¡Un saludo y bienvenidos a La Bandera de la Libertad!
Una semana más, un Finde de Cine más en el blog. Como ya sabéis, aquí comentamos las películas japonesas que hemos visto durante el fin de semana para recomendarlas (o no) a todo aquel que quiera leernos.
Hoy hablaremos, pues, de los filme Nagasaki, recuerdos de mi hijo, editado en España por Mediatres hace escasas semanas después de haber pasado por algunas salas de cine el pasado mayo, y continuando con nuestro ciclo de kaiju-eiga y tras haber saltado la semana pasada a Shin Godzilla, empezamos la era Heisei del famoso monstruo con El Retorno de Godzilla.
¡Empecemos!
Nagasaki, recuerdos de mi hijo
Este Finde de Cine empieza por todo lo alto, con una película que difícilmente podía ser más prometedora desde el principio. Nagasaki, recuerdo de mi Hijo (Haha to Kuraseba) es una de las más recientes películas del gran Yoji Yamada (Maravillosa Familia de Tokio, Kabei, la longeva saga Tora-san...), considerado el "último de los clásicos" del cine japonés a sus 86 años, estrenada en 2015 en Japón y recientemente estrenada en cines y home video en España. Y no solo eso, sino que Yamada vuelve a confiar en la legendaria y veterana Sayuri Yoshinaga (la única actriz que ha ganado hasta 4 premios de la Academia de Cine Japonesa a lo largo de su carrera) para protagonizar este drama sobre las consecuencias emocionales de la bomba atómica. Junto a ella, un brillante Kazunari Ninomiya y una espléndida Haru Kuroki cierran el plantel principal, en unos roles que les valieron a ambos sendos premios de la Academia Japonesa al Mejor Actor y Mejor Actriz de Reparto respectivamente. ¿Y eso es todo? Pues no, porque además la BSO es obra del compositor nipón Ryuuichi Sakamoto (Feliz Navidad, Mr. Lawrence, El Último Emperador, El Renacido, etc.).
<< Han pasado pocos años del final de la II Guerra Mundial, y Japón aún se recupera de sus heridas. Nobuko, una mujer de mediana edad, está decidida a seguir adelante mientras contempla la tumba de su hijo, muerto en el bombardeo nuclear de Nagasaki como tantos otros. Pero todo cambiará el día en que, al volver del cementerio, encuentra a su hijo Koji esperándola en casa. Como si de un milagro se tratase, el espíritu de Koji volverá a menudo a visitar a su madre para poder recordar juntos a la familia, la guerra, y el pasado. >>

Y, para empezar, eso es lo que hace de este filme uno muy especial, pues muy pocas veces se han atrevido los artistas japoneses a retratar de forma abierta y directa el tema de los bombardeos atómicos, que son aún hoy, 72 años después, una herida abierta y sangrante. Así, la película de Yamada se suma a clásicos como Lluvia Negra de Shohei Imamura o Rapsodia en Agosto de Akira Kurosawa.
Es esta una de esas películas que te atrapan en su atmósfera, que permiten que el espectador empatice con los personajes, que llore con ellos, y hasta que ría en ocasiones. Pero sobre todo, Yamada sabe cómo crear el drama con sutileza casi mágica, haciendo un ejercicio de delicadeza incluso cuando trata un tema tan escabroso como la bomba de Nagasaki.
La dirección del veterano cineasta es maravillosa, y nos brinda grandes escenas, como el momento de la detonación de la bomba, en la que únicamente vemos luz, calor abrasador y escombros durante escasos segundos, muestra de la increíble sutileza en la que hacemos hincapié.

La joven Haru Kuroki, ganadora del Oso de Plata en Berlín a la Mejor Actriz por su trabajo también con Yamada en La Casa del Tejado Rojo (2014), cierra el plantel principal como la prometida del fallecido Koji.
Maravillosa película, maravilloso drama clasicista japonés al más puro estilo de Yasujiro Ozu, maravillosas interpretaciones y maravillosa BSO.
El Retorno de Godzilla
Y como decíamos, hablamos hoy en segundo lugar, continuando con nuestro ciclo de kaiju-eiga, con la primera película de la serie Heisei de Godzilla, decimosexta entrega de la saga en general, El Retorno de Godzilla (Goira, 1984). Tras 9 años de barbecho y en una época en la que las películas de monstruos volvían a ganar popularidad en el mundo entero, la Toho recuperaba a su mítico lagarto radiactivo con dos condiciones: por un lado, Godzilla volvería a ser el monstruo malvado y destructor que era al principio, erigiéndose de nuevo como una metáfora del temor a la guerra nuclear (esta vez en pleno auge armamentístico de la Guerra Fría); por otro, la nueva entrega se plantearía como una secuela directa del filme original de Ishiro Honda de 1954, 30 años después, ignorando las 14 películas intermedias. Así surgía la primera película desde la original que presentaba a Godzilla en solitario y comenzaba una nueva era de la saga, que adoptaría el nombre de la nueva Era Heisei japonesa, que comenzaría en 1989 con el ascenso del actual emperador.
<< Un submarino atómico soviético es destruido por un enemigo desconocido. Los rusos piensan que han sido los americanos y preparan la guerra contra Estados Unidos y los paises de la OTAN. Entonces, un avión de reconocimiento japonés declara que el enemigo fue Godzilla. Las noticias de su regreso hasta ahora ocultadas son hechas públicas. >>

Esta vez, a diferencia de la película de Honda del 54, no se centra tanto en la gestión política de la crisis, sino que nos traslada a un punto de vista más militar, lo cual no es siempre un acierto, pues aunque la esencia original está ahí, como también vimos recuperada en Shin Godzilla, no resulta tan intensa y satisfactoria como las mencionadas.

Sea como sea, tenemos un thriller de ciencia ficción bastante interesante y agradable, que funciona más o menos como reboot y secuela del original pero que también es buena opción para empezar con el monstruo japonés.
En cuanto a la criatura, como cabía esperar es mucho más fiera, realista, terrorífica y de movimientos mas fluidos que en la era Showa, y estamos deseando verla en acción en las próximas películas luchando contra nuevos y no tan nuevos kaijus.
Y hasta aquí el Finde de Cine de esta semana. Esperamos que os haya interesado y que os animéis a ver las películas si no las habéis visto, y por supuesto a que compartáis vuestra opinión si sí lo habéis hecho.
¡Hasta la próxima!
No hay comentarios:
Publicar un comentario