutado, lo que más nos ha gustado de entre todo lo que hemos leído, no tanto que una obra sea "objetivamente mejor" o "peor". Aunque sí que intentamos hacer unos tops lo más variados posible, tratando de no repetir autores en exceso (y a pesar de ello, sí solemos tener autores en común en nuestros respectivos tops, ya que nuestros gustos son muy similares), para que también sirva de recomendación lo más amplia posible para quienes nos leéis.
Antes de pasar al turrón, os dejamos por aquí los tops de años anteriores, que siempre son interesantes: 2015, 2016, 2017, 2018 y 2019. Y ahora sí... ¡Vamos a empezar!
Menciones de Honor
Como cada año, vamos a empezar, antes de entrar al ranking en sí, con unas menciones especiales a algunas obras que no han llegado a pasar el corte del TOP 10. Porque, claro, siempre es muy difícil elegir solo 10, y la excusa de las menciones de honor sirve para reconocer algún manga más, ¡lo cual significa más recomendaciones!
* SDRI: El Club del Divorcio, de Kazuo Kamimura / Alien 9, de Hitoshi Tomizawa / Uchuu Senkan Yamato, de Leiji Matsumoto. Como primera mención especial quiero destacar
El Club del Divorcio, que podría perfectamente estar en el top en cualquier otro año, pero si no la he metido ha sido por procurar no repetir autores, ya que hay otra obra de Kamimura en la lista. Pero es una auténtica obra maestra, un drama romántico y melancólico sobre la vida nocturna tokiota y el rol de la mujer en la sociedad, narrado con la gran sensibilidad de Kazuo Kamimura.
Otra que casi llega al top pero no lo hizo fue Space Battleship Yamato (o Uchuu Senkan Yamato), pero siendo probablemente la obra más flojita que he leído de Leiji Matsumoto, he preferido dejar hueco para otros mangas que también he leído este año y he disfrutado más. Aun así se llevaría un notable por su estilo de ciencia ficción clásica, sus escenas de combate espacial y sus personajes. Todas las cosas que tanto caracteriza a nuestro adorado mangaka.
Y por último, Alien 9, un breve manga que me sorprendió gratamente por los temas que trata. Desde fuera podría pensar que es una simple comedia de acción con colegialas y alienígenas, pero para nada. Se trata de una obra sobre la depresión, la soledad y la humanidad que a ratos casi se acerca al tono de obras como Evangelion.
* ALEJANDRO: Dragon Head, de Minetaro Mochizuki / Sombras Sobre Shimanami, de Yuhki Kamatani / Kakukaku Shikajika, de Akiko Higashimura. Por mi parte, mis menciones de honor comienzan con un manga que he leído recientemente, Dragon Head, que acaba de terminar de reeditarse en España. Después de muchos años teniendo interés por él, finalmente he podido disfrutarlo, y aunque no llegue a entrar al top, es una obra muy interesante. Toda una disaster movie hecha manga, frenético y lleno de tensión. Quizá dura un poquito más de lo que debería para tener más impacto, pero es una lectura muy entretenida.
En segundo lugar, Sombras Sobre Shimanami es un interesantísimo manga cuyo punto más fuerte es ser probablemente el cómic con más representación LGTB que puedas encontrar. Realizado por Yuhki Kamatani, parte del colectivo, es una obra en la que encontramos todo tipo de personajes queer que encuentran el apoyo que necesitan los unos en los otros. Una serie maravillosa que, de tener algún defecto, es su brevedad. Lástima que no durara un par de tomos más para ser más redondo.
Y finalmente, la primera de las dos obras que he leído este año de Akiko Higashimura, la maravilla autobiográfica Kakukaku Shikajika (Blank Canvas, o Disegna! en italiano)... que, como se intuye, si no entra en el top es porque la otra sí y nuevamente, queremos evitar la repetición de autores. ¡Pero tenía que mencionarla! Esta autora es una fuera de serie.
