Saludos a todo el mundo.
Una vez más, os damos tristemente la bienvenida a La Bandera de la Libertad. Desearíamos no tener que estar escribiendo estas líneas, pero no hay más remedio... Hoy, sábado 11 de febrero de 2017, ha fallecido Jiro Taniguchi a la edad de 69 años.
Hace apenas unas pocas horas que se ha conocido la noticia, y nosotros, que nos acabamos de enterar, estamos absolutamente sin palabras. Creo que hablamos por todos cuando afirmamos que ni nos imaginábamos que algo así pudiera suceder, dada la edad del maestro. No, no era ningún chaval, pero 69 años no son tantos en un país con una esperanza de vida tan dilatada como Japón.
Por ahora, ningún medio parece haber dado detalles de la causa de la muerte, por lo que parece haber sido por causas naturales, pues no se menciona ningún accidente ni se conoce ninguna enfermedad contra la que estuviera luchando. Simplemente ha sucedido demasiado pronto.
Los lectores habituales del blog sabréis ya que somos grandes admiradores del trabajo de Jiro Taniguchi, muy especialmente de sus obras de vertiente costumbrista, género en el que el maestro demostró ser el número uno.
En La Bandera de la Libertad podéis leer nuestras reseñas de dos de sus más grandes obras maestras, El Almanaque de mi Padre y Barrio Lejano.
Jiro Taniguchi: sensibilidad y costumbrismo
Jiro Taniguchi, nacido en 1947, fue uno de los más importantes autores de manga de corte intimista y adulto, y uno de los más reconocidos por el público occidental ajeno al mundo del cómic japonés.
Impulsado hacia el arte del manga por la corriente del gekiga a través de revistas como Garo y autores como Yoshihiro Tatsumi, Taniguchi se trasladaba a Tokio en 1969 para comenzar su trayectoria profesional, inicialmente como asistente de mangakas como Kyuta Ishikawa y Kazuo Kamimura, hasta su debut en 1972 con Kareta Heya.
A lo largo de la década de los 70, Taniguchi dibujaría gran cantidad de obras a partir de las historias de otros guionistas, entre los que destaca Natsuo Sekikawa, con quien crearía, entre 1987 y 1997, la obra que constituiría el punto de inflexión más importante de su carrera: La Época de Botchan (Botchan no Jidai), en la que, inspirados por la celebérrima novela de Natsume Soseki Botchan (una de las más importantes de la literatura japonesa del siglo XX), ambos autores abocetan un delicado retrato de los últimos años de la Era Meiji (1868-1912). Esta obra le valdría a Taniguchi más de un premio, entre los que cabe señalar el Gran Premio Cultural Osamu Tezuka en 1998.
De manera simultánea a la publicación de La Época de Botchan, Taniguchi empieza a destacar con la publicación de numerosas obras de corta extensión y tono costumbrista e intimista, como El Caminante (Aruku Hito) o Tierra de Sueños (Inu o Kau). Entre ellas, sobresaldrían especialmente El Almanaque de mi Padre (Chichi no Koyomi, 1994) y Barrio Lejano (Haruka na Machi e, 1998), en las que reflexiona sobre el retorno a tiempos pasados y la reconciliación con uno mismo.
Desde entonces, Taniguchi alternaría la creación de este tipo de obras con otras de temática naturalista y aventurera, como Seton, La Cumbre de los Dioses (Kamigami no Itadaki) o Blanco (Blanca).
Especialmente admirado en Francia, Jiro Taniguchi se convertiría en uno de los principales representantes japoneses del movimiento artístico de la nouvelle manga, liderado por el historietista francés Frédéric Boilet, y que busca la combinación de las formas artísticas y narrativas propias del manga y la bande desinée (cómic franco-belga).
Destrozados por la noticia, despedimos aquí nuestro humilde obituario en honor al maestro Taniguchi. Y como en ocasiones anteriores, deseamos fervientemente no vernos obligados a volver a publicar una entrada de esta naturaleza en un largo tiempo.
Destrozados por la noticia, despedimos aquí nuestro humilde obituario en honor al maestro Taniguchi. Y como en ocasiones anteriores, deseamos fervientemente no vernos obligados a volver a publicar una entrada de esta naturaleza en un largo tiempo.
Hasta siempre, sensei. Gracias.
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