Fallece Kirin Kiki, la "abuela del cine japonés"

Buenas tardes. Os damos un día más una triste bienvenida a La Bandera de la Libertad.

Tristes porque, como en otras ocasiones, estamos escribiendo unas líneas que preferiríamos no tener que escribir. Esta mañana nos hemos levantado con la demoledora noticia, rápidamente comunicada por Cine Made in Asia, del fallecimiento de Kirin Kiki, veterana actriz japonesa que ha vivido un periodo de especial esplendor en los últimos tiempos.

En 2004, Kirin Kiki fue diagnosticada de cáncer, contra el que ha estado luchando estos 14 años. Hace pocos meses, en una entrevista, comentaba que la enfermedad ya había avanzado demasiado y era imparable. Finalmente ha fallecido hoy, a los 75 años de edad.

La entrañable "madre y abuela" del cine japonés

Nacida en 1943 como Keiko Nakatani (Uchida como apellido de casada) en una familia de artistas (hija de un músico de biwa), Kirin Kiki comenzó su prolífica carrera interpretativa en la década de los 60, consiguiendo en la tercera entrega de la mítica saga Tora-san uno de sus primeros papeles, y utilizando inicialmente el nombre artístico de Chiho Yuuki.

En 1973 se casó por segunda vez, con el música Yuya Uchida, con quien tuvo una hija, Yayako, también música y ensayista, que interpretaría a la versión joven de la propia Kirin Kiki en la película de 2007 Tokyo Tower: Me and Mom, and sometimes Dad. La hija de esta y nieta de Kirin, Kyara Uchida, protagonizaría junto a su abuela una de sus últimas y más conocidas películas, Una Pastelería en Tokio.

En cierto momento de su carrera, la actriz decidió subastar su seudónimo "Chiho Yuuki" en una subasta benéfica porque, según decía, "no poseo nada más". Desde entonces cambió su nombre artístico por el conocido Kirin Kiki. 

A pesar de su prolongada carrera, ha sido su recorrido en el presente siglo el que le ha dado prestigio y reconocimiento internacional como una de las mejores actrices contemporáneas del cine japonés. En gran medida se debe a su estrecha colaboración con el director Hirokazu Koreeda, para quien fue como una segunda madre, y que contó con ella en casi todos sus filmes hasta la fecha: Still Walking, De tal padre, tal hijo, Nuestra hermana pequeña, Kiseki, Después de la Tormenta  y su última película, Un asunto de familia, aún por estrenar en España y galardonada con la Palma de Oro en Cannes este 2018, donde Kiki hizo una de sus últimas apariciones públicas, ya muy envejecida.

Además, Kirin Kiki ha aparecido también recientemente en Una Pastelería en Tokio, la película que le permitió a la directora Naomi Kawase dar el salto al reconocimiento internacional, en el que fue uno de sus mejores papeles. También protagonizó otros dramas familiares como Tokyo Tower: Me and Mom, and sometimes Dad, con Joe Odagiri, Takako Matsu y su propia hija; o Chronicles of my mother, junto a Koji Yakusho. Podéis leer nuestros comentarios de algunas de las películas haciendo click sobre los títulos.

Gracias a estos papeles, Kiki logró el aprecio y reconocimiento de cinéfilos de todo el mundo, encandilados por su calidez y su ternura al interpretar papeles de ancianas madres y abuelas que se ganan todo nuestro cariño y amor. 

No es ningún secreto que también para nosotros Kirin Kiki era una de las mejores actrices del cine japonés contemporáneo. Uno de esos rostros cuya presencia en una película hacían que valiera la pena verla y esperar a su estreno con ganas. Y por ello seguiremos esperando, ahora con todavía más ganas, poder ver su trabajo en Un asunto de familia (Shoplifters), en la que estamos seguros de que su presencia fue una pieza clave para convertirla en una película merecedora de la Palma de Oro.

Quedamos también pendientes del estreno de Nichinichikorekojitsu (Cada día es un buen día), cinta sobre la ceremonia del té que protagoniza junto a la joven y talentosa Haru Kuroki y que está previsto para octubre en Japón.

Sin mucho más que decir, nos despedimos por hoy. Como en otras ocasiones, hemos querido dedicar un espacio en nuestro humilde blog para conmemorar la memoria de esta maravillosa actriz que tantas entrañables películas nos ha regalado. Sin duda, hoy el mundo está un poco más huérfano, pues ha perdido a una madre y abuela muy querida.

Hasta siempre, Kirin Kiki. Gracias por tus tiernas sonrisas