¡Un saludo y bienvenidos a La Bandera de la Libertad!
Bueno, bueno, bueno... Pues ya está aquí el penúltimo día del año 2025, ¿eh? Se ha pasado rápido, a decir verdad. Y el caso es que, como siempre por estas fechas, del mismo modo que el otro día era momento de comentar lo que nos había traído Papá Noel, hoy es el turno de... ¡nuestros TOPS DE LECTURAS del año!
Como ya viene siendo tradición después de tanto tiempo, al llegar este penúltimo día del año nos gusta echar la vista atrás a los pasados 12 meses con el objetivo de recordar todos los mangas que hemos ido leyendo durante este tiempo (porque si metiéramos más lecturas aparte de manga, esto ya sería un sindiós, y no es plan tampoco) y escoger aquellos que más hemos disfrutado. Como siempre, para esta lista tenemos en cuenta cualquier obra que hayamos terminado de leer en este 2025 (la empezáramos cuando la empezáramos). Es decir, no incluimos series aún en publicación o que no hayamos podido leer completas aún, salvo casos excepcionales, como mangas puramente episódicos (sin argumento lineal) o en hiatus permanente (que se puede considerar que nunca continuará). Menciones de honor aparte, claro.
Por otra parte, última aclaración rutinaria: estos tops intentan reflejar las lecturas que más nos han llegado durante el año, independiente de valoraciones "objetivas" sobre las mismas. No obstante, sí que intentamos que nos queden unas listas lo más variadas posible, tratando de no repetirnos más de lo imprescindible (en cuanto a títulos y/o autores entre ambos tops, aunque a veces, inevitablemente, vamos a coincidir). Así, creemos, estos tops pueden ser también una forma de recomendación relativamente amplia de obras de todo tipo para quien tenga a bien leer nuestras opiniones.
Pero antes de entrar de lleno en materia, dejamos por aquí los enlaces a los tops de años anteriores, que siempre son interesantes de recordar: 2015, 2016, 2017, 2018, 2019, 2020, 2021, 2022, 2023 y 2024. Y ahora sí que sí... ¡Empecemos!
Menciones de Honor
Todos sabemos que la mayor putada a la hora de preparar un top con puestos limitados es... tener que dejarse cosas fuera. Pero para eso tenemos este bonito y tramposo mecanismo de las menciones honoríficas, para al menos dejar una constancia de que también apreciamos algunas obras que, por lo que sea, no han llegado a la clasificación final.
* ADRI: Goodbye Eri, de Tatsuki Fujimoto / Ocean Endroll, de John Tarachine. Bueno, pues por mi parte voy a empezar con dos menciones de honor, que dedico este año a dos obras que no han llegado al top oficial por dos diferentes motivos.
Por un lado está la serie de John Tarachine Ocean Endroll, que se queda aquí simplemente porque aún no está terminada... aunque casi. En Japón termina ya mismo con 9 tomos, así que es cuestión de que Milky Way saque los que faltan en España. O sea, que es bastante probable que la volváis a ver por aquí el año que viene ocupando un puesto numérico. Y por otro lado, un tomo único que me sorprendió muy gratamente: Goodbye Eri, del tan aclamado últimamente Tatsuki Fujimoto, que me parece un grandísimo cómic, pero a la hora de construir el top no he llegado a encontrarle el sitio por encima de las obras seleccionadas. Pero que quede constancia aquí.
* ALEJANDRO: A-Girl, de Fusako Kuramochi / Tokio día a día, de Taiyo Matsumoto. En mi caso, comienzo con este par de menciones honoríficas que van para dos obras que se han quedado un poquito por debajo de las finalmente seleccionadas, pero que podrían haber entrado al top. Empezando por un clásico shojo ochentero de Fusako Kuramochi, A-Girl. Esta breve serie es puro años 80, con una estética hipnótica e inconfundible tantos en los diseños de vestuario como en el estilo artístico y la forma de narrar, muy característica de esta época y muy diferenciada del camino más clásico marcado por el shojo de los años 70, que era mucho más recargado. Es verdaderamente placentero a la vista, aunque quizá la historia no es la más apasionante del mundo (tampoco tiene la extensión suficiente como para desarrollar algo mucho más complejo).
