¡Un saludo y bienvenidos a La Bandera de la Libertad!
Vamos una vez más a la carga con otra entrega más de nuestra sección de cine asiático semanal, tratando de ponernos al día con el retraso que llevamos acumulado. Como siempre, hablaremos de dos películas asiáticas que vimos el fin de semana, para recomendároslas y proponéroslas como posible plan para vuestro propio finde.
Los que leyerais nuestra anterior entrega ya sabréis que la semana pasada (aunque en realidad fue a comienzos de esta xD) hablamos de uno de los live-action más locos y divertidos que ha dado el cine japonés, Hentai Kamen. Y como adelantábamos entonces, hoy nos toca centrarnos en su segunda parte, probablemente aún más loca, Hentai Kamen 2: Abnormal Crisis. Y en segundo lugar, nos vamos a Hong Kong con una de las películas más bellas de la historia del cine (ya que nos gusta ofrecer variedad y contraste xD) con In the Mood for Love (Deseando Amar).
¡Empecemos!
Hentai Kamen 2: Abnormal Crisis
Tras el gran éxito que cosechó en 2013 Hentai Kamen (incluso más allá de las fronteras de Japón), tres años después, en 2016, Yuuichi Fukuda decidió llevar por segunda vez a la gran pantalla este irreverente manga de superhéroes de Keishuu Ando. Y si la primera entrega ya era loca y absurdamente divertida, esta secuela, en la que regresan todos los actores y equipo de la anterior, promete ser aún más alocada, aún más paródica y, sobre todo, aún más pervertid... digo, divertida.
<< En las noticias hablan sobre la constante desaparición de bragas que está teniendo lugar en la ciudad. Kyosuke aún conserva las bragas de Aiko para luchar contra el mal, pero ella tiene sentimientos confusos y decide que ya es hora de recuperarlas. Kyosuke sufre pierde las bragas de Aiko y Hentai Kamen desaparece... Lo que no saben es que su mayor enemigo aún no ha aparecido... >>
Tras ver la primera entrega de la franquicia, uno se pregunta... ¿Era posible hacer algo más loco esto? Pues la respuesta nos la da su secuela: definitivamente, sí. Después del festival de humor absurdo (y verde) que fue la primera película, esta segunda consigue superarse a sí misma.
¿Pero cómo lo hace? Como es lógico, esta entrega puede dejar atrás el lastre que supone la narración del "origen del héroe", que era uno de los elementos que más entorpecían y ralentizaban la película anterior. De este modo, esta tiene más libertad para dar rienda suelta a su desfasado histrionismo y locura.
Pero además, Abnormal Crisis tiene un componente paródico aún más marcado que la anterior con el cine de género de superhéroes. Más concretamente, parece concentrarse en parodiar en múltiples ocasiones la trilogía de Spiderman de Sam Raimi, con escenas de Hentai Kamen balanceándose por toda la ciudad usando la goma de su ropa interior a modo de telarañas, entre otras perlitas.
Por lo demás, su humor y estilo no difiere demasiado de la primera, así que tal vez nos repitamos un poco, pero allá va: es absurda, loca, descabellada, verde, pervertida, estúpida... y sobre todo, extremadamente divertida. Una película que se mantiene constantemente en ese punto entre la risa floja, la carcajada y la cara de póquer.
Los efectos especiales están más o menos al mismo nivel que la anterior, aunque hay escenas en las que se lucen un poco más y otras en las que quedan bastante más cutres por las grandes recreaciones que pretenden ejecutar. Pero nuevamente, la cutrez de sus efectos en una película de este tipo, lejos de hacerla peor, contribuyen a aumentar las risas: son cutres, sí, pero no les importa. El director solo quiere hacerte reír con situaciones absurdas que se toman en serio a sí mismas.
Como ya hemos dicho, es probablemente lo más raruno e hilarante que hemos visto. Si te gustó la primera parte, la segunda probablemente te gustará más.
¿Pero cómo lo hace? Como es lógico, esta entrega puede dejar atrás el lastre que supone la narración del "origen del héroe", que era uno de los elementos que más entorpecían y ralentizaban la película anterior. De este modo, esta tiene más libertad para dar rienda suelta a su desfasado histrionismo y locura.
Pero además, Abnormal Crisis tiene un componente paródico aún más marcado que la anterior con el cine de género de superhéroes. Más concretamente, parece concentrarse en parodiar en múltiples ocasiones la trilogía de Spiderman de Sam Raimi, con escenas de Hentai Kamen balanceándose por toda la ciudad usando la goma de su ropa interior a modo de telarañas, entre otras perlitas.
Por lo demás, su humor y estilo no difiere demasiado de la primera, así que tal vez nos repitamos un poco, pero allá va: es absurda, loca, descabellada, verde, pervertida, estúpida... y sobre todo, extremadamente divertida. Una película que se mantiene constantemente en ese punto entre la risa floja, la carcajada y la cara de póquer.
Los efectos especiales están más o menos al mismo nivel que la anterior, aunque hay escenas en las que se lucen un poco más y otras en las que quedan bastante más cutres por las grandes recreaciones que pretenden ejecutar. Pero nuevamente, la cutrez de sus efectos en una película de este tipo, lejos de hacerla peor, contribuyen a aumentar las risas: son cutres, sí, pero no les importa. El director solo quiere hacerte reír con situaciones absurdas que se toman en serio a sí mismas.