10º Puesto
* SDRI: Sombras Sobre Shimanami, de Yuhki Kamatani. Yo empiezo mi top, sin embargo, rescatando una obra que ha quedado en las menciones de honor de mi compañero. Una de las mejores obras LGTB que he leído este año, y también de las que más me han sorprendido. Sombras sobre Shimanami es probablemente lo
más parecido que un lector puede encontrar a un grupo de apoyo en un manga, con
un elenco variado de personajes del colectivo por diferentes razones, desde
hombres homosexuales de la tercera edad, chicas lesbianas, bisexuales, personas
trans... todas y cada una de ellas con su propio arco, ni un solo personaje
queda en el aire o sin desarrollar, a pesar de la brevedad, y es la obra perfecta para que todo aquel
perteneciente al colectivo se sienta representado. Por no mencionar el
genial arte y narrativa visual, ya que tiene algunas de las mejores páginas que he visto este
año.
* ALEJANDRO: Las Flores del Mal, de Shuzo Oshimi. Mi décimo puesto va para un manga que tenía pendientísimo desde hace muchos años... antes incluso de que se licenciara en España ya había leído algún capítulo, pero lo dejé para comprarlo... Y hasta este año no lo había hecho. Me encanta Shuzo Oshimi porque, de alguna manera, se las apaña para crear historias profundamente perturbadoras de las que no puedes apartar la mirada, y te las presenta con una narrativa absurdamente fluida. El resultado es que no puedes soltar el tomo hasta que lo has acabado, sin darte cuenta. Las Flores del Mal quizá pierde un poco de fuelle en su último tramo, pero sigue siendo un perfecto ejemplo de lo que es capaz de hacer este hombre. Es fascinante ver el descenso a los infiernos del protagonista.
9º Puesto
* SDRI: Tokyo Babylon, de CLAMP. Primera obra completa que leo de las CLAMP (que ya iba siendo hora de saldar esa deuda). Y aunque he de decir que me costó un poco entrar del todo en ella, acabó por ser una muy interesante serie de fantasía urbana con una ambientación espectacular, un estilo artístico elegante e inconfundible, con todo el sello de personalidad de este grupo de autoras... y, por qué no decirlo, muchísimo mariconeo entre sus protagonistas, cosa que a todos nos encanta. Es ley que no puede haber personajes heterosexuales en una obra de CLAMP. Y quien diga lo contrario, miente. Puede tener algunos episodios más flojos, pero la fantasía urbana es algo que me encanta, y narrada como aquí se ve pocas veces.
* ALEJANDRO: Eroica: Eikou no Napoleon, de Riyoko Ikeda. En novena posición tengo que colocar una de las obras más extensas que he leído este año, la épica Eroica: La Gloria di Napoleone (tal y como está publicada en Italia) de la inigualable Riyoko Ikeda. Un detallado manga biográfico dedicado a la figura de Napoleón Bonaparte que hace las veces de "secuela" de La Rosa de Versalles. Tanto por continuar con la narración de la Revolución Francesa, como por heredar algunos de los personajes secundarios ficticios de aquella. No obstante, sí que hay que aclarar que no llega al nivel de la obra maestra de la autora, lo cual no significa que no sea buena. Bajo mi punto de vista, lo que más perjudica a Eroica frente a La Rosa de Versalles es que esta está mucho más centrada en Napoleón y Josefina de Beauharnais, que son personajes históricos reales. Esto deja menos espacio de maniobra a Ikeda, sobre todo porque los personajes ficticios recuperados de la historia de Oscar acaban desapareciendo hacia la mitad de la obra y eso limita la narración al buscar ser históricamente fidedigna. No obstante, pocas veces se puede leer un manga histórico tan bien hecho y tan maravillosamente dibujado.
8º Puesto
8º Puesto
* SDRI: El Marido de mi Hermano, de Gengoroh Tagame. Otro manga LGTB que no podría faltar en mi top de este año. En esta ocasión no está única ni especialmente dirigido a personas homosexuales, sino también (o incluso, en palabras del autor, principalmente) a lectores cishetero, con la intención de concienciar en la tolerancia y la diversidad, o sea, con una dimensión muy didáctica para la población japonesa. Con todo esto, El Marido de mi Hermano resulta ser un hermoso drama familiar donde podemos ver tanto la convivencia de personajes muy diferentes como las distintas formas que hay en Japón de reaccionar ante aquello que no es heteronormativo (no siempre de forma positiva, pues también se muestra esa "homofobia silenciosa" tan característica de los japoneses). Tagame trata el crecimiento personal y la aceptación, modelos alternativos de familia, el luto... Todo con una fórmula costumbrista puramente nipona.
