Un saludo a todos.
Bueno... Parece que este año no nos quiere dejar tregua con las despedidas a grandes maestros del manga. Si hace a penas un par de meses despedíamos a Sanpei Shirato (y poco antes de él, a Takao Saito), hoy conocemos la noticia del fallecimiento de otra leyenda del gekiga: Hiroshi Hirata nos dejó el pasado 11 de diciembre de 2021, a los 84 años de edad, a causa de un paro cardíaco.
Hiroshi Hirata: dibujante, calígrafo y erudito
Nacido el 9 de de 1937 en Tokio, el joven Hiroshi Hirata se interesaría antes por las novelas históricas ilustradas que por el manga en sí, campo en el que debutaría en 1958 con la obra Aizô-Hissatsuken, publicada en forma de kashi-hon (manga de alquiler que proliferaba en aquella época, generalmente dirigido a lectores adultos), por lo que se enmarcaría rápidamente en la naciente corriente del gekiga.
En los años siguientes continuó publicando algunas historias cortas más, especializándose en el género histórico o jidaimono (relatos de época, generalmente ambientados antes y durante la Época Edo). Para ello, Hirata se documentaba profusamente, visitando numerosas bibliotecas y archivos locales, dotando a sus obras de un profundo rigor histórico y convirtiéndose en todo un erudito del estilo de vida del Japón Feudal.
Fue, sin ninguna duda, en el autor más importante del género "de samuráis" de la historia del manga, junto con la dupla Kazuo Koike/Goseki Kojima (con cuyos estilos tenía bastante en común, tanto en la contundencia narrativa como en el fuerte y detallado trazo) y Sanpei Shirato. Ahora, tristemente, todos desaparecidos.
Pero además de por el manga, Hiroshi Hirata destacó por su labor como calígrafo, una dedicación que le consagró inesperadamente cuando, en 1988, diseñó el logo en kanji para la adaptación animada de Akira. Tan satisfecho quedó Katsuhiro Otomo con el diseño que, al retomar la publicación del manga tras el estreno de la película, lo incorporó al mismo. ¿Y quién no reconoce hoy en día, a simple vista, el famosísimo logo de esta obra de culto?
En España hemos tenido la suerte de disfrutar ampliamente de la obra del maestro. Su serie más importante y conocida, Satsuma Gishiden: El Honor del Samurái Legendario fue publicada por Dolmen en 5 tomos. ECC trajo el tomo único Avatares de una Espada Memorable. Partitura para un Castillo Caído, y aún tiene a medio publicar la serie Kuroda y las 36 Estrategias (¿la terminarán algún día? lo dudamos). Pero sobre todo fue Glénat/EDT la editorial que más apostó por el maestro, con los tomos únicos ya descatalogados Relatos Insólitos de Samuráis, Asesino, Héroes Anónimos, La Rebelión del Emblema, La Venganza del Guerrero Repudiado, Orgullo de Samurái, Promesas Rotas y Zatoichi.
Y nosotros nos despedimos aquí, tristes ante la pérdida de un autor al que admirábamos desde hace muchos años, pero felices de que viviera una vida larga y llena de reconocimientos por una obra inigualable e imprescindible para cualquier amante del cómic o de la ficción histórica en general.
Hasta siempre, Hirata-sensei. Gracias.
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