Como ya hemos dicho, es probablemente lo más raruno e hilarante que hemos visto. Si te gustó la primera parte, la segunda probablemente te gustará más.
In the Mood for Love (Deseando Amar)
Y en segundo lugar tenemos la primera película hongkonesa de la que hablamos, y lo hacemos por todo lo alto. In the mood for love (también conocida en España como Deseando Amar) es frecuentemente considerada la obra maestra de Wong Kar Wai, uno de los mejores directores del continente asiático, y triunfó en los festivales internacionales de cine de 2000. Sin duda uno de los más hermosos dramas románticos de la historia del cine, protagonizado por dos de las más grandes estrellas del cine chino, Maggie Cheung y Tony Leung, a quienes también pudimos ver como pareja trágica en Hero. Forma parte de una trilogía informal completada por Días Salvajes (Days of Being Wild, 1990) y 2046 (2004), pero puede ser vista independientemente.
<< Hong Kong, 1962. Chow, redactor jefe de un diario local, se muda con su mujer a un edificio habitado principalmente por residentes de Shanghai. Allí conoce a Li-zhen, una joven que acaba de instalarse en el mismo edificio con su esposo. Ella es secretaria de una empresa de exportación y su marido está continuamente de viaje de negocios. Como la mujer de Chow también está casi siempre fuera de casa, Li-zhen y Chow pasan cada vez más tiempo juntos y se hacen muy amigos. Un día, ambos descubrirán algo inesperado sobre sus respectivos cónyuges... y sobre ellos mismos. >>
En gran contraste con la anterior, nos dedicamos ahora a una auténtica obra maestra del cine romántico. Pausada, poética e inifinitamente bella, una de las mejores películas de su género.
Pocas veces hemos tenido la gran fortuna de toparnos con un drama romántico del nivel de esta joya cinematográfica del genial Wong Kar Wai, probablemente uno de los directores con mayor sensibilidad a la hora de plasmar el amor en sí en la pantalla de todo el mundo. Si uno ya aplaude con otras películas suyas como Días Salvajes, Happy Together o 2046, con In the Mood for Love no se puede hacer sino caer rendidos a sus pies.
El filme está dirigido con un buen gusto y una elegancia propios del mejor de los poetas, poniendo especial atención a cada detalle, a cada mirada, a cada sutileza... Motivo por lo cual consideramos muy recomendable darle un revisionado tras la primera vez para llegar a captar y apreciar la película en su plenitud. Cada plano, cada escena, cada diálogo...
El romance prohibido que presenta es melancólico, triste y trágico... pero precisamente por ello, hermoso. Como el propio Wong Kar Wai expresó en 2046 (tercera parte de esta trilogía informal), "el amor no es solo cuestión de encontrar a la persona adecuada, sino de encontrarla en el momento adecuado". Y esa frase condensa a la perfección el cine de este autor, y más especialmente esta su obra maestra.
La fotografía del filme es simplemente exquisita, y viene acompañada por una maravillosa BSO compuesta por piezas originales que se quedarán grabadas en tu memoria, así como por los clásicos boleros latinoamericanos Aquellos Ojos Verdes y Quizás, Quizás, Quizás. La melancolía de un amor tan intenso como imposible se respira en el ambiente, también gracias a las soberbias interpretaciones de Maggie Cheung y Tony Leung.
Una obra maestra del drama romántico que, como bien advierte el título internacional, te hace sentir ganas de amar.
Pocas veces hemos tenido la gran fortuna de toparnos con un drama romántico del nivel de esta joya cinematográfica del genial Wong Kar Wai, probablemente uno de los directores con mayor sensibilidad a la hora de plasmar el amor en sí en la pantalla de todo el mundo. Si uno ya aplaude con otras películas suyas como Días Salvajes, Happy Together o 2046, con In the Mood for Love no se puede hacer sino caer rendidos a sus pies.
El filme está dirigido con un buen gusto y una elegancia propios del mejor de los poetas, poniendo especial atención a cada detalle, a cada mirada, a cada sutileza... Motivo por lo cual consideramos muy recomendable darle un revisionado tras la primera vez para llegar a captar y apreciar la película en su plenitud. Cada plano, cada escena, cada diálogo...
El romance prohibido que presenta es melancólico, triste y trágico... pero precisamente por ello, hermoso. Como el propio Wong Kar Wai expresó en 2046 (tercera parte de esta trilogía informal), "el amor no es solo cuestión de encontrar a la persona adecuada, sino de encontrarla en el momento adecuado". Y esa frase condensa a la perfección el cine de este autor, y más especialmente esta su obra maestra.
La fotografía del filme es simplemente exquisita, y viene acompañada por una maravillosa BSO compuesta por piezas originales que se quedarán grabadas en tu memoria, así como por los clásicos boleros latinoamericanos Aquellos Ojos Verdes y Quizás, Quizás, Quizás. La melancolía de un amor tan intenso como imposible se respira en el ambiente, también gracias a las soberbias interpretaciones de Maggie Cheung y Tony Leung.
Una obra maestra del drama romántico que, como bien advierte el título internacional, te hace sentir ganas de amar.
Y hasta aquí el Finde de Cine de esta semana. Esperamos que os haya interesado y que os animéis a ver las películas si no las habéis visto, y por supuesto a que compartáis vuestra opinión si sí lo habéis hecho.
¡Hasta la próxima!
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