¡Un saludo y bienvenidos a La Bandera de la Libertad!
Bueno, pues os damos un día más la bienvenida al blog, pero en esta ocasión para algo un poco más especial y diferente a lo que acostumbramos a hacer. Y es que hoy no vamos a hacer exactamente una reseña (ni otro de los formatos similares que utilizamos), sino que esta vez se tratará más bien de una crítica o análisis, más próximo a un artículo de opinión.
Como ya es evidente, de lo que vamos a hablar es de la película Ghost in the Shell: El Alma de la Máquina, adaptación estadounidense de la mítica franquicia de manganime estrenada este mismo año 2017, dirigida por Rupert Sanders y protagonizada por Scarlet Johanson.
Ciertamente, es una película que nadie quería y nadie esperaba, pues es bien sabido que hasta ahora nunca ha dado buen resultado eso de que los estadounidenses se apropien de lo que no es suyo al estilo hollywoodiense. Los más pesimistas esperaban un desastre equiparable a la infame Dragon Ball Evolution, y aunque adelantamos desde ya que este Ghost in the Shell está muy lejos de ser semejante descalabro, también lo está de ser verdaderamente Ghost in the Shell.
Póster de la película, que ya da pistas sobre
sus intenciones con el texto que reza sobre el título
Una amalgama de guiños, escenas y personajes de la franquicia japonesa, sobre todo concentrados en la obra maestra de Mamoru Oshii de 1995, una buena forma y un argumento nuevo para rellenar un esqueleto antiguo dan como resultado la casi total pérdida de identidad del título. Y es que esta versión de Rupert Sanders ha quedado como un cascarón vacío, un shell sin Ghost: una "Máquina sin Alma", como hemos llamado a esta crítica en referencia al subtítulo español de la cinta.
La Máquina Sin Alma
Hecha ya la introducción, pasemos ya a la crítica/análisis. Lo primero que queremos dejar claro es que, tras el visionado detenido de la película, acompañado de un par de revisiones concienzudas de la película original de Mamoru Oshii (que ya reseñamos hace tiempo), a la que más se apega la versión de Sanders, queremos presentar una crítica con una tesis muy clara: ¿Por qué Ghost in the Shell: El Alma de la Máquina no es Ghost in the Shell?
Las comparaciones nunca son el modo más adecuado de valorar grandes franquicias como esta, en las que cada pieza constituye una obra relativamente independiente de las demás y compartiendo solo universo, personajes y esencia. Pero en este caso resulta totalmente imposible no caer en la comparación constante, pues Sanders se dedica sistemáticamente a trasladar a la imagen real casi cada fotograma de la película original de Oshii. Contiene elementos del resto de la franquicia, pero es evidente que la fuente primordial para esta versión estadounidense es la mítica película animada de 1995, considerada por todos una de las mejores películas de ciencia ficción de la historia del cine.
Pero entonces... ¿cómo puede ser el resultado tan negativo si se apega tanto a la obra maestra de Mamoru Oshii? Sencillamente, porque lo hace solo de forma superficial. Replica los planos, las composiciones de pantalla, los personajes, los escenarios... Sí, pero de forma descontextualizada, vaciándolos de todo su profundo significado. Y esto es lo que iremos desgranando a continuación.
Una estética muy lograda
Lo más conseguido del filme, sin ninguna duda, es su estética y ambientación. Gracias a un detallado trabajo de arte, la película ofrece una fantástica reproducción de una ciudad futurista cyberpunk. Gran parte del diseño de la ciudad está tomada también de la película de Oshii, que a su vez se inspiró en Hong Kong. No obstante, una diferencia importante yace en la mayor viveza, luminosidad y colorido que presenta la versión de Sanders. Hologramas publicitarios por todas partes, neones de vivos colores, detalles de tecnología punta que recargan cada esquina para dejar patente la ambientación futurista.
Una ciudad mucho más tecnológica y colorida que el decadente
aspecto industrial de 1995
Todo esto consigue que las partes más nuevas de la ciudad de la película sean mucho menos apagadas y deprimentes, menos industriales, que las de la película original. En este sentido, Sanders se aproxima más al aspecto que veíamos en Stand Alone Complex. No obstante, en contraste con esas zonas, los barrios pobres u obreros sí que conservan el mismo aspecto cuasidestartalado que ofreció Oshii en los mismos.
