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viernes, 28 de junio de 2024

[Especial Orgullo 2024] Stop!! Hibari-kun! / Cocinando juntas, comiendo juntas / No soy un monstruo



¡Un saludo y bienvenidos a La Bandera de la Libertad

Como seguramente ya sabréis, el 28 de junio constituye una fecha muy especial para el colectivo al que los dos autores de este humilde blog pertenecemos: el Día del Orgullo LGTB+. Y por ello, como hemos venido haciendo en los últimos años, queremos sumarnos a las habituales recomendaciones de obras de ficción de todo tipo de temática queer que suelen verse por estas fechas. 

Y, para no variar la costumbre, este año también hemos seleccionado de tres mangas en los que, creemos, podemos encontrar una buena y diversa representación de las identidades LGTB+. Se trata de Stop!! Hibari-kun!, de Hisashi EguchiCocinando juntas, comiendo juntas, de Sakaomi Yuzaki; y No soy un monstruo: La historia de un chico gay, de Kazuki Minamoto.

¡Empezamos!


Stop!! Hibari-kun!, de Hisashi Eguchi


Vamos a empezar hablando de un gran clásico, y por ello también la recomendación más delicada de este artículo. Stop!! Hibari-kun! fue una breve pero exitosísima serie creada por Hisashi Eguchi y publicada en nada menos que la Shonen Jump entre 1981 y 1983, recopilada en 4 tomos y con un anime de 35 episodios. Se podría decir que es la típica comedia romántica adolescente de la época, con ecos de los grandes éxitos de autores como Rumiko Takahashi o Mitsuru Adachi... Pero, en este caso, nos encontramos con una protagonista femenina trans.

Sí, estamos ante una obra de principios de los años 80, japonesa, publicada en una revista dirigida al público masculino adolescente y creada por, aparentemente, un hombre cis (ahora vamos a eso). Estas circunstancias ya nos pueden dar una idea de que, por supuesto, no es el retrato más sensible de las identidades trans. El humor ha envejecido muchísimo y no aguantaría el más mínimo escrutinio bajo la perspectiva actual, eso hay que tenerlo claro. Pero, creemos, también hay que tener en cuenta que, precisamente por ese contexto de creación, se trata de una obra pionera, enormemente valiente y atrevida en un escenario (la Shonen Jump en particular, y el Japón de los años 80 en general) en el que no existía prácticamente ninguna conversación sobre las identidades de género en el mainstream.

A pesar de sus puntos cuestionables, queremos defender que, tras los chistes apolillados, subyace una mirada amable, tierna y positiva hacia la protagonista y su identidad. Que los personajes tengan actitudes tránsfobas hacia ella, en última instancia, no significa que el manga en sí pretenda serlo. De un modo parecido a lo que hacía Tsukasa Hojo con F.Compo (si bien esta otra serie, quizá por ser posterior o por ser una comedia mucho menos absurda, tiene un tratamiento bastante más sensible de sus personajes), cae en estereotipos y algunas ranciedades propias de una comedia de enredos, pero sin mala intención.

Pero una cuestión que puede cambiar bastante nuestra forma de percibir esta obra son los comentarios que ha hecho su autor, Hisashi Eguchi, en más de una ocasión (sea en entrevistas, o incluso en los comentarios de las solapas de las nuevas ediciones del manga). Y es que ha sido bastante abierto al hablar de sus deseos de "haber nacido mujer", llegando a declarar que Hibari no fue diseñada y caracterizada como "la chica con la que me gustaría salir", sino como "la que me habría gustado ser". Quizá todo el cuestionamiento sobre las identidades y expresiones de género de la obra fueron una vía de escape para pensamientos y frustraciones personales de Eguchi. En todo caso, no nos corresponde a nosotros hablar sobre su identidad, ya que hasta la fecha no ha dicho ser otra cosa que un hombre cis. Pero estos repetidos comentarios a lo largo de los años hace que, como mínimo, nos replanteemos, como lectores, lo que encontramos en las páginas de la obra.

