Páginas

lunes, 26 de junio de 2017

[FINDE DE CINE] Chasuke's Journey / Los Monstruos del Mar



¡Un saludo y bienvenidos a La Bandera de la Libertad!

Tras una semana sin la sección (aunque tuvimos reseña de Sonatine de Takeshi Kitano a cambio), volvemos con nuestros Finde de Cine, que ya están siendo toda una tradición en el blog. Y como sabéis, lo que hacemos aquí es hacer una mini reseña o comentario personal de las películas japonesas que hemos visto el fin de semana.

En esta ocasión tenemos una reciente y relativamente desconocida película, rara pero interesante, titulada Chasuke's Journey (Ten no Chasuke) y, continuando nuestro ya "institucionalizado" ciclo de Godzilla, la séptima película del kaiju más famoso de todos: Los Monstruos del Mar (Gojira, Ebirah, Mosura: Nankai no Daiketto).

¡Vamos allá!


Chasuke's Journey


Pues como comentábamos, tenemos en primer lugar hoy una película bastante reciente, estrenada en Japón en 2015 y competidora por el Oso de Oro en el Festival Internacional de Cine de Berlín de ese año. Dirigida y escrita por el actor y director Sabu (Hiroyuki Tanaka), de quien ya habíamos visto su fantástica adaptación a imagen real del manga Usagi Drop (2011). Y al igual que esta, Chasuke's Journey vuelve a estar protagonizada por Kenichi Matsuyama (Death Note, Gantz, Tokio Blues), joven y extraordinariamente versátil actor, junto al veterano Ren Osugi (habitual del cine de Kitano: Sonatine, Hana-Bi, Kids Return, Dolls; entre otros muchos papeles). Y como si estos nombres no fueran suficientes para verla, además nos encontramos con una sinopsis de lo más curiosa y llamativa, a medio camino entre la comedia y el drama sobrenatural. 

<< La historia se centra en Chas, un "ángel" que baja a la Tierra para salvar a Yuri, una chica de la que se ha enamorado pero cuyo fatídico destino ha sido escrito por los "Guionistas" del Cielo, y así poder evitar su muerte a toda costa. >>

Lo cierto es que esta película nos ha sorprendido bastante, y muy gratamente. Si decidimos verla fue, evidentemente, porque nos llamó la atención por los motivos expuestos más arriba, pero tampoco teníamos del todo claro qué podíamos esperar de ella, pues realmente parecía bastante rara (y lo es).

Es una mezcla de varios elementos que, contra todo pronóstico, encajan bastante bien: aire sobrenatural, un poco de drama, comedia (algo negra y ácida en ocasiones), una suerte de thriller y fantasía, todo en su justa medida para dar una película realmente completa y equilibrada.

Como hemos comentado, ya conocíamos al director, Sabu, por la película de Usagi Drop (que adapta la primera parte del manga, es decir, la buena, al igual que el anime, y que es incluso mejor que estos gracias a la magia especial que da la imagen real al género costumbrista), así que ya íbamos con unas ciertas esperanzas de ver algo como mínimo bueno. Y realmente nos ha vuelto a dejar con un gran sabor de boca.

También comentábamos que el otro punto decisivo habían sido sus actores. Kenichi Matsuyama ha demostrado sobradamente a su relativamente corta edad (32 años a fecha de la reseña) que es probablemente uno de los mejores y más versátiles actores jóvenes del cine japonés contemporáneo, con papeles tan diversos entre sí como el de L (Death Note), Kato (Gantz), Watanabe (Tokio Blues), Daikichi (Usagi Drop), etc. Y en esta película no iba a ser menos, y nos ofrece una gran interpretación protagonista. Acompañada además de la no menos excelente interpretación de apoyo del consagrado Shun Oguri como su compañero y ayudante.

Desde luego que no es ninguna obra maestra, pero sí es una película bastante notable, muy disfrutable, y que con su gran variedad de situaciones es capaz de hacerte reír, emocionarte, o mantenerte en tensión.

La verdad es que la recomendamos encarecidamente. Se hace muy ligera de ver y sobre todo es una película divertida, entrañable y de un estilo bastante personal (a pesar de su redomada rareza en más de una ocasión). 