Y por otro lado, la obra más reciente de uno de los autores más interesantes y únicos de manga contemporáneo. Ahora sabemos que Planeta la recuperará tras haberla dejado ECC inconclusa, pero yo tiré de la edición italiana. Tokio día a día puede que sea una de las obras más personales de Taiyo Matsumoto, ya que la utiliza casi como una excusa para exponer sus pensamientos y reflexiones sobre la industria del manga y su estado en la actualidad, desde el punto de vista editorial. Desde luego es una lectura muy enriquecedora en ese sentido, aunque debo decir que, dramáticamente, prefiero por mucho otras obras del autor.
10º Puesto
* ADRI: El chico y el dragón, de Idonaka. Inaugurando mi top propiamente dicho tengo este voluminoso tomo único. Debo decir que cuando lo compré no esperaba que fuera a llegar tan alto en mi repaso de lecturas del año, pero me alegra que se haya hecho un huequito, mira por dónde.
Artísticamente me pareció una maravilla, y la relación entre el dragón y su protagonista es tierna y adorable desde el primer capítulo. La trama es algo más turbia de lo que pueda parecer a simple vista al ver el estilo artístico tan de cuento fantástico, pero al final sí que acaba siendo una fábula preciosa sobre el apoyo mutuo y la sanación emocional.
* ALEJANDRO: Lost Lad London, de Shima Shinya. Pues mi top propiamente dicho arranca este año con otra obra contemporánea, al igual que mi compañero, pero de corte bastante distinto. Hacía unos cuantos años que me llamaba la atención Shima Shinya por su estética tan contemporánea y minimalista, con un estilo bastante cercano al europeo, y me alegra de haber podido disfrutar de uno de sus mangas en español durante este 2025, publicado por Distrito en solo 3 tomitos.
Lost Lad London nos presenta un thriller muy curioso, muy centrado en la relación entre los dos personajes principales. Un joven racializado londinense se encuentra envuelto en medio de una conspiración que incluye el asesinato del alcalde y la desaparición de su compañero de piso, quedando él como el principal sospechoso, siendo el detective a cargo del caso el único que confía en su inocencia. Una obra que, más allá de la trama de misterio (que ya de por sí engancha), habla de racismo y prejuicios. Un dibujo hermoso y una narrativa pulidísima hacen que los tres tomos se lean en un suspiro.
9º Puesto
* ADRI: 3am Zona Peligrosa, de Nemu Yoko. Sigo con una de las autoras más aclamadas del panorama del josei contemporáneo, que tristemente no parece que vayamos a ver mucho más por aquí pronto (y menos aún después de lo que supimos hace meses sobre la historia detrás de Tsubaki, que publicó esta serie). Pero bueno, el caso es que al menos podemos disfrutar de esta serie de tres tomos tan chula que ha llegado tranquilamente a mi top del año.
Pocas cosas me gustan más que un manga que muestre el papel de la mujer en el mundo adulto japonés, y esta historia semi-autobiográfica representa muy bien lo que es enfrentarse al mundo laboral como una mujer joven. Y tiene una interesante reflexión sobre los prejuicios de los japoneses sobre el divorcio y la infidelidad, algo que no esperaba encontrar en esta obra y que me ha sorprendido para bien.
* ALEJANDRO: La canción de Midori, de Gao Yan. Yo continúo con una de las grandes revelaciones de este 2025. En forma de una breve serie de dos (voluminosos) tomos desembarca en nuestro mercado una autora muy peculiar. Gao Yan, autora taiwanesa que en los últimos años ha estado haciéndose un nombre en Japón como una de las grandes jóvenes promesas del manga costumbrista e introspectivo. Aún no tiene una gran bibliografía a sus espaldas, pero La canción de Midori marca ya un listón tan elevado que uno no puede más que desear que le vaya muy bien de ahora en adelante. Y, claro, que nos siga llegando traducida.