Dejando de lado ya la atractiva ciudad en la que se desarrolla la acción, observamos también un gran trabajo de vestuario, maquillaje y diseños robóticos. Las famosas geishas robot (claramente basadas en las ya aparecidas en Stand Alone Complex y en Innocence), el estilismo, las caracterizaciones de los personajes principales...
Todo ello son elementos que contribuyen notablemente a construir esa cáscara, esa maquinaria que resulta ser lo único que queda de GITS en la película. El problema será que fracasará a la hora de rellenarla, de dotarla de contenido.
Argumento "nuevo" y pérdida de identidad...
Argumentalmente, Sanders intenta ofrecer una historia "nueva". Entrecomillado porque es un argumento nuevo en la franquicia de GITS, pues no es la historia de ninguna de las dos películas de Oshii ni de las series Stand Alone Complex ni Arise. Pero en sí, esta historia no tiene absolutamente nada de novedoso. Se limita a presentar un manido argumento hollywoodiense de robo del pasado y/o vida por una entidad malvada (en este caso, una corporación gubernamental) y la búsqueda de venganza personal por parte de la protagonista.
Se elimina la trama original del Titiritero, y con ello la película se lleva por delante prácticamente todo el trasfondo y la disertación filosófica de la que hacía gala la original. Antes encontrábamos un argumento asentado en la dualidad que representaban Motoko y el Titiritero como dos caras de la misma moneda: la humana totalmente robotizada, deshumanizada, cuyo último rastro de humanidad es su Ghost; frente al programa informático, la inteligencia artificial que adquiere autoconciencia y desarrolla su propio Ghost. De este modo se plantea la gran duda sobre el límite entre el humano y la máquina, sobre qué hace de algo un ser vivo o un ser humano.
Todo ello desaparece en la versión estadounidense para dar lugar a una simple historia de búsqueda de la identidad perdida y de venganza personal. Hideo Kuze, criminal de la segunda temporada de Stand Alone Complex, es introducido a la fuerza en un papel que no es el suyo, sino que debería pertenecer al Titiritero. Esa dualidad esencial ya no está, dejando paso al encuentro de dos personas que mantuvieron una relación romántica y que fueron separados y cuyas vidas fueron robadas por el Gobierno.
Kuze es extirpado de SAC para ser reimplantado en unas escenas que deberían pertenecer al Titiritero, haciendo que el desarrollo de la película pierda su sentido original
Por tanto, con ese cambio de argumento tan sustancial, toda la esencia de la obra original se desvanece en el aire. Por supuesto, la película no queda totalmente plana, ya que es técnicamente imposible hacer cyberpunk sin ningún tipo de fondo filosófico, pero esta versión de Sanders se conforma con lanzar un mensaje superficial sobre la identidad personal y una ligera crítica al corporativismo para adornar una ciencia ficción mayormente sobresustancia.
... Con escenas calcadas pero sin significado
Y llegamos así al otro punto clave (al menos desde el punto de vista comercial) del filme: la abundante cantidad de escenas y planos calcados de la obra maestra de Mamoru Oshii. Está claro que hay una buena intención de homenaje tras todas estas reproducciones en imagen real de las míticas escenas animadas de 1995, además de servir al mismo tiempo como cebo para los numerosos fans de la película original (no es casualidad que la mayoría de ellas aparecieran en los tráilers). El problema radica en que una buena proporción del metraje se limita a trasladar todas esas famosas escenas de una película a otra, pero por supuesto, tan solo de forma superficial.
Una de las escenas más recordadas de la historia de la ciencia ficción,
totalmente calcada en imagen real
La Mayor lanzándose al vacío con camuflaje termo-óptico, el icónico nacimiento del cíborg, el despertar en la habitación oscura y despersonalizada sobre el paisaje frío e industrial, el hackeo del basurero, la inolvidable pelea con camuflaje en el canal... Destacaremos dos ejemplos en los que es especialmente significativo lo que comentamos.