Los Monstruos del Mar (Gojira, Ebirah, Mosura: Nankai no Daiketto)


Y en segundo lugar, continuando con nuestro ciclo de kaiju-eiga, es el turno de comentar Los Monstruos del Mar (Gojira, Ebirah, Mosura: Nankai no Daiketto, también conocida por sus títulos en inglés Godzilla vs the Sea Monster o Ebirah: Horror of the Deep). Estrenada en 1966, fue dirigida por Jun Fukuda, quien comenzaba así a tomar el relevo del legendario Ishiro Honda, creador del kaiju-eiga, como director de la saga, a la que Honda regresaría en pocas ocasiones más. La película cuenta en este caso con tres kaijus: la langosta gigante Ebirah, la ya habitual deidad-polilla Mothra y, cómo no, Godzilla, si bien originalmente iba a ser protagonizada por King Kong (lo cual explica ciertos fallos del filme en tanto que película de Godzilla). 

<< Una misteriosa isla ha sido colonizada por una extraña organización terrorista de tintes comunistas llamada Red Bamboo, que ha esclavizado a la población indígena y que se dedica a la fabricación de bombas atómicas. En esta isla vive la langosta gigante Ebirah, que se encarga de devorar a todos aquellos que intentan escapar del lugar, hasta que un rayo despierta a Godzilla, dormido casualmente en el interior de una gruta de la isla. >>

Hemos de decir que esta séptima película del lagarto radiactivo más famoso del cine nos ha parecido bastante inferior a las anteriores entregas, y probablemente ello se deba a que en un principio, esta no iba a estar protagonizada por Godzilla, sino por King Kong, lo cual hace que durante la película sientas que hay cosas fuera de lugar. Parece ser que la decisión de cambiar al simio (que finalmente protagonizaría King Kong Escapa al año siguiente) por el lagarto fue tomada en el último momento, sin llegar a cambiar nada del guión relacionado con el comportamiento del kaiju.

Por ejemplo, su actitud hostil hacia Mothra (cuando debería reconocerla y no atacarla, pues ya fueron aliados en el pasado), su comportamiento y movimientos algo más simiescos, su atracción hacia la protagonista humana del filme (propio de Kong), el hecho de que se cargue con electricidad como ya hizo el simio en King Kong contra Godzilla... Todo esto hace que sientas que no estás viendo realmente una película de Godzilla.

A pesar de todo ello, no estamos diciendo que sea mala, es una película de aventuras y kaijus bastante entretenida y puedes tomarla como otro enfoque de Godzilla, pero siendo realistas, no termina de cumplir en comparación con las anteriores.

Por lo demás, los efectos visuales cumplen como en las demás películas de la saga, las batallas no están nada mal (a pesar de que Godzilla se enfrenta a un rival algo falto de carisma en este caso, y es que Ebirah no deja de ser un kaiju menor de la Toho que ya solo volvería a aparecer en Final Wars) y en general se deja ver, pero con unos grandes defectos que no la dejan estar a la altura de las demás.





Y hasta aquí nuestro Finde de Cine de esta semana. Nos despedimos, como siempre, esperando que os haya gustado, que os animéis a ver las películas si no lo habéis hecho ya y que, si lo habéis hecho, compartáis vuestra opinión con nosotros.

¡Hasta la próxima!



viernes, 23 de junio de 2017

[RESEÑA CINE] Sonatine



¡Un saludo y bienvenidos a La Bandera de la Libertad!

Pues aquí estamos de nuevo, esta vez con una reseña específica de una sola película japonesa. Como habréis podido observar, la semana pasada no llegamos a hacer nuestro ya acostumbrado Finde de Cine, pero no por falta de intención. El caso es que, por problemas técnicos con la segunda película, solo pudimos llegar a ver una, de modo que ahora os traemos la reseña individual de esa película. 

Así que hoy hablaremos de Sonatine, película dirigida y protagonizada por el legendario Takeshi Kitano. Estrenada en Japón en 1993, Sonatine fue la cuarta incursión de Kitano en el cine como director y se considera hoy una de las películas más icónicas del cine de yakuzas contemporáneo.

"Beat" Takeshi Kitano

Nacido en 1947 en Adachi, Tokio, Takeshi Kitano se alza a día de hoy como uno de los mejores directores del cine japonés contemporáneo, probablemente el más reconocido internacionalmente por público y crítica en festivales de cine de todo el mundo. 