En esta obra, Gao Yan vierte parte de sus propias experiencias vitales, a modo de manga semi-autobiográfico. Habla de la juventud, de los primeros años de vida adulta tras la adolescencia, de los primeros amores y la conformación de la individualidad en ese momento vital tan crítico. Todo a través de una álter ego de la autora que vive en Taipéi y empieza a explorar el mundo de la cultura, mientras se enamora del cine de Edward Yang y Shunji Iwai, a la literatura de Haruki Murakami o la música de Haruomi Hosono. Una obra costumbrista y muy íntima con la que es fácil sentirse identificado, acompañada de unas hermosísimas páginas que capturan de la forma más bella la vida en Taipéi o Tokio, precisamente como lo harían Edward Yang o Shunji Iwai.
8º Puesto
* ADRI: Blue Morning, de Shoko Hidaka. Una de las obras más densas que he leído este año, pero también una de las más cautivadoras, es la que se coloca en este octavo lugar.
Se trata de Blue Morning, una serie BL (relativamente larga, lo cual está bien porque no se publican tantas) de época, ambientado en plena Era Taisho, lleno de intrigas familiares donde el romance y el sexo no juegan siempre el papel principal, pero que acaban siendo la pulsión que mueve las acciones de sus dos complejos protagonistas. Cuesta de leer a ratos, y es fácil que te hagas un lío con tanto nombre de familia, pero si logras abrirte camino entre toda esa maraña, hay una obra gratificante y que deja huella.
* ALEJANDRO: ACCA 13: Departamento de Inspección de los 13 Distritos, de Natsume Ono. Para este octavo lugar, voy con una serie que se ha hecho mucho de rogar en España, tras el eterno retraso de la segunda mitad, que al final vio la luz en forma de tomo triple a mediados de año. Pero bueno, la espera ha merecido la pena, aunque tiene toda la pinta de que es la última vez que oleremos a la gran Natsume Ono en español. Una grandísima injusticia que una de las autoras contemporáneas más icónicas de Japón no consiga encontrar su hueco en nuestro mercado. Así que disfrutemos de esta serie al menos.
ACCA 13 es una de las series más populares de Natsume Ono gracias a su excelente anime, pero leer el manga hace que sea una experiencia aún mejor, ya que nos encontramos con un mejor desarrollo de todo el thriller político que estructura la historia. Y digo "estructura" porque, aunque realmente es un thriller político, también tiene mucho de tranquilo manga costumbrista, al menos en sus primeros compases, en lo que mayormente acompañamos a su protagonista inspeccionando los distritos del país y poniéndose morado a comer platos típicos de cada uno. Pero es que esa combinación funciona mucho mejor de lo que uno pensaría, y al final todo encaja de forma muy satisfactoria. Artísticamente encontramos a una Ono con un trazo un poco más firme y limpio de lo habitual, probablemente buscando un acabado menos underground, pero que sigue siendo perfectamente reconocible.
7º Puesto
* ADRI: Goodbye, My Rose Garden, de Dr. Pepperco. Está siendo un top variadito el que me ha quedado este año, así que ahora vamos de un lado a otro. Tras un BL de época no podía faltar este precioso yuri también de época, ambientado en el siglo XIX, y en el que la literatura juega un papel muy importante en la relación entre sus protagonistas.
La verdad es que Goodbye, My Rose Garden es una de esas obras sencillas pero encantadoras en las que acabas pensando más de lo que creías al leerlas. Al fin y al cabo son solo tres volúmenes y es una lectura bastante rápida, pero deja poso. Y el romance entre sus protagonistas me parece una maravilla, no tardas nada en desear que puedan dejarlo todo atrás y simplemente estar juntas.
* ALEJANDRO: 10 Mil Millones de Días y 100 Mil Millones de Noches, de Moto Hagio y Ryuu Mitsuse. No podía no abrirse paso hasta mi top la diosa a la que rezo, Moto Hagio. Aunque sea en un puesto algo más bajo de lo habitual, ya que se trata de una obra bastante particular dentro de su extensísima bibliografía. Y es que esta Hyakuoku no Hiru to Senoku no Yoru (publicada en Francia como Une infinité de jours et de nuits) es realmente una adaptación de una exitosa novela de Ryuu Mitsuse de mediados de los 70, publicada justo en pleno auge del best-seller. Además, como curiosidad, es el único manga shonen que ha dibujado Moto Hagio en toda su carrera. Y este dato es relevante para explicar por qué la autora se contiene un poco en la narrativa gráfica y la composición de página respecto a su obra shojo, siendo algo más conservadora de lo habitual en ella (convenciones de demografías, al fin y al cabo).