No podía faltar la escena del salto al vacío con camuflaje termo-óptico,
sello de identidad de la saga
En primer lugar, la escena del buceo y la conversación del barco. Visualmente, esta escena está perfectamente trasladada a la imagen real, e incluso una parte de los diálogos se ha mantenido. ¿Y qué tiene de malo? Pues que lo único que se ha calcado es, nuevamente, lo más superficial. Al igual que en el resto de ejemplos, la composición, los planos, los fondos y los personajes están ahí, pero no la parte más importante: las únicas líneas de diálogo conservadas son la metáfora sobre el buceo, muy sencilla pero efectiva para conseguir un efecto de pseudo-profundidad. Pero el peso de esta escena ideada por Oshii recaía en el monólogo posterior de Kusanagi sobre lo que configura la identidad humana, por supuesto ausente en la americana.
Misma escena, contenido muy diferente
Y en segundo lugar, tenemos la pelea final contra el tanque araña, punto culminante de la película original, pierde todo su significado en la versión de Sanders. Por un lado, este enfrentamiento final se producía en un museo de historia natural abandonado, donde el tanque destrozaba a balazos los fósiles y el Árbol de la Vida que preside la sala, poderosa metáfora de un mundo futuro y deshumanizado que ha olvidado la evolución natural de los seres vivos en favor del progreso tecnológico. Huelga decir que no es así en la versión estadounidense. Y por otra parte, mientras que en la original esta lucha se salda con Kusanagi forzando su cuerpo mecánico hasta la destrucción para intentar detener al tanque y fracasando como una humana frente a la máquina, Sanders hace que la Mayor, aunque pierda el brazo por el esfuerzo, efectivamente logre destruir el tanque. Hay una diferencia abrumadora entre ambos resultados y creemos innecesario explicarla más.
En ambos casos destroza su cuerpo, pero mientras que en una fracasa como humana
frente a máquina, en la otra tiene éxito como una superheroína de acción
La culminación del filme tras este enfrentamiento pasa en ambos casos por un cara a cara entre la Mayor y el criminal que ha perseguido durante la película. Pero dado que Kuze no es el Titiritero, tampoco esta escena tiene la profundidad original. La original cierra con la fusión de dos entes que han trascendido su forma original (humana mecanizada de la que solo queda el Ghost e I.A. con autoconsciencia, como ya hemos dicho), que al unirse en un solo ser trascienden una vez más para configurar una nueva entidad superior, con capacidades mayores que las del hombre y las de la máquina. La estadounidense no es más que el último cruce de miradas de antiguos amantes, con un manido "siempre viviré dentro de ti".
Al menos tiene a "Beat" Takeshi Kitano...
Y no podemos finalizar esta crítica sin resaltar lo más atractivo de la película, incluso por encima de su ambientación, de cuyas virtudes ya hemos hablado. El reparto, en términos generales, está suficientemente correcto, desde Scarlet Johanson como la Mayor "Mira Killian"/Motoko Kusanagi hasta Pilou Asbæk como Batou, pero quien acaba acaparando toda nuestra atención gracias a su siempre enorme carisma no es otro que el legendario actor y director japonés Takeshi Kitano (quien prefiere ser referido como Beat Takeshi cuando se habla de su labor delante de las cámaras) como Aramaki.
Beat Takeshi siempre desprende un aura de "aquí estoy yo" a la que no te puedes resistir
Y es un punto fuerte que el propio Sanders tampoco ignora, pues le da a Beat Takeshi mucha más presencia en la película de la que sería estrictamente necesaria para el personaje de Aramaki. Con su imponente presencia, su interpretación en japonés (sin doblar en ninguna versión del filme, lo cual le da más fuerza y personalidad), su revólver a la antigua y, ¿por qué no decirlo?, su aura de puto amo, Beat Takeshi se come la pantalla con cada aparición.