Actualmente tenemos la serie en publicación en España, en una edición de solo 3 tomos con las páginas a color y bitono originales recuperadas, de manos de Kimmo Editorial, que sacó en diciembre el primer tomo (y a la espera estamos de los otros dos). A pesar de sus "peros", producto mayormente de un contexto social y temporal muy diferente al nuestro, creemos que una obra de estas características, tan adelantada a su época y que se abrió paso en un entorno tan marcadamente cisheteropatriarcal (y con gran éxito), merece un lugar de honor en la historia del cómic queer.


Cocinando juntas, comiendo juntas,
de Sakaomi Yuzaki


En segundo lugar tenemos uno de los grandes éxitos en el panorama del yuri de los últimos años. Cocinando juntas, comiendo juntas, de Sakaomi Yuzaki, comenzó su andadura como webmanga en 2020, para pasar a serializarse profesionalmente en revista en 2021. Desde entonces, acumula 5 tomos (y subiendo) y su gran popularidad ha llevado a su adaptación a serie de imagen real, que cuenta ya con 2 temporadas (si ya es poco frecuente que se hagan doramas yuri en Japón, menos aún es obtener segundas temporadas, cosa que no suele suceder ni con los BL de éxito).

¿Pero de qué va todo esto? Pues esta serie es un romance muy bonito, pero que... se CUECE A FUEGO LENTO (os ha hecho gracia, va). De hecho, ni siquiera comienza como un romance, sino más bien como una historia de convivencia entre dos mujeres solitarias, cada una con su manera de ser y de pensar, que comparten una afición por la gastronomía. Una adora cocinar pero no tiene quien pruebe sus platos, y a la otra le encanta comer. Esa especie de simbiosis con la que comienza su relación se acabará convirtiendo en amistad y, poco a poco, un bonito romance.

Es un manga muy interesante para quien le guste la gastronomía japonesa y las historias costumbristas, pero aquí no hemos venido a hablar de cocina, sino del Orgullo, así que comentemos algunos motivos por los que esta obra es perfecta para este día y resuena con las personas LGTB+ a muchos niveles.

Para empezar, habla abiertamente de las relaciones sáficas y de su percepción en la sociedad japonesa, del descubrimiento de la propia sexualidad y de las diferentes formas de vivirla. La familia escogida es un tema muy presente en la obra, ya que sus protagonistas han huido de sus familias por motivos diversos y encuentran la una en la otra (y en las dos secundarias, que acaban siendo un importante apoyo) un lugar seguro. Al mismo tiempo, aprovecha para romper con algunos tópicos sobre la feminidad que se imponen en la sociedad japonesa contemporánea y que sus protagonistas se niegan a acatar.

En general es un manga bonito, que transmite paz y confort, pero que no teme mostrar una cara más dura cuando es necesario. Los tomos incluyen pequeñas advertencias antes de los capítulos en los van a tratarse temas algo más delicados para no herir la sensibilidad de los lectores, cosa que es de valorar.

Respecto a su autora, no podemos decir nada sobre la sexualidad de Sakaomi Yuzaki (si alguna vez ha comentado algo al respecto, no nos consta), pero sí podemos ver que, durante estos años, ha estado utilizando el éxito de la obra para alzarse como una activista muy vocal en materia LGTB+. Se presenta en redes sociales con iconografía queer (banderas del Orgullo y trans en su perfil de Twitter), y las utiliza para comentar y dar difusión a otros activistas. Por no decir que no son pocas las ilustraciones que comparte con los personajes de sus obras arropados con banderas del colectivo o con pancartas reivindicativas. Pero, más importante aún, ha iniciado campañas por la legalización del matrimonio igualitario en Japón, como puede ser, por ejemplo, la tienda de merchan y arte original que abrió en 2022 y cuyos beneficios se destinaron íntegramente a Marriage for All Japan. Así pues, podemos estar seguros de que, como mínimo, Sakaomi Yuzaki es una comprometida aliada.