* ALEJANDRO: Designer, de Yukari Ichijo. Como una sola autora del Grupo del 24 en mi top no era suficiente, aquí va otra. El año pasado se publicó en Italia esta obra de Yukari Ichijo, que viene a ser mi segunda lectura de la mangaka. Designer es una serie breve (2 tomos originalmente, 1 en italiano) pero con toda la intensidad propia del shojo clásico que tanto me encanta. Una historia dramática sobre una joven modelo que, tras un accidente que le deja una parálisis permanente en una pierna, decide convertirse en la mejor diseñadora del país... para vengarse de su madre, actual reina de la moda japonesa, que la abandonó recién nacida para centrarse en su carrera. Ichijo puede no tener tanto renombre como otras compañeras de generación (Hagio, Takemiya, Ikeda...), pero no por ello se queda atrás en talento artístico. Cada página es apasionante y digna de enmarcar. Pocos mangas son tan intensos de leer como los de estas autoras. Ojalá se publicaran más.
7º Puesto
6º Puesto
5º Puesto
7º Puesto
* SDRI: Emanon, de Shinji Kajio y Kenji Tsuruta. Este manga es, junto con la película The man from Earth, la prueba perfecta de que se puede construir ciencia ficción con los elementos más básicos de una narrativa: simplemente con el diálogo. Emanon Recuerdos y Emanon Vagabunda narran una historia sobre la memoria genética y la historia del mundo que, al mismo tiempo, es un hermoso drama costumbrista y hasta, a ratos, todo un iyashikei. Y cuenta con el arte de Kenji Tsuruta, que es uno de mis dibujantes e ilustradores favoritos, así que si no la habéis leído (o contemplado, ya que es una obra muy visual y frecuentemente prescinde de las palabras), hacedlo ya.
* ALEJANDRO: Ao no Flag, de Kaito. Una de las lecturas más sorprendentes que he tenido el placer de disfrutar entre las obras más mainstream de los últimos años. Ao no Flag, como ya todo el mundo sabrá (y si no, dejad de leer este párrafo), es un una típica historia de triángulo amoroso adolescente... ¿típica? Bueno, no tanto, ya que, para variar el tropo, introduce la variante de la bisexualidad. Leer una historia así, tan de toda la vida, pero contando con dos personajes diferentes (el segundo chico enamorado del protagonista masculino, y la amiga de la protagonista femenina enamorada de ella) tiene mucho más valor de lo que parece. Pero además de introducir ese elemento, y de tratarlo a la perfección (más sorprendente aún tratándose de una publicación de la Jump+), el manga toca muchos más temas delicados, como la amistad, las relaciones sociales entre hombres y mujeres, la ocultación de sentimientos... Todo ello con extraordinaria sensibilidad. Una auténtica joya.
* ALEJANDRO: Ao no Flag, de Kaito. Una de las lecturas más sorprendentes que he tenido el placer de disfrutar entre las obras más mainstream de los últimos años. Ao no Flag, como ya todo el mundo sabrá (y si no, dejad de leer este párrafo), es un una típica historia de triángulo amoroso adolescente... ¿típica? Bueno, no tanto, ya que, para variar el tropo, introduce la variante de la bisexualidad. Leer una historia así, tan de toda la vida, pero contando con dos personajes diferentes (el segundo chico enamorado del protagonista masculino, y la amiga de la protagonista femenina enamorada de ella) tiene mucho más valor de lo que parece. Pero además de introducir ese elemento, y de tratarlo a la perfección (más sorprendente aún tratándose de una publicación de la Jump+), el manga toca muchos más temas delicados, como la amistad, las relaciones sociales entre hombres y mujeres, la ocultación de sentimientos... Todo ello con extraordinaria sensibilidad. Una auténtica joya.