No obstante, eso no quita que este manga sea una explosión artística magnífica, ya que la propia trama de la novela permite que Hagio dé rienda suelta a su imaginación a la hora de diseñar personajes y escenarios. Se trata de una historia de ciencia ficción esotérica, en la línea que popularizó Erich Von Däniken a principios de la década, que explora los grandes misterios de la humanidad y del cosmos a través de teorías sobre dioses de origen alienígena y grandes planes de creación y destrucción. Resulta fascinante, aunque a ratos también difícilmente comprensible. Si conocéis otras obras de esta corriente setentera, entenderéis a lo que me refiero.
6º Puesto
* ADRI: Shonen Note, de Yuhki Kamatani. Nos acercamos al ecuador del top con un poquito más de variedad. Variedad queer, para ser más exactos, porque es el turno de Shonen Note, una obra de Yuhki Kamatani que tenía muy pendiente y que, tras leerla, tampoco puede faltar en mi lista del año. Y es que este autore tiene un talento increíble para transmitir sentimientos y convertirlos en algo visual y estéticamente bellísimo.
Quizás esta serie no me parezca tan redonda como Sombras sobre Shimanami (que es de otro mundo directamente), pero su elenco de personajes y su forma de representar la música sobre el papel han hecho que me enamore de la obra. Uno de los coming of age más bonitos que he leído en un manga. Da mucha rabia pensar que Tomodomo tuvo que acabar descatalogándolo, pero si lo conseguís, no dudéis en haceros con él.
* ALEJANDRO: Mi lindo minino, de Haruko Kumota. Termina la mitad "baja" del top con... ¡otra descatalogación de Tomodomo! Parece que nos pongamos de acuerdo, pero no. Y, en realidad, da muchísima pena que estas obras ya no se puedan obtener por vía normal en España... Aunque si estáis leyendo esto antes del 1 de enero, ¡corred a la tienda de Tomodomo antes de que sea tarde!
El caso es que mi sexto puesto lo ocupa una serie que es, fácilmente, uno de mis mangas BL favoritos de cuantos he leído. Y el único motivo por el que está tan "bajo" es porque, en realidad, solo me quedaba por leer el "último" tomo, que se me pasó comprar en su momento y corrí a adquirir cuando avisaron de la descatalogación. Por otro lado, técnicamente no está finalizada, ya que Haruko Kumota pretende seguir sacando capítulos ocasionalmente... pero hace 5 o 6 años que no dibuja ninguno y, si leéis el quinto volumen, veréis que termina en un punto que perfectamente podría cerrar la obra. Pero claro, es una serie puramente costumbrista, en la que cada capítulo es un simpático episodio de la vida de esta monísima pareja protagonista y sus estrafalarios amigos y compañeros de casa. Hace años, cuando se anunció su licencia, se promocionó como "Maison Ikkoku por Pedro Almodóvar", y sigo pensando que es la descripción más absolutamente perfecta que se puede hacer de esta pequeña joya. Es maravillosa.
5º Puesto
* ADRI: Hermanas en guerra, de Battan. Abro la segunda mitad de mi top con la que se está convirtiendo rápidamente en una de mis autoras favoritas de la actualidad, Battan, con una de sus series más recientes. Esta mujer tiene un estilo visual muy personal y una gran capacidad para construir dramas y personajes enormemente complejos con apenas unas pocas páginas de caracterización.
Su excelente yuri ¡Huyamos juntas! ya se coló en mi top (en el primer puesto, de hecho) hace un par de años, y ahora le ha tocado a este excelente drama familiar/romántico. Es una historia compleja donde la versión de cada personaje cuenta y modifica la opinión del lector. Al final los tres protagonistas (las dos hermanas del título y el hombre por el que están peleadas, que también resulta ser un personaje multidimensional) están en una situación complicada donde nada es blanco o negro, y eso Battan lo plasma genial.
