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jueves, 26 de octubre de 2017

[FINDE DE CINE] Samurai Rebellion / Godzilla 2000



¡Un saludo y bienvenidos a La Bandera de la Libertad!

Tras haber concluido hace unos días con nuestras primeras impresiones de los estrenos de la presente temporada de anime de otoño, volvemos un día más con nuestra actividad habitual y nuestra sección Finde de Cine para comentar con vosotros nuevamente las dos últimas películas japonesas que hemos visto.

Esta semana tenemos entre manos todo un clasicazo del cine nipón en general y del género chanbara (o sea, de samuráis) en particular, Samurai Rebellion. Y para acompañar, seguimos nuestro largo recorrido por la no menos larga saga del saurio radiactivo más famoso de la historia del cine de monstruos con Godzilla 2000, iniciando así la conocida como Era o Serie Millennium.

¡Vamos a ello!



Samurai Rebellion


Empezamos la entrega de esta semana por todo lo alto, con una de las películas más míticas del cine clásico japonés. Dirigida por el grandísimo Masaki Kobayashi (Harakiri, La Condición Humana) y protagonizada por dos de los más grandes actores japoneses de todos los tiempos, Toshiro Mifune (Los Siete Samuráis, Yojimbo, Rashomon, la trilogía Samurai...) y Tatsuya Nakadai (Harakiri, La Condición Humana, Ran, Kagemusha...), Samurai Rebellion (Jôi-uchi: Hairyô tsuma shimatsu) se estrenó en Japón en 1967 y, aunque haya quedado algo opacada por las otras obras maestras del director, sigue siendo considerada a día de hoy una de las mayores obras maestras del cine de samuráis.

<< En el Japón de 1725, durante una época de paz, Isaburo, un samurái veterano, miembro de un clan local, lleva una vida apacible con su hijo y su esposa. Pero un día, su honor y sus principios morales entran en abierto conflicto con los de su clan. El enfrentamiento es inevitable y tendrá inesperadas consecuencias. >>

Con esta película, Masaki Kobayashi demuestra de nuevo lo grandísimo director que fue, al menos cuando tocaba el género jidaimono (histórico), que es en el que le hemos catado hasta ahora (Harakiri, Samurai Rebellion, Kwaidan). Obviamente, cualquier comparación con su mítica obra maestra Harakiri (Seppuku) sería odiosa, ya que aquella es realmente insuperable, pero no por ello deja de ser este un soberbio filme.

Yendo al grano, Samurai Rebellion es otra gran joya del chanbara, con una dirección y una ambientación espectaculares. Sin duda una de las películas que mejor muestran la temática del honor del samurái, que tan bien se le dio a Kobayashi retratar. Y no solo eso, sino que ilustra con gran detalle y maestría la estructura familiar y jerarquías de un clan samurái de la Era Edo (concretamente a mediados del siglo XVIII), lo cual constituye el elemento fundamental sobre el que se construye la trama de la película.

Las escenas de combates también son espectaculares. No abundan, pues es una película compuesta en su gran mayoría de diálogos, silencios y escenas contemplativas, como es propio del cine más clásico nipón. Es pausada, lenta y toma mucho tiempo para desarrollar los acontecimientos (y lo hace de puta madre, hablando en plata), pero una vez llegado el clímax, Kobayashi ofrece tensas escenas de enfrentamientos katana en mano, entre las que destaca el escalofriante duelo en el monte entre los míticos Mifune y Nakadai.

Y por supuesto, no podemos dejar de destacar el plano interpretativo, pues encontramos a los dos grandes titanes del cine clásico japonés, Toshiro Mifune y Tatsuya Nakadai. Estos dos colosos del Séptimo Arte son rostros más que conocidos del género chanbara, y de hecho trabajaron juntos en varias ocasiones bajo las batutas de otros grandes directores como el mismísimo Akira Kurosawa, de quien fueron sus dos actores fetiche (junto con Takashi Shimura). Si bien en este caso el papel principal recae sobre Mifune, la presencia secundaria de Nakadai redondea de forma soberbia la película.

Samurai Rebellion es una gran obra maestra del cine. Imprescindible para todo amante del buen cine clásico, la cultura japonesa y el chanbara. Brillante.