6º Puesto
* SDRI: Kokou no Hito, de Shin'ichi Sakamoto. No soy una persona que lea mucho manga spokon más allá de algunos clásicos, más que nada porque los tropos del género repetidos hasta la saciedad me cansan... y precisamente por eso devoré Kokou no Hito, la anterior obra del autor ahora conocido por Innocent: porque los tropos son solo introductorios. Sí, comienza con un chico nuevo y problemático que llega a un instituto nuevo y se apunta a un torneo de escalada... pero a partir de ahí, con el avance de los tomos, se convierte en una obra mucho más oscura y psicológica sobre la obsesión, sobre cómo sacrificamos nuestra vida entera por un sueño absurdo, y sobre lo peor de cada persona encarnado. Por otro lado, el arte es absolutamente brillante. Solo con el impresionante dibujo logra representar la ansiedad de estar en la montaña más dura del mundo, a miles de metros de altitud, jugándote la vida. Toda una experiencia.
* ALEJANDRO: Box: Hay algo dentro de la caja, de Daijiro Morohoshi. Una de las grandes sorpresas que dio el año pasado Satori fue que por fin el legendario Daijiro Morohoshi, uno de los grandes maestros del terror, llegaría a España con una de sus obras más recientes. Y aquí la tenemos. Box es un retorcido thriller de terror y supervivencia que recuerda inevitablemente a la película Cube. Y es que nos encontramos con un grupo de personas que se ven atrapadas en un misterioso edificio llamado La Caja en el que tendrán que superar innumerables y extraños puzles, no solo para salir con vida, sino para tener la oportunidad de ver un deseo cumplido. Este tipo de tramas, si se hacen bien, son un bombazo. Y Morohoshi lo hace estupendamente, y de forma muy interesante, planteando puzles realmente ingeniosos en los que el propio lector se puede implicar (incluso incluye algunos en las portadillas para que los pienses por tu cuenta). El arte del autor siempre ha sido bastante extraño, no muy detallado y a veces casi abocetado, pero funciona a la perfección dentro del tono perturbador de la obra.
5º Puesto
* SDRI: Nausicaä del Valle del Viento, de Hayao Miyazaki. Llegando a la mitad de la lista, voy con una obra que tenía que estar en el top sí o sí. Nausicaä del Valle del Viento siempre me
pareció una de las mejores películas de Hayao Miyazaki y de Ghibli (aunque
técnicamente sea previa a la fundación del estudio, pero nos entendemos), pero el manga la supera con creces en todos los aspectos. Se alza como una obra
mucho más compleja, con mejores subtramas, un desarrollo de su protagonista
mucho más detallado e interesante, y una culminación absolutamente épica. Eso por
no mencionar el arte, que casi parece un storyboard de una película del mismo Miyazaki.
* ALEJANDRO: Cross Game, de Mitsuru Adachi. Mi ecuador está dominado esta vez por Mitsuru Adachi, el infalible maestro de las comedias románticas deportivas. Junto a la mítica Touch, Cross Game es habitualmente considerada su mejor obra... y diría que estoy de acuerdo. Como siempre en las obras del autor, acompañamos a un entrañable y divertido grupo de personajes empeñados en alcanzar una meta deportiva mientras siguen adelante con sus vidas tras una tragedia clave que les marca... Y como siempre, funciona como un tiro. Pero en Cross Game todo es especialmente fluido, y además es una de las series de Adachi en las que más acogido te puedes sentir entre sus personajes. Da mucha pena despedirse de ellos al acabarla.
4º Puesto
* SDRI: Ludwig B., de Osamu Tezuka. En cierto modo me apena tener que poner esta obra en el top de este año, porque aunque ya la considero una obra maestra tal y como es, apenas es un prólogo y jamás estará completa. Ludwig B. es la semilla de lo que podría haber sido la obra más madura de Osamu Tezuka, que no es decir poco. Ya en los primeros compases lo demuestra con algunas de sus mejores composiciones y una narrativa absolutamente perfeccionada y depurada tras 40 años de brillante carrera. La que estaba destinada a ser su gran biografía de Ludwig Van Beethowen, así como lo fue la de Buda, quedará para siempre incompleta por la repentina muerte del Dios del Manga. Pero aunque sea así, podemos disfrutar de su grandeza.
* ALEJANDRO: El Chico de los Ojos de Gato, de Kazuo Umezu. Después de muchos años, el gran maestro clásico del manga de terror vuelve por estos lares con una de sus obras más icónicas, El Chico de los Ojos de Gato. Un manga estructurado en varios episodios autoconclusivos en los que el misterioso Chico de los Ojos de Gato del título se ve envuelto en sucesos paranormales relacionados con otros yokais o con humanos malvados, una fórmula muy similar a la mítica Kitaro de Shigeru Mizuki, o a Orochi, otra famosa obra de Umezu. Gracias a esta estructura podemos disfrutar del talento del autor a través de historias diversas que solo tienen en común al extraño niño, más conductor que protagonista la mayoría de las veces. Cualquier amante del terror debe tener esta obra del maestro entre sus máximas prioridades si no la ha disfrutado todavía.
