¡Un saludo y bienvenidos a La Bandera de la Libertad!
Con una semana de retraso a causa de los diversos acontecimientos que nos han robado tiempo en los últimos días, pero aquí estamos una vez más al pie del cañón con nuestra habitual sección semanal Finde de Cine para comentar un poquito las últimas películas japonesas que hemos visto el pasado fin de semana (aunque esta vez lo estamos publicando de manera que nos quedarán dos seguidos después de un solo "finde"... Pero más vale eso que nada xD).
Hoy tenemos las películas Tokyo Tower: Mom and Me, and sometimes Dad y, como no podía ser de otro modo, en la recta final de nuestro querido ciclo de Godzilla, Godzilla, Mothra and King Ghidorah: Giant Monsters All-Out Attack. Sí, por casualidades de la vida, esta semana los títulos de ambas películas son casi tan largos como el resto del post xD.
¡Empecemos!
Tokyo Tower:
Mom and Me, and sometimes Dad
Empezamos hoy con la película Tokyo Tower: Mom and Me, and sometimes Dad, delicado drama intimista estrenado en 2007 por el director Joji Matsuoka, adaptando la novela autobiográfica homónima del actor y showman Lily Franky. Protagonizada por la siempre maravillosa Kirin Kiki (Nuestra Hermana Pequeña, Una Pastelería en Tokio, etc.) y el popular Joe Odagiri, cuenta además con la cantante Yayako Uchida, hija de Kirin Kiki, para interpretar a la versión joven de su madre, y con otras estrellas como Takako Matsu (Confessions). La película consiguió los premios de la Academia Japonesa a la Mejor Película, Mejor Director, Mejor Guión, Mejor Actriz Principal y Mejor Actor de Reparto. Toda una joya bastante desconocida, no obstante, por gran parte del público.
<< Masaya es un joven que abandona la pequeña localidad minera que le vio nacer para estudiar Bellas Artes en Tokio. Allí trata de satisfacer las expectativas vitales que en su ciudad natal resultaban inalcanzables. Todo cambia el día en que Masaya se entera de que a su madre se le ha detectado un cáncer. >>
Tokyo Tower (...) es sin duda un precioso y emotivo drama familiar. Por norma, esperamos un mínimo de calidad asegurado de cualquier película que cuente con la grandiosa Kirin Kiki, que es una de esas actrices capaces de mejorar, con su cálida interpretación, una producción por normalita que sea, pero es que además en este caso está que se sale.
Lo mejor de la película de lejos es cómo se desarrolla la relación entre madre e hijo a lo largo de sus vidas. Tal y como ya nos dice el propio título, es la historia de un hijo y su madre, y solo ocasionalmente de su padre. Es preciosa y está muy bien llevada, y ayuda mucho a empatizar con ambos personajes y comprenderlos, y no solo eso, sino a cogerles cariño.
En relación a esto, la narrativa a base de flashbacks desde la habitación del hospital está muy bien realizada, no resulta abrumadora ni confusa y permite ir conociendo detalles sobre la historia en el momento adecuado. Además, la película está muy bien dirigida, ambientada y, a pesar de su duración, tiene un buen ritmo, por lo que no se hace pesada, es realmente ligera.
En cuanto a las interpretaciones, Kirin Kiki está verdaderamente espectacular, como es costumbre en esta veterana actriz que está viviendo en los últimos años su mejor época. Y es que este es uno de sus mejores papeles (a la altura de Una pastelería en Tokio o Después de la Tormenta a pesar de ser un filme bastante desconocido), destacando sobre todo en la recta final de la película donde realmente es capaz de hacerte llorar con su interpretación, siempre cálida y acogedora.
Y por otro lado, Joe Odagiri, quien a pesar de quedar ligeramente eclipsado por la grandeza de Kirin Kiki, sabe muy bien cómo seguirle el ritmo y se luce mucho. No es meno desdeñable tampoco la labor de los actores secundarios que rodean a los dos protagonistas, entre los que probablemente destacaríamos a Takako Matsu y Kaoru Kobayashi.
Un gran drama familiar muy bien desarrollado y que te puede sacar sonrisas y lágrimas a partes iguales.
Lo mejor de la película de lejos es cómo se desarrolla la relación entre madre e hijo a lo largo de sus vidas. Tal y como ya nos dice el propio título, es la historia de un hijo y su madre, y solo ocasionalmente de su padre. Es preciosa y está muy bien llevada, y ayuda mucho a empatizar con ambos personajes y comprenderlos, y no solo eso, sino a cogerles cariño.
En relación a esto, la narrativa a base de flashbacks desde la habitación del hospital está muy bien realizada, no resulta abrumadora ni confusa y permite ir conociendo detalles sobre la historia en el momento adecuado. Además, la película está muy bien dirigida, ambientada y, a pesar de su duración, tiene un buen ritmo, por lo que no se hace pesada, es realmente ligera.