"No envíes a un conejo a matar a un zorro"
De hecho, de toda la película, y dejando aparte las reproducciones fieles de las escenas de Oshii, nos quedamos de lejos con ese "Beat Aramaki" deshaciéndose de dos balazos de los asaltantes que le han intentado tender una emboscada en una escena que parece sacada directamente de Outrage (saga dirigida y protagonizada por el propio Kitano). Evidentemente, él solo no puede salvar toda la película, y menos siendo tan solo un personaje secundario, pero la verdad es que hace que gane enteros.
En conclusión...
Con todo este largo texto, que esperamos que no os haya cansado y os haya resultado al menos interesante, hemos buscado reflejar el porqué consideramos que esta película no es en esencia Ghost in the Shell, es decir, por qué es una máquina sin alma.
Pero para dejar las cosas claras, queremos decir también que, con todo, Ghost in the Shell: El Alma de la Máquina no es una mala película. De hecho, nos damos con un canto en los dientes por que al menos haya logrado saldarse como una película de ciencia ficción sobresustancia entretenida, con algunas buenas escenas de acción y buena ambientación. Visto el panorama, nos temíamos que ni siquiera fuera potable como filme, así que algo es algo. La clave es, como decimos todo el tiempo, que siendo una película decente de su género, no es un buen Ghost in the Shell.
Y también es cierto que por lo menos sales con un buen "sabor de oído", ya que lo último que oyes en el filme es la voz de Beat Takeshi seguida de los créditos con la impresionante pieza de Kenji Kawai Making of Cyborg, recuperada de la obra de Oshii aunque solo sea para esto.
¿Es recomendable? Como película palomitera de domingo por la tarde, sí, mucho. Como Ghost in the Shell... no mucho, pero al menos tampoco es un desastre, lo cual ya es mucho más de lo que esperábamos la mayoría cuando se anunció la producción.
Y hasta aquí nuestra crítica, que nos ha llevado varios días de visualización concienzuda de ambas películas y de análisis para elaborar una crítica lo más sintética pero completa posible. Quizá nos haya quedado demasiado largo, pero realmente no queríamos hacer aquí una reseña breve como acostumbramos, sino un artículo para opinar más largo y tendido sobre esta película.
Esperamos que os haya gustado, que compartáis vuestra opinión y nos leemos en los próximos días. ¡Un saludo a todos!
Esta película me hizo sentir muy incómodo porque es una amalgama de buenas ideas de las distintas partes de la saga todo apelotonado, como si pensaran que juntar lo mejor de cada plato en un restaurante hiciera la comida definitiva.
ResponderEliminarPara empezar, Batou tiene el rol de la película de 1995 pero le dan la personalidad de SAC, de forma que un hombre carismático y vivaracho termina haciendo el papel de otro supuestamente serio y apagado. Además, lo de los ojos me jode muchísimo: cuando se desvela el origen de estos en SAC fue un enorme impacto e incluso tiene implicaciones argumentales en 2nd GIG; pero aquí no tiene el mismo significado.
Y como olvidarnos de Kuze (o el Titiritero, o quien quiera que sea). Le han dado la personalidad de un niñato vengativo, desechando la personalidad de 2nd GIG que tanto nos gustaba a todo el mundo. ¿Tan difícil era dejarle como estaba? ¿Y por qué debía ser Hideo en primer lugar?
La dirección es otro problema grave. Se nota que intentaba a imitar a Oshii, pero se queda corto, MUY corto. La fotografía carece de esencia, son los mismos planos pero no tienen efecto alguno, no son tan impactantes como deberían.
No es mala, es simplemente genérica, un producto de acción como otro cualuiera que parece no comprender a la obra original. Yo la recomendaría sólo si es por Torrent y con un buen bol de palomitas al lado
¡Buena observación lo de Batou, no lo habíamos pensado!
EliminarPor lo demás, pues sí, es lo que comentábamos al principio. Un combinado de guiños, elementos, escenas, referencias... a toda la franquicia en general, pero siguiendo fundamentalmente la de 1995. Y lo dicho, ya podemos alegrarnos de que por lo menos no sea un esperpento a pesar de todo xD.
Interesante también lo que añades sobre SAC. Nosotros la tenemos todavía a medio ver (es lo único que nos falta terminar de la saga), así que no hemos podido mencionar demasiado sobre ello más allá de los detalles evidentes.