* ALEJANDRO: Kamen Rider Black, de Shotaro Ishinomori. Para este puesto central paso a un clasicazo que finalmente ha podido entrar al top gracias a la publicación de su último volumen a principios de mes: Kamen Rider Black, la última incursión del Rey del Manga Shotaro Ishinomori en uno de sus personajes más importantes a finales de los 80. Muy diferente, eso sí, tanto al manga original de Kamen Rider como, sobre todo, a la temporada del tokusatsu correspondiente, titulada del mismo modo y con la misma base, pero que mantenía el tono y estilo habitual de la serie. Y es que, si queréis ver algo más parecido a lo que desarrolló Ishinomori en este manga, recomendaríamos el reboot Kamen Rider Black Sun (por el 30 aniversario de la Black original) o los mediometrajes Kamen Rider ZO y Kamen Rider J de Keita Amemiya. Por ir entrando en materia.
El caso es que este manga de Kamen Rider es muchísimo más bruto y oscuro de lo normal en la franquicia, e incluso que otras obras de acción de Shotaro Ishinomori. Roza el terror (y el terror corporal) con frecuencia, tiene una historia menos luminosa y más pesimista y se mete en movidas de ciencia ficción más locas. Y eso hace que sea una lectura fascinante y muy diferente, con muchísima identidad propia, pero siempre con el gran punto a favor de contar con el enorme talento narrativo y gráfico del Rey del Manga. Y ahora que ha terminado, vuelvo a pedir una vez más a Ooso Cómics que se anime a traernos más mangas de superhéroes de Ishinomori, por favor (Kikaider, Inazuman, Robot Keiji...).
4º Puesto
* ADRI: Rastros de sangre, de Shuzo Oshimi. Sí. Añadido de última hora a mi top del año, pero de ultimísima hora. Y es que, aunque fue un regalo de Navidad (exacto, hace menos de una semana que lo tengo), este manga lo devoré en menos de dos días, sus 17 tomos. Bueno, en menos de uno. Entre la noche de Nochebuena y la mañana de Navidad. Cómo no iba a colarse directamente al menos a las puertas del podio, ¿no?
Pero es que no es para menos, ya que Shuzo Oshimi logra aquí el culmen del lenguaje del terror, en una obra de poco texto que se lee rápido y que no se puede dejar ni un instante. Cada tomo es como un capítulo de una historia que cada vez se vuelve más y más y más turbia, convirtiendo un drama familiar en la historia de abuso y manipulación que no deja que sueltes los tomos hasta el final. Parece que exagero, pero comprobadlo por vosotros mismos si no me creéis.
* ALEJANDRO: No soy un ángel, de Ai Yazawa. Justo por debajo del podio se me ha quedado este año esta serie de la icónica Ai Yazawa. Una de sus primeras series (su primer gran éxito), pero no por ello una obra menor: No soy un ángel. Aún tengo pendiente profundizar más en la bibliografía de la autora (no, aún no he leído Nana, pero para está la nueva edición en tomos triples), pero entre las obras suyas que he leído... esta ha sido la que más me ha gustado con diferencia.
Y es que esto es... básicamente un culebrón escolar de toda la vida, de estilo muy clásico a caballo entre los 80 y los 90 (comenzó su publicación en el 91). Seguimos a los protagonistas a lo largo de sus años de instituto, viéndoles crecer y madurar mientras forman relaciones y vínculos (tanto romances como amistades), con lo que da la sensación de haber leído una obra mucho más larga de lo que realmente es. Y también es muy curioso ver cómo Ai Yazawa fue evolucionando artísticamente durante la creación de esta serie, pasando de unas figuras más redondeadas y ochenteras a su característico estilo espigado y esbelto ya casi totalmente definido en los últimos compases.
3er Puesto
* ADRI: New York, New York, de Marimo Ragawa. Y ahora sí, el podio de mi top... Empezando por una muy merecida medalla de bronce para el que puede que ahora sea mi BL favorito. Quizás esto sea decir mucho, pero no os hacéis una idea de lo mucho que he disfrutado (y sufrido) la historia de Kain y Cecil.