En cuanto a las interpretaciones, Kirin Kiki está verdaderamente espectacular, como es costumbre en esta veterana actriz que está viviendo en los últimos años su mejor época. Y es que este es uno de sus mejores papeles (a la altura de Una pastelería en Tokio o Después de la Tormenta a pesar de ser un filme bastante desconocido), destacando sobre todo en la recta final de la película donde realmente es capaz de hacerte llorar con su interpretación, siempre cálida y acogedora.
Y por otro lado, Joe Odagiri, quien a pesar de quedar ligeramente eclipsado por la grandeza de Kirin Kiki, sabe muy bien cómo seguirle el ritmo y se luce mucho. No es meno desdeñable tampoco la labor de los actores secundarios que rodean a los dos protagonistas, entre los que probablemente destacaríamos a Takako Matsu y Kaoru Kobayashi.
Un gran drama familiar muy bien desarrollado y que te puede sacar sonrisas y lágrimas a partes iguales.
Godzilla, Mothra and King Ghidorah:
Giant Monsters All-Out Attack
Ya llegamos a la entrega número 25 de la legendaria y dilatada saga del primer y más célebre kaiju del cine, el dinosaurio radiactivo Godzilla. Godzilla, Mothra and King Ghidorah: Giant Monsters All-Out Attack fue estrenada en 2001 y es también la tercera película de la serie Millennium del monstruo, y marca el regreso a las pantallas de Mothra (que en los años anteriores había disfrutado de su propia trilogía independiente, Rebirth of Mothra) y del dragón de tres cabezas King Ghidorah, tradicional archienemigo de Godzilla que esta vez adopta un nuevo y desconcertante rol. Además de recuperar a Baragon, por algún extraño motivo, que únicamente había sido creado para Frankenstein vs Baragon (más conocida como Frankenstein Conquers the World (1965)) y que no había sido aparecido en las películas de Toho desde Destroy All Monsters (1968).
<< Desde que Godzilla destruyó la ciudad de Tokio en 1954, el monstruo gigante nunca ha vuelto a aparecer. Pero ahora se descubre que se acerca de nuevo a Japón. Esta enorme criatura no se puede derrotar con armas, sólo puede ser detenido por tres monstruos de la antigüedad: Mothra, Baragon y King Ghidorah, los guardianes sagrados de Japón. >>
De nuevo (y por fin) volvemos a ver a algunos de los kaijus clásicos de la era Showa y que ya se echaban de menos en la saga, entre ellos Ghidorah, y sobre todo nuestro querido Mothra (además de Baragon, por algún motivo, pues nunca fue realmente importante y queda muy eclipsado en la película).
Sin embargo, en este caso los vemos algo cambiados. Especialmente a Ghidorah, quien ha dejado de ser el monstruo intergaláctico destructor de civilizaciones para pasar a ser un dragón ancestral japonés protector que se enfrenta a Godzilla en defensa de la Humanidad. Algo así como una Mothra con 3 cabezas y escamas.
El cambio puede chocar un poco al principio, pero al final resulta satisfactorio y da lugar a situaciones y batallas de lo mas espectaculares. Y sobre todo, y como se suele valorar mucho en este tipo de sagas eternas, aporta un soplo de aire fresco y de renovación.
De nuevo la historia resulta también de lo más interesante, como ya nos tiene acostumbrados la era Millennium, siendo probablemente la que mejores historias tiene de toda la franquicia. Y todo eso aderezado con algunas de las mejores batallas (si no las mejores) que hemos visto en un kaiju-eiga.
Sin duda esta entraría en un top 5 de mejores películas de Godzilla, todo un pasote.
Sin embargo, en este caso los vemos algo cambiados. Especialmente a Ghidorah, quien ha dejado de ser el monstruo intergaláctico destructor de civilizaciones para pasar a ser un dragón ancestral japonés protector que se enfrenta a Godzilla en defensa de la Humanidad. Algo así como una Mothra con 3 cabezas y escamas.
El cambio puede chocar un poco al principio, pero al final resulta satisfactorio y da lugar a situaciones y batallas de lo mas espectaculares. Y sobre todo, y como se suele valorar mucho en este tipo de sagas eternas, aporta un soplo de aire fresco y de renovación.
De nuevo la historia resulta también de lo más interesante, como ya nos tiene acostumbrados la era Millennium, siendo probablemente la que mejores historias tiene de toda la franquicia. Y todo eso aderezado con algunas de las mejores batallas (si no las mejores) que hemos visto en un kaiju-eiga.
Sin duda esta entraría en un top 5 de mejores películas de Godzilla, todo un pasote.
Y hasta aquí el Finde de Cine de esta semana. Esperamos que os haya interesado y que os animéis a ver las películas si no las habéis visto, y por supuesto a que compartáis vuestra opinión si sí lo habéis hecho.
¡Hasta la próxima!
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