Gracias por leer y comentar ;)
Un poco tarde vengo a comentar, pero hace exactamente unos minutos que termino de ver la película y quería expresar mi opinión en algún lado, y encontré este sitio xD
ResponderEliminarYo estoy gratamente sorprendido con el resultado, la primera vez que me enteré que Hollywood iba a adaptar Ghost in the Shell en la pantalla grande temblé, considerando los antecedentes con Dragon Ball, Street Fighter, Tekken, y recientemente Death Note, realmente sentí miedo y frustración. Sin embargo, vi la película, y noté con asombro que está bastante bien dentro de lo posible, diría que incluso como adaptación.
Estoy de acuerdo con el comentario anterior, que hacía referencia a que esta live-action parece tomar cosas de todas las sagas y no solo de la película del 95, lo cual a mí personalmente me gustó (si bien la mezcla de Hideo Kuze con Puppet Master se siente rara), vamos, ver que el perro de Batou era un calco de la película del 2004 (Innocence) me compró totalmente xD Yo esos pequeños detalles los aprecié, así como aprecié que se mencionara que Togusa es el único con cuerpo humano, así como aprecié la personalidad de Batou de Stand Alone Complex y el manga (sí, en el papel de la película del 95, pero no me pareció tan grave como el otro comentario anterior expuso), aprecié a este jefe Aramaki como bien se expone en la crítica, etc.
En fin, no estoy necesariamente en desacuerdo con los aspectos negativos que se mencionan en esta crítica, pero yo en lugar de recalcar que no es estrictamente una adaptación completamente fiel de Ghost in the Shell (lo cual nunca esperé, no soy tan soñador), remarcaría que es un resultado mucho mejor por parte de Holywood de adaptar un anime-manga-franquicia japonesa comparado con sus otros intentos ya mencionados.
PD: La Motoko de esta película se asemeja -visualmente- más que nada a la de Ghost in the Shell: Arise no? O solo me parece a mí?
Nunca es tarde para comentar, tranquilo xD.
EliminarA ver, ya recalcábamos en el artículo que la película tiene sus virtudes y que, desde luego, no es mala como película de ciencia ficción. Y como llevo diciendo desde que la vi, con que al menos haya resultado ser una película decente y entretenida yo ya me doy por satisfecho, porque no esperaba ni eso xD. Pero el caso es que no es GITS más que de título. Ese era el objetivo de esta crítica, por eso está toda estructurada de esa forma. No pretendíamos hacer una crítica a la película en sí, sino centrarnos en la tesis "GITS: El Alma de la Máquina no es GITS", por eso la titulamos "La máquina sin alma".
Desde luego que tiene sus cosas buenas. Y sí, está llenísima de guiños a la franquicia, y algunos de ellos molan mucho. Sobre todo las escenas calcadas de la de Oshii, que están hechas con mucha fidelidad. El problema que le vemos es que se queda únicamente en lo visual. Mola mucho en ese sentido, pero GITS es de todo menos sobresustancia, así que la película se queda a medias.
Es decir, yo creo que estamos todos de acuerdo en que es mucho mejor de lo que esperábamos cuando se anunció. Por lo menos está chula visualmente, tiene algunas buenas reproducciones en imagen real de escenas míticas, Beat Takeshi que siempre mola mil... Pero GITS es mucho GITS, y necesita mucho más que un "Shell" bonito, necesita un buen "Ghost", y la película no lo tiene. Pero al menos es un paso adelante para los americanos. De todos modos, como sabrás si lees nuestras entradas de cine, nosotros apoyamos mucho las adaptaciones en imagen real japonesas, porque a pesar de la opinión generalizada (que surge de la desinformación, como siempre), hacen muy buenas películas basadas en mangas y no necesitan los presupuestos desorbitados de Hollywood para hacerlo mucho mejor de lo que ellos lo harán nunca.
Y sobre Motoko... Yo creo que intentaban reproducir más que nada la estética de SAC, pero también está ligeramente mezclada con la del 95 y un tono de pelo más próximo al de Arise. Así que no sé xD