Godzilla 2000


Semana a semana desde hace varios meses hemos estado viendo la longeva saga fílmica de Godzilla, y finalmente hemos llegado hasta la tercera fase, la Era Millennium, inaugurada con Godzilla 2000. Estrenada en 1999 como respuesta de Toho al despropósito realizado por Sony en EE.UU. un año antes con su Godzilla de Roland Emmerich, Godzilla 2000 retomaba una saga que se había dado por finalizada en la entrega anterior para reivindicar la verdadera esencia del Rey de los Monstruos, y acabó por dar lugar a toda una nueva saga que se extendería durante 6 películas. Dirigida por Takao Ogawara en su cuarta y última incursión en la franquicia (tras Godzilla vs Mothra, Mechagodzilla II y Destoroyah), esta entrega también nos permite ver en uno de los papeles protagonistas a un joven Hiroshi Abe, hoy convertido en uno de los actores más reconocidos de su generación.

<< Godzilla aparece repentinamente desde el fondo del mar y destruye ferozmente los edificios y complejos eléctricos de la ciudad. El ejército usa sus mejores armas para detenerlo, pero resulta inútil. Mientras, la Oficina de Inteligencia para la Contención de Crisis descubre un antiguo meteorito. Los materiales orgánicos del meteorito se transforman en un monstruo gigante, lo que provocará una lucha a muerte. >>

Por increíble que parezca, después de más de una veintena película hemos llegado ya a la primera entrega de la saga Millennium de Godzilla, con esta 23ª película de la franquicia. Y al igual que cuando iniciamos la Serie Heisei, teníamos unas altas expectativas ante los cambios que conllevaría este reinicio. 

Y nos encontramos con que este Godzilla 2000 difiere bastante en estructura de las primeras películas de cada etapa, estando bastante más centrada en la acción y menos en la trama y conflicto sociopolítico, aunque sin perder del todo este enfoque humano que tanto caracteriza a la saga japonesa del lagarto radiactivo.

En ese sentido, de hecho, se ve un toque algo más occidental, aunque sin llegar a dejar de lado, como comentábamos, los conflictos protagonizados por los humanos (entre los que destaca Hiroshi Abe, por entonces aún no muy conocido pero convertido actualmente en uno de los actores japoneses más conocidos en Occidente sobre todo gracias a sus trabajos con Hirokazu Koreeda). Pero al mismo tiempo también recupera la esencia de las películas tardías de la Serie Showa de la saga en las que la acción entre kaijus era parte fundamental del filme. Y eso se agradece bastante después de una Serie Heisei marcada por argumentos más elaborados y pausados.

Godzilla sufre un drástico cambio respecto a su diseño que le confiere un aspecto muchísimo más fiero que nunca, bastante distinto al de las anteriores entregas: escamas dorsales más grandes y puntiagudas, una cabeza algo mas chata, una mandíbula más grande... Este rediseño viene dado también por el hecho de que, por primera vez en toda la franquicia, la película no busca estar relacionada de ninguna manera con las anteriores (ni siquiera con la original de 1954). No se explica qué es Godzilla ni de dónde surge, porque no es necesario: Godzilla es simplemente una fuerza destructiva natural más, cuya existencia es bien conocida por todo el mundo. Simplemente está ahí y constituye una amenaza que hay que combatir, como podría ser un tornado o un terremoto.

En cuanto a los efectos especiales... el trabajo de maquetas y trajes es sobresaliente, pero el problema son los efectos digitales en 3D, los cuales son inmensamente cutres (incluso para una película de esa época). Es una lástima que decidieran hacer el OVNI y el nuevo kaiju (en su primera fase informe) de forma digital. Afortunadamente, cuando el kaiju muta y adquiere su forma definitiva ya pasa a ser un buen traje para enfrentarse a Goji.


En resumen, una buena película de Godzilla, entretenida como es habitual y con muy buena acción. Un buen comienzo para una etapa que esperamos que mejore, pero que de momento apunta maneras.






Y hasta aquí el Finde de Cine de esta semana. Esperamos que os haya interesado y que os animéis a ver las películas si no las habéis visto, y por supuesto a que compartáis vuestra opinión si sí lo habéis hecho.

¡Hasta la próxima!


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