Un BL noventero lleno de temas muy bien tratados como el VIH, la homofobia interiorizada, los abusos sexuales... que abarca años en su narrativa y que combina el drama romántico más intenso y trágico con el thriller policial más frenético, al estilo El Silencio de los Corderos. Y cuando llegas a su final... te falta totalmente el aire, porque las lágrimas casi no te dejan respirar. Es uno de los mejores finales que he leído en un BL, y me duele no darle un puesto más alto que este porque lo merecería, pero los puestos 1 y 2 están ahí por algo.
* ALEJANDRO: El Anillo del Nibelungo, de Leiji Matsumoto. Por mi lado, mi podio comienza con una obra que me ha apasionado, pero también me ha dejado un cierto poso de tristeza. Hace varios años que conseguí la descatalogadísima edición italiana de El Anillo del Nibelungo, el manga en el que Leiji Matsumoto fusiona la mitología del ciclo de óperas de Wagner con la suya propia, y finalmente me he puesto a leerlo. Y claro, siendo una obra de esta envergadura de uno de los autores más importantes en mi vida, lo he disfrutado como un gorrino... pero es inevitable sentir algo de pena al pensar que quedó inconclusa (y por poco, porque he podido leer también los capítulos correspondientes al cuarto arco, El Ocaso de los Dioses, que solo se publicaron online y no se recogieron en tomo hasta este mismo año, y creo que con un centenar más de páginas podría haberle dado una conclusión perfectamente). Quizá por eso se queda "solo" con el bronce.
Como decía, en este manga Leiji Matsumoto entrelaza la historia de El Anillo del Nibelungo con sus míticos personajes, creando una gran historia en la que sus grandes héroes Harlock, Tochiro, Emeraldas y Maetel, e incluso sus versiones adolescentes y sus padres Great Harlock y el Doctor Oyama en el pasado, deben hacer frente a las ambiciones de los dioses del Valhala, un mundo en el centro del universo, para salvar toda la existencia. La forma en la que utiliza a todos sus personajes y creaciones en este gran relato, para un fan del Leijiverso que conoce con cierta profundidad el universo de ficción del autor como yo, es simplemente gloriosa. Se trata de una obra dibujada entre finales de los 80 y principios de los 2000, de modo que Matsumoto se dedicó a conectar todos los puntos que iban surgiendo orgánicamente durante la creación de sus obras más icónicas en los 70 de forma mucho más cohesionada y estructurada... Y es un grandísimo gozo. Épica clásica en forma de ópera espacial en estado puro. Y ahora que Ooso va a publicar Yamato, aprovecho para lanzar al aire el deseo de que se fijen en la nueva edición de 4 tomos recién editada en Japón, que incluye por primera vez en físico el mencionado arco final... Sería un sueño.
2º Puesto
* ADRI: X, de CLAMP. Debo decir que este año me ha costado mucho, muchísimo, decidir qué obra se quedaría "solo" con la medalla de plata, y es que las CLAMP son las autoras que han ocupado una gran parte de mis lecturas de este año y del pasado, y entre ellas se debatían ambos puestos de la cima. Pero, al final, X, probablemente su obra más aclamada, se queda con el segundo lugar de mi top de 2025.
Esta es también su obra más oscura, y en cierto sentido, el primer gran crossover que hicieron estas autoras, juntando elementos de Tokyo Babylon, CLAMP Club de Detectives, etc. Y, aunque haya quedado inconclusa (seamos realistas, a estas alturas todos sabemos que nunca tendrá un final), eso no empaña ni un poco su potencia visual y artística, su argumento oscuro y revolucionario y su elenco de personajes, todos ellos hermosamente construidos en una trama apocalíptica única.
* ALEJANDRO: New York, New York, de Marimo Ragawa. En segundo lugar se queda una obra que, hasta hace un par de semanas, era la clara candidata a la medalla de oro. Una coincidencia con el top de mi compañero, pero que en mi caso sube un puesto más. O sea, el ya clásico drama romántico de Marimo Ragawa New York, New York.