* ALEJANDRO: El Chico de los Ojos de Gato, de Kazuo Umezu. Después de muchos años, el gran maestro clásico del manga de terror vuelve por estos lares con una de sus obras más icónicas, El Chico de los Ojos de Gato. Un manga estructurado en varios episodios autoconclusivos en los que el misterioso Chico de los Ojos de Gato del título se ve envuelto en sucesos paranormales relacionados con otros yokais o con humanos malvados, una fórmula muy similar a la mítica Kitaro de Shigeru Mizuki, o a Orochi, otra famosa obra de Umezu. Gracias a esta estructura podemos disfrutar del talento del autor a través de historias diversas que solo tienen en común al extraño niño, más conductor que protagonista la mayoría de las veces. Cualquier amante del terror debe tener esta obra del maestro entre sus máximas prioridades si no la ha disfrutado todavía.
3er Puesto
* SDRI: Mujeres del Zodíaco, de Miyako Maki. Mi medalla de bronce este año es para esta clásica obra maestra de Miyako Maki, un perfecto testimonio de los inicios del manga josei, o sea, para mujeres adultas, de manos de una de las grandes pioneras del manga. Con un dibujo espectacular que desprende elegancia por sus cuatros costados, además de una inigualable sensibilidad artística. Se presenta como una colección de historias protagonizadas por mujeres, de diferentes temas, estilos y géneros, con algunos elementos que funcionan como hilo conductor (fundamentalmente, que cada una de las protagonistas nació bajo un signo zodiacal distinto y se ve en cierto modo marcada por él), pero que sirven como obras autoconclusivas en sí mismas.
* ALEJANDRO: Princess Jellyfish, de Akiko Higashimura. Entramos ya en el podio del top de 2020, y mi bronce va para la otra obra de Akiko Higashimura que comentaba al principio. Princess Jellyfish (o Kuragehime) es claramente la obra más popular de Higashimura, y no me cuesta nada entender por qué. Con ciertos ecos de Maison Ikkoku, la historia nos lleva a una residencia femenina en la que vive un grupo de introvertidas otakus (de las medusas, de los kimonos, de los Tres Reinos, de los trenes... de los señores maduritos...) cuyas vidas cambiarán radicalmente con la llegada de Kuranosuke, el hijo de un importante político amante de la moda y que suele vestir de mujer, que acabará liándolas para que monten su propio sello de ropa de alta costura. Con la extraordinaria mano de Higashimura para crear personajes y situaciones divertidas, te ves envuelto en la trama y te sientes parte de estas desastrosas Amars, como se hacen llamar, como si fueran amigas de toda la vida.
2º Puesto
* SDRI: Lady Snowblood, de Kazuo Koike y Kazuo Kamimura. Medalla de plata por mi parte para la gran e icónica obra magna de la venganza de Kazuo Koike y Kazuo Kamimura, la ya legendaria saga de Lady Snowblood. Un guion increíble que narra una de las mejores y más apasionantes historias de venganza que he visto, conducida por una protagonista llena de misterio, matices y carisma cuya relevancia es tal que sirvió incluso de inspiración para la archiconocida Kill Bill. Pero si algo tiene este manga por encima de todo son unas escenas realmente crudas y unos momentos de acción tan hermosos como fascinantes, cortesía de la inimitable pluma del "Pintor de Ukiyo-e de la Era Showa" Kazuo Kamimura, en uno de sus trabajos más depurados y memorables como dibujante. Debo decir que me ha costado lo mío decidir este segundo puesto del año, pero finalmente ha quedado por encima la trágica epopeya de Yuki.