Desde muy joven abandonaría sus estudios universitarios para dedicarse al mundo del teatro independiente, donde conoció a Kiyoshi Kaneko, con quien formaría el dúo cómico de manzai Two Beats, que triunfó en todo el país entre principios de los 70 y principios de los 80. Kitano adoptaría desde entonces el sobrenombre de Beat Takeshi, que utilizaría siempre como cómico y actor (aunque no como director). Tras la disolución del dúo, Kitano continuó su carrera en solitario con su propio programa radiofónico y con el exitoso concurso televisivo Fūun! Takeshi Jō (El Castillo de Takeshi, emitido con gran éxito en España como Humor Amarillo).

Ya había realizado algunos pinitos en el cine como actor en los años 80, destacando especialmente su participación en la película de Nagisha Oshima Feliz Navidad, Mr. Lawrence (1983), protagonizada por David Bowie. Pero sería en 1989 cuando Kitano daría el salto definitivo, dirigiendo y protagonizando su ópera prima Violent Cop (Sono Otoko Kyobo ni Tsuki).

Sorprendía así a todo el mundo al cambiar su registro de la comedia ácida e histriónica al drama policial y yakuza, estilo que continuaría en los años siguientes con filmes como Boiling Point (1990) o Sonatine (1993). Estos magistrales ejercicios de yakuza-eiga, junto con otros estilos como el drama costumbrista de Escenas en el Mar (1991) o la comedia absurda de Getting Any? (1994), comenzarían a encumbrar a Kitano en su país como uno de los mejores directores del momento. 

El punto de inflexión más importante en su carrera vendría en 1994, cuando casi pierde la vida en un accidente de moto en lo que más tarde él mismo denominaría "un inconsciente intento de suicidio". Sobreviviría al accidente, pero no sin secuelas: sufriría desde entonces y de forma permanente la parálisis parcial de la mitad derecha de la cara, formando así, irónicamente, el rostro más icónico del cine japonés contemporáneo. El tono de su cine cambiaría desde entonces del mensaje autodestructivo a uno mucho más vitalista, aunque frecuentemente pesimista.

Tras su drama costumbrista y autobiográfico Kids Return (1996), llegaría en 1997 una de sus mayores obras maestras, de nuevo protagonizada por él mismo, Hana-Bi (Flores de Fuego), poético y silencioso drama que le valdría el León de Oro en el Festival de Venecia de 1998. Este filme y El Verano de Kikujiro (1999), considerada su película más personal, tierna e intimista, lograrían consagrar definitivamente a Kitano a nivel internacional.

En los años siguientes continuaría triunfando con nuevas obras de yakuzas como Brother (2000); dramas como Dolls (2002); la revisión del mítico samurái ciego con su particular versión de Zatoichi (2003); comedias dramáticas como Takeshis' (2005) o Aquiles y la Tortuga (2008); o su regreso al yakuza-eiga con la trilogía Outrage (2010-2012-2017), cuya última entrega aún no se ha estrenado en Japón.

Compagina también su labor como director con la interpretación en películas y especiales de televisión no dirigidos por él, como recientemente el filme de Wayne Wang Mientras Ellas Duermen (2015), adaptación del relato homónimo del español Javier Marías; o su reciente papel como Inspector Aramaki en la adaptación estadounidense de Ghost in the Shell (2017), cuyo fracaso ni siquiera Beat Takeshi ha podido evitar.

¿De qué trata?

El sencillo, pero muy diluido, argumento de este pausado filme se centra en Murakawa (interpretado por Kitano), un yakuza de Tokio que será enviado a Okinawa para acabar con una guerra de bandas. Cuando él y sus acompañantes son casi asesinados, se refugian en una playa donde permanecerán forjando una amistad y divirtiéndose, ajenos al cruel mundo de la yakuza.

Nuestra Opinión

Lo primero, hemos de advertir de que es una película algo "complicada". No por su profundidad o complejidad argumental, sino precisamente por todo lo contrario: su argumento es tan sutil, queda tan diluido a lo largo de las pintorescas escenas que pueblan el filme, que puede costar seguirle el hilo. Antes de darte cuenta, ha pasado media película y aún no sabes realmente lo que Kitano quiere contarte.

Y sin embargo, lo que en otro caso sería algo malo, en este caso es más bien una virtud. Sí, es difícil seguirle el ritmo a la historia, pero cuando uno se deja atrapar por la cinta, se encuentra con un gran trabajo a muchos niveles, especialmente en la dirección.