Para terminar, muchos sabréis ya que el manga se está publicando en España de manos de Tomodomo, que, como siempre, hacen un estupendo trabajo con todo lo que editan. Han salido, hasta la fecha, 3 de los 5 tomos existentes en Japón, con el cuarto previsto para octubre. 


No soy un monstruo: La historia de un chico gay,
de Kazuki Minamoto


Y terminamos las recomendaciones de este año con un tomo único, aunque con una respetable cantidad de páginas: No soy un monstruo: La historia de un chico gay, del autor abiertamente gay Kazuki Minamoto.

En esta particular obra seguimos a un adolescente gay en el armario que, harto del bullying que sufre en el instituto y tras una decepción con un profesor del que está enamorado, desea con todas sus fuerzas ser otra persona... y entonces se convierte en un grotesco monstruo cabezón. Curiosamente, esta transformación resulta enormemente liberadora y le permite hablar abiertamente de su sexualidad y confrontar a sus acosadores. Durante el tiempo que pasa convertido en monstruo aprende a aceptarse a sí mismo, además de ayudar a otras personas por el camino.

A pesar de la premisa tan fantasiosa, el autor consigue tratar de forma amena y didáctica la realidad de la juventud queer en el Japón contemporáneo, el bullying y los problemas de autodescubrimiento y aceptación personal. Quién sabe si con alguna traza de experiencias propias. 
Como decíamos, Kazuki Minamoto es uno de los pocos mangakas abiertamente gays que encontramos fuera del ambiente específico del gay manga. Tras años de carrera dedicados sobre todo al TL, salió del armario en 2016 con la obra autobiográfica Shōjo Mangaka no Minamoto-san ga Kaminguauto Shimasu (La salida del armario del mangaka shojo Minamoto-san). Desde entonces ha creado más obras de temática queer, especialmente BL y algún otro ensayo, y ha utilizado sus redes para el activismo

Así pues, en No soy un monstruo encontramos una de esas valiosas obras realizadas por una persona perteneciente al colectivo en la que podemos aprender más sobre las perspectivas y las situaciones de personas queer en otros países. Y, aunque sea solo un tomo (de más de 250 páginas, eso sí), da bastante de sí para tratar todos estos temas con bastante precisión

En España tenemos este tomo único recientemente publicado de manos de Distrito Manga, pero el autor nos ha llegado también con otras editoriales. Los siempre cuestionables MangaLine sacaron el año pasado otro de sus tomos autobiográficos: Un gay en la treintena: Aceptando mi disfunción eréctil. Y los aún más cuestionables de Kitsune están en proceso de publicar su obra más popular y exitosa, el BL Un jefe de cuento de hadas y su empleado ¿hetero?, con un tomo publicado y el siguiente planeado para julio (pero los antecedentes de la editorial nos hacen dudar seriamente si algún día terminarán de publicar los 4 tomos de la serie). Así que, además de No soy un monstruo, tenemos, desde hace unos meses, la oportunidad de leer a Kazuki Minamoto en nuestro idioma con varias opciones, todas muy interesantes.





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Y esto vendría siendo todo por hoy... hasta aquí llega nuestro especial del Día del Orgullo de este año 2024, que esperamos que os haya gustado y, sobre todo (como siempre), os haya resultado útil para descubrir nuevas lecturas, más diversas y más enriquecedoras. Recordamos de paso que, si no los visteis en su día, también podéis encontrar otras cuantas recomendaciones más de mangas LGTB+ en los especiales de anteriores años: 2019202020212022 y 2023.

Así que poco más que añadir. Nos despedimos por ahora, no sin antes desearos un muy feliz Día del Orgullo. Y recordad: ni un paso atrás.

¡Hasta la próxima!



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