* ALEJANDRO: Kantô Heiya, de Kazuo Kamimura. De forma similar a mi compañero, mi Medalla de Plata va también para uno de mis autores favoritos, Kazuo Kamimura, pero esta vez como autor completo en Kantô Heiya (publicado únicamente en Francia, como La Plaine du Kantô, es decir, La Llanura de Kanto). Una obra que en otras circunstancias habría sido el Top 1 indiscutible, pero que ante el fuerte competidor de este año ha quedado en segundo lugar. Me cuesta expresar con palabras la brillantez de este manga, en el que seguimos a dos jóvenes desde su infancia hasta los primeros años de sus vidas adultas, comenzando su andadura el día de la rendición de Japón en la II Guerra Mundial. A través de sus ojos podremos ver el Japón de la inmediata posguerra, mientras asistimos al despertar sexual de los jóvenes, que es el tema central de la obra. Además, una de ellos, la deuteragonista de esta obra, es una mujer trans, tratada en todo momento con gran respeto por su identidad por parte de Kamimura, algo inusitado en la época en que fue creado este título y que le hace ganar enteros. He leído ya varias obras del maestro, y puedo afirmar sin amago de dudas que Kantô Heiya es, junto con la magnífica Dôsei Jidai, la mejor creación de uno de los mejores autores de la historia del manga. Palabras mayores.
* ALEJANDRO: Kantô Heiya, de Kazuo Kamimura. De forma similar a mi compañero, mi Medalla de Plata va también para uno de mis autores favoritos, Kazuo Kamimura, pero esta vez como autor completo en Kantô Heiya (publicado únicamente en Francia, como La Plaine du Kantô, es decir, La Llanura de Kanto). Una obra que en otras circunstancias habría sido el Top 1 indiscutible, pero que ante el fuerte competidor de este año ha quedado en segundo lugar. Me cuesta expresar con palabras la brillantez de este manga, en el que seguimos a dos jóvenes desde su infancia hasta los primeros años de sus vidas adultas, comenzando su andadura el día de la rendición de Japón en la II Guerra Mundial. A través de sus ojos podremos ver el Japón de la inmediata posguerra, mientras asistimos al despertar sexual de los jóvenes, que es el tema central de la obra. Además, una de ellos, la deuteragonista de esta obra, es una mujer trans, tratada en todo momento con gran respeto por su identidad por parte de Kamimura, algo inusitado en la época en que fue creado este título y que le hace ganar enteros. He leído ya varias obras del maestro, y puedo afirmar sin amago de dudas que Kantô Heiya es, junto con la magnífica Dôsei Jidai, la mejor creación de uno de los mejores autores de la historia del manga. Palabras mayores.
1er Puesto
* SDRI: Yokohama Kaidashi Kikou, de Hitoshi Ashinano. Y por último, mi medalla de oro no podía ser para otro manga. Yokohama Kaidashi Kikou (o Yokohama Shopping Log) es mi lectura predilecta de este 2020, del que se ha convertido en probablemente mi género favorito en el manga: el iyashikei (un tipo de costumbrismo ligero feel-good, literalmente "sanador"). Adoro las obras que se basan en la contemplación de la vida cotidiana y la belleza del día a día. Pero esta va más allá y no solo nos da una gran dosis de relajación costumbrista, sino que en su entorno postapocalíptico de ciencia ficción, con su protagonista androide virtualmente inmortal, se atreve a tocar temas como el cambio de las cosas, lo efímero de todo y el inevitable paso del tiempo. Sin que nada de esto sea necesariamente malo: simplemente es, y todos nos debemos hacer a ello poco a poco. También cabe mencionar las diferentes facetas de su mundo, que si bien nunca se conforman como trama central, se desarrollan poco a poco en distintos capítulos; y su elenco de personajes, a los que es imposible no tomar cariño. No me puedo olvidar tampoco de maravilloso su arte, sencillo pero agradable a la vista, perfecto para transmitir esas sensaciones de calma y paz interior.
