martes, 5 de noviembre de 2024

Fallece Kazuo Umezu, Maestro del Terror



Un saludo a todos.

Pues aquí estamos una vez más, con una de esas entradas que uno nunca quiere tener que hacer. Pero esta mañana nos hemos levantado con la triste noticia de que el gran maestro del manga de terror Kazuo Umezu (o Kazuo Umezz, como prefería que se estilizara su nombre en alfabeto latino) falleció el pasado 28 de octubre. Tenía 88 años. 

Tras varios meses hospitalizado por un cáncer de estómago, el autor nos ha dejado finalmente. Aunque no sea una noticia especialmente sorprendente dada su avanzada edad, es imposible no sentir tristeza por su partida, especialmente siendo Umezu un personaje público siempre tan activo y lleno de vitalidad, siempre sonriendo y haciendo payasadas, a pesar de ser célebre por sus macabras obras.

Desde nuestro humilde blog, queremos rendir homenaje a uno de los mejores mangakas de la historia, pionero en el manga de terror y uno de los mayores exponentes mundiales del género (aunque también se dedicó en buena medida a la comedia absurda). Uno de los autores más creativos, impredecibles y originales que jamás hayan vivido, cuyas obran desbordan imaginación. Desde los conceptos hasta los giros de guión y la plasmación gráfica de los más indescriptibles horrores. Nadie ha dibujado, ni seguramente dibujará nunca, expresiones de profundo terror como las suyas.


Kazuo Umezu, maestro del terror

Kazuo Umezu (a veces romanizado como Umezz por preferencia del autor) pasa por ser uno de los autores más importantes de la primera generación de mangakas de posguerra. Nacido en 1936, su debut profesional tiene lugar en 1955 con Mori no Kyoudai.

A partir de entonces, y sobre todo desde la década de los sesenta, Umezu se convertiría en uno de los grandes iconos del manga de terror como uno de sus precursores, a pesar de haber cultivado también numerosos éxitos en la comedia y otros géneros.

Su obra más conocida en el mundo entero y que se convertiría en uno de los más grandes clásicos del manga de terror sería Aula a la Deriva (Hyouryuu Kyoushitsu), publicada entre 1972 y 1974, en la que se relata cómo una escuela primaria es repentina trasladada en el espacio y el tiempo, con todos sus estudiantes y profesores dentro, y cómo estos niños tendrán que hacer frente al mundo hostil al que han ido a parar tras la pérdida de cordura de los adultos.

Entre sus obras, aparte de Aula a la Deriva, cabe destacar El chico de los ojos de gato (Nekome Kozou, 1967-1976), Orochi (1969-1970), Bautismo (Senrei, 1974-1976)Makoto-chan (1976-1981), Watashi wa Shingo (My Name is Shingo, 1982-1986), Kami no Hidarite Akuma no Migite (God's Left Hand, Devil's Right Hand, 1986-1989) o 14 Sai (Fourteen, 1990-1995).


Umezu se retiró de su actividad como mangaka en 1995 debido a una enfermedad, pero él mismo se había convertido ya en todo un personaje mediático y continuó apareciendo en programas de televisión y películas (por ejemplo, en adaptaciones de sus obras).

Entre sus conocidas extravagancias es especialmente llamativa su costumbre de vestir con ropa a rayas rojas y blancas al más puro estilo ¿Dónde está Wally?, así como la casa que se construyó, a la que llamó Makoto-Chan House en referencia a una de sus obras más queridas por los japoneses.




Nos deja unos de nuestros autores favoritos, pero lo hace tras una larga y prolífica vida que merece ser celebrada con la misma alegría y color con la que él mismo la vivía. Cuesta creer que una persona como el maestro quisiera ser recordado con solemnidad y tristeza, así que mejor aprovechemos esta oportunidad para leer o releer sus obras y divertirnos (o aterrorizarnos) con ellas. En España tenemos la suerte de haber visto publicadas varias de sus creaciones más importantes, empezando por su icónica Aula a la Deriva, aunque pasó tristemente con más pena que gloria y merecería una nueva oportunidad. En los últimos años, Satori ha publicado también sus estupendas series El Chico de los ojos de gato y Bautismo, así como el tomo de historias cortas La casa de los insectos. Todas ellas grandes opciones para disfrutar de su arte.



Hasta siempre, sensei. Gracias por todo.




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