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jueves, 24 de septiembre de 2015

[PRIMERAS IMPRESIONES] Osomatsu-Kun (1988)



Saludos a todos y bienvenidos a una nueva entrada de La Bandera de la Libertad. Retomamos hoy de nuevo la recientemente estrenada sección Primeras Impresiones del blog para hablar de uno de los más importantes clásicos del manganime de humor, la segunda adaptación animada del manga de Fujio Akatsuka, emitida entre 1988 y 1989 en Japón, Osomatsu-kun.

Siendo uno de los manganimes más queridos entre el público japonés, Osomatsu-kun recibirá una nueva versión animada planteada como secuela de la obra original para conmemorar el que habría sido el 80º aniversario de su creador. Bajo el título de Osomatsu-san, la serie se estrenará el mes próximo en Japón.

Fujio Akatsuka, el rey del humor absurdo

Nacido en Manchuria en 1935, Fujio Akatsuka se apasionó por el manga al leer Next World (1948) de Osamu Tezuka e, inspirado por el Dios del Manga, comienza a dibujar y crea su primera historia con apenas 12 años, Diamong Island.

A los 18 años, Akatsuka se traslada a Tokio y su talento consigue llamar la atención del mismísimo Shotaro Ishinomori, futuro Rey del Manga, lo que le granjea la posibilidad de entrar al círculo del Tokiwa-so, los apartamentos de alquiler en los que convivieron muchos de los más importantes autores de manga de la historia entre las décadas de los 50 y los 60, entre ellos el mismo Tezuka, Ishinomori, los Fujiko Fujio, etcétera.

A pesar de la dureza de la vida de mangaka, Fujio Akatsuka persistió en su sueño y logró finalmente su primer gran éxito en 1958 con Nama-chan. A partir de entonces, el autor consiguió hacerse un hueco en el mundo del manga convirtiéndose en el mayor abanderado de la comedia absurda, creando grandes clásicos atemporales de la cultura popular nipona como Osomatsu-kun (1962-1969) o Tensai Bakabon (1967-1976). Se le atribuye, además, la creación del género del mahou shoujo (chicas mágicas) con la saga Himitsu no Akko-Chan (1962-1965).

Por desgracia, su salud no era especialmente buena y en 2002 fue ingresado por una grave dolencia, y se dice que pasó sus últimos años, desde 2004, en estado vegetativo hasta su fallecimiento en 2008. 

En el presente año 2015, en memoria del que habría sido su 80º aniversario, se estrena en Japón un anime basado en uno de sus grandes clásicos titulado Osomatsu-san.

¿De qué trata?

La serie nos presenta a Iyami (Koneho en la versión española), un estafador de grotesca dentadura y con pocas luces que debido a sus tretas siempre sale mal parado. Sus aventuras van acompañadas de los sextillizos Osomatsu, Chibita y demás curiosos personajes que siempre dan lugar a extrañas situaciones.

Nuestra Opinión

Lo mejor y lo más destacable de Osomatsu-kun es su humor absurdo, sin sentido alguno, con situaciones que dejan a uno totalmente sorprendido por su inverosimilitud pero a la vez por su genialidad. Básicamente la forma de hacer reír de este anime es dejar al espectador con la boca abierta, y a pesar de lo extraño que suene, es efectivo, pues la serie engancha y uno no puede dejar de verla, siempre deseando ver cuánto más puede degenerar el episodio. Una fórmula diferente pero que funciona.

Los personajes son carismáticos, todos tienen algo que los hace muy característicos y el autor sabe introducirlos en el momento adecuado para rizar más el rizo y crear una situación aún más descabelladas... y justo cuando parece que el rizo no puede rizarse más... lo riza un poco más.

Visualmente el estilo es sencillo y clásico, totalmente sesentero, propio de un autor del Tokiwa-so. Personajes sin demasiado detalle pero agradables a la vista, carismáticos y con diseños divertidos y caricaturescos. Los fondos están dibujados con un estilo simple y personal, pareciendo hechos por un niño pequeño en ocasiones pero que encajan perfectamente con el estilo de la serie.

Parece mentira que una serie que no tiene ni pies ni cabeza pueda ser tan perfecta y adictiva pero así es, cada episodio tiene situaciones más extrañas que el anterior que acaban haciendo reír. Además, al ser autoconclusivos, se convierte en una serie ligera que apetece ver en cualquier momento.

Una joya del humor como pocas.


Impresión Inicial: Muy Buena

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