* ALEJANDRO: La Balada del Viento y los Árboles, de Keiko Takemiya. Y aquí está, finalmente, mi Medalla de Oro, la única que podía haberle arrebatado el lugar a la maestría de Kamimura... La Balada del Viento y los Árboles. Y es que todavía, aunque hayan pasado ya más de dos años, me cuesta creer que pueda escribir estas líneas. Hace unos años me resultaba una utopía poder llegar a leer (y ya ni hablamos en español) la gran obra maestra de Keiko Takemiya, sobre todo por su extensión. Pero finalmente este 2020, que algo bueno tenía que tener, nos ha permitido verla completada de manos de Milky Way. Ya lo he dicho en otros puestos y lo repito aquí: pocas cosas hay que adore más en el mundo del manga que el shojo/josei clásico, especialmente a las autoras del Grupo del 24, y esta es una de las más importantes e influyentes obras de entre todas ellas. Un tragiquísimo drama romántico decimonónico entre dos chicos que luchan no solo contra la homofobia de su tiempo, sino también con sus propios traumas y problemas personales. Puro drama y pura intensidad emocional, pero también un romanticismo desaforado, se fusionan a través de la increíble pluma de Keiko Takemiya, que dota de vida a algunas de las mejores páginas que se puedan encontrar en la historia del cómic universal.
¡Y así acabamos por este año! Hasta aquí ha llegado al final el repaso a nuestras lecturas más destacadas de 2020. Como todos los años, esperamos que os hayan gustado nuestros tops, y a ser posible, que os sirvan para conocer o animaros a leer alguna de las obras aquí reflejadas si aún no lo habéis hecho, porque todas valen mucho la pena, os lo aseguramos.
Os animamos también a comentar no solo los nuestros, sino a compartir con nosotros vuestros propios tops o listas con las lecturas que más hayáis disfrutado durante este 2020.
Y ya estaría. Nosotros nos despedimos, no sin antes desearos un feliz fin de año (eso seguro) y una buena entrada en 2021. Y en unos días iniciaremos nuestro año bloguero con algún otro post típico de estas fechas.
¡Hasta la próxima!
Interesante selección, un gustazo leeros comentar mangas. Lástima que muchas de la lista estén inéditas en España, pero esperemos que el tiempo lo solucione, a ver si La Rosa de Versalles de ECC (que estoy siguiendo y me está encantando) triunfa y podemos ver Heroica de Napoleón, o cualquier otra cosa de Rikeda. Especialmente me voy a apuntar La Balada del Viento y los Árboles, ya que tras leer precisamente La Rosa, me han entrado ganas de leer otro clásico del Grupo del 24. Por cierto, de las novedades que se publican, os recomiendo fervientemente Rastros de Sangre... ¡adictiva y cargada de emociones! (perturbadoras, eso sí).
ResponderEliminar¡Gracias por tus palabras! Nosotros, como ya se ve en las lecturas mensuales, tiramos mucho de ediciones italianas y francesas (y alguna que otra americana) por eso mismo, pero la verdad es que el mercado español del manga ha mejorado muchísimo en cantidad y variedad en la última década. Así que no sería de extrañar que más de una de las obras que comentamos aquí acaben editándose.
EliminarPara Eroica efectivamente lo primero es esperar a ver qué hace ECC, y si ellos no quieren, tal vez Arechi (insisten en que quieren publicar manga de temática histórica y adulta). Y a Kazuo Kamimura es cuestión de que lo recuperen de nuevo, yo apuesto por Satori. Otros como Ludwig B. es cuestión de tiempo, y espero que también más obras de Higashimura tras Tokyo Girls.
Si te apasiona La Rosa de Versalles tanto como a nosotros, La Balada es apuesta segura. Keiko Takemiya es más similar a Moto Hagio que a Riyoko Ikeda, pero al final todas las obras de este grupo de autoras tienen en común esa pasión desesperada tan característica.
Y sí, Rastros de Sangre es droga dura... Odio y adoro al mismo tiempo a Shuzo Oshimi por esa capacidad que tiene para la narrativa visual. Es tan intenso y tan fluido que te fumas un tomo en 5 minutos... y luego a volver a esperar xD
Casi os envidio por leer por primera vez en el 2020 cosas como Tokyo Babylon, Nausicaa o Lady snow Blood. Son obras que impactaron muchísimo y que llevo 20 releyendo. La balada del viento y los árboles, sí lo descubrí el años pasado y waouh.
ResponderEliminar¡Siempre es buen momento para descubrir grandes obras! Y lo mejor es que cada vez son más accesibles, tanto en España como en otros mercados occidentales
EliminarAcabo de descubrir vuestro blog y me encanta. Ha sido a raíz de informarme de las licencias del Manga Barcelona en twitter.
ResponderEliminar¡Pues muchas gracias y bienvenido!
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