Este drama BL tan icónico de los 90 es uno de los mejores mangas del género que he leído, y lo es precisamente por cómo va más allá de un simple romance y por el tratamiento que hace de sus personajes. Es un romance, sí. Un romance con momentos trágicos y otros hermosos, con muchos altibajos a la hora de reflejar una relación complicada, turbulenta y bastante realista en lo que era el mundo gay de mediados de los 90 en Occidente. Toca sin tapujos temas como la percepción social de la homosexualidad en la época, la homofobia interiorizada, el ambiente, la pandemia del sida y su efecto en el colectivo, la salida del armario en una familia conservadora... Y, además de todo eso, también teje una tensa y adictiva trama de thriller policial en su segunda mitad. O sea, que lo tiene absolutamente todo. Y sí, el final te deja sin respiración por la mezcla de emociones agridulces que transmite.
1er Puesto
* ADRI: Tsubasa Reservoir Chronicles / xxxHolic, de CLAMP. Y finalmente... Mi medalla de oro no podía haber sido otra. Después de haber dedicado todo el año pasado y parte del presente a leerme toda la obra de CLAMP, empaparme de las autoras, de sus mundos, personajes e historias... No podía quedarme indiferente ante su gran crossover, que en realidad está compuesto por dos series diferentes pero entrelazadas y cuya lectura conjunta se hace casi imprescindible para disfrutarlas en su plenitud.
Tsubasa y xxxHolic son dos obras radicalmente distintas entre sí pero que siempre se complementan la una a la otra. Se entrelazan para dar lugar a una gran narrativa multiversal, donde todos sus personajes regresan, donde la gran historia que es el universo CLAMP termina de fusionarse en dos grandes obras maestras. Y, por supuesto, Watanuki se quedará siempre en mi corazón como uno de los mejores personajes que he leído jamás en un manga.
Si es que estas dos maravillas no merecen menos por todo lo que me han dado estas autoras.
* ALEJANDRO: Fire!, de Hideko Mizuno. Y finalmente... mi medalla de oro... una obra que ha entrado a última hora y ha ascendido a lo más alto de mi top tras haberse publicado a principios de mes. Y no podía ser de otra forma, porque llevaba más de una década deseando poder leer Fire!, la obra maestra de la pionera del manga Hideko Mizuno. Desde que empecé a explorar la historia del manga, y aún más desde que me enamoré del shojo clásico, esta había sido una de mis mayores espinitas clavadas y no creí que nunca pudiera tener la oportunidad de sacármela. Hasta que el año pasado Arechi la anunció, sacándola finalmente en dos preciosos tomos hace solo unas semanas. Por supuesto que la compré inmediatamente y me puse a leerla sin esperar más.
¿Y qué voy a decir? Es una perfecta obra maestra. Este manga encapsula a la perfección ese clima revolucionario juvenil de finales de los 60 y principios de los 70, ese momento de liberación a golpe de música rock, de vidas frenéticas, rápidas y trágicas. Es el ascenso y caída de una malograda estrella de la música, es la vida de un joven que se deja consumir por sus pasiones y que se mueve por impulsos y no por la razón. Es un manga lleno de energía, de rabia, de ganas con romper con lo establecido, con un trazo potente que casi permite escuchar el rasgueo de las guitarras a través de las páginas. Es puro fuego. Simplemente... leedlo.
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¡Y se acabó por este año! Hasta aquí ha llegado finalmente el repaso a nuestras lecturas más destacadas de 2025. Como todos los años, esperamos que os hayan gustado nuestros tops, y a ser posible, que os sirvan para conocer o animaros a leer alguna de las obras aquí reflejadas si aún no lo habéis hecho, porque todas valen mucho la pena, os lo aseguramos (claro, si no, no las habríamos elegido).
Os animamos también a comentar no solo los nuestros, sino a compartir con nosotros vuestros propios tops o listas con las lecturas que más hayáis disfrutado durante este año.
Y ya estaría. Con esto se acaba la programación para este 2025 (al menos en principio, no querríamos tener que dedicarle ningún obituario de emergencia a nadie en Nochevieja). Así que nosotros nos despedimos, no sin antes desearos un feliz fin de año y una buena entrada en 2025. Y en unos días iniciaremos nuestro año bloguero con algún otro post típico de estas fechas.
¡Hasta la próxima!
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