La película comienza como una más del género yakuza-eiga, presentando la situación con las bandas, los personajes y el conflicto. Hasta ahí bien, puede seguirse, y la verdad es que deja bien claro la gran capacidad de Kitano para este tipo de cine. Pero conforme va avanzando, a los pocos minutos, la película sufre un brusco cambio, convirtiéndose en una suerte costumbrismo humorístico, casi con candidez infantil por momentos. Podría incluso considerarse como una especie de prototipo de lo que más tarde veríamos en su obra maestra El Veranode Kikujiro, pero enmarcado dentro del mundo yakuza, con un tono más sobrio y con todos los personajes divirtiéndose y dando rienda suelta a sus más infantiles impulsos en la playa donde se refugian.

Es aquí donde la película toma un tono silencioso que no abandonará hasta el final, reduciendo los diálogos a su más mínima expresión, lo cual ayuda bastante a dejarse absorber por su atmósfera y por el ir y venir de escenas de lo más peculiares. Rasgo que también caracterizaría el cine de Kitano en obras magnas como Hana-Bi.

Y todo esto sin dejar del todo a un lado el estilo y temática del yakuza-eiga, algo difícil de lograr con unas situaciones tan poco "mafiosas", y que dice mucho de la maestría de Kitano. Y todo ello para terminar volviendo a centrarse en la acción entre yakuzas al final de la película, con un poderoso e intenso clímax.

En conclusión, Sonatine no es una película perfecta ni de lo mejor de Takeshi Kitano. Como hemos dicho, es considerablemente difícil seguir el hilo del argumento, por lo que es más necesario de lo que parece prestar atención para comprender lo que está pasando y el porqué de todo. Y eso en ciertos momentos puede resultar un problema para apreciarla. Pero aun con todo, sigue siendo una gran película que sabe crear una fantástica atmósfera y situaciones que atrapan al espectador.

Sin duda, sin ser de lo mejor del director, es una gran película absolutamente recomendable. Eso sí, no para todo el mundo. Es necesario saber disfrutar del cine pausado al más puro estilo japonés, pues no se trata de una película de yakuzas de acción y tiroteos al uso.


Nota Final: 7'5 [ - Buena - ]

domingo, 11 de junio de 2017

[FINDE DE CINE] El Mundo de Kanako / Los monstruos invaden la Tierra (Kaiju Daisensou)



¡Un saludo y bienvenidos a La Bandera de la Libertad!

Una semana más que se acaba, y una semana más estamos nosotros aquí con nuestra sección Finde de Cine. Y como ya sabréis los lectores habituales, en esta sección comentamos brevemente, a modo de mini reseña, las dos películas japonesas que hemos visto viernes y sábado respectivamente. 

Hoy toca hablar de El Mundo de Kanako, thriller de Tetsuya Nakashima (Confessions, Conociendo a Matsuko, Kamikaze Girls), y, cómo no podía ser de otro modo, continuamos nuestro ciclo de kaiju-eiga con la sexta película de la saga de Godzilla, titulada en España Los monstruos invaden la Tierra.

¡Comencemos!


El Mundo de Kanako


De modo que hoy empezamos con El Mundo de Kanako (Kawaki), película estrenada en Japón en 2014 y dirigida por Tetsuya Nakashima, director con fama creciente en en los últimos lustros gracias a películas como la ya reseñada Confessions, Kamikaze Girls o Conociendo a Matsuko. Thriller psicológico con tintes similares a la fantástica Confessions, aunque sin llegar a sus mismas cotas de calidad ni de fama. 

<< El argumento se centra en un ex policía alcohólico y algo irascible que emprende una búsqueda para encontrar a su desaparecida hija. Cuanto más se adentre en este misterio, más descubrirá sobre las sórdidas circunstancias que rodean la vida y desaparición de su hija. >>

Como decíamos, El Mundo de Kanako se encuentra en la misma línea que Confessions en más de un aspecto: narrativa y temática, fundamentalmente.

La narrativa, muy propia del directos por lo que hemos podido ver, se caracteriza en esta película por el uso de distintos "trucos" como cortinillas de sangre, el uso de la música en ciertas escenas de forma bastante peculiar (algo que ya veíamos en el otro filme), e incluso abrir la película con un opening estilo serie policíaca de los noventa. Hay cosas que chocan un poco en la película pero lejos de resultar anticlimáticas, le dan un toque personal a la cinta. Si bien es cierto que la narrativa y su ritmo no alcanzan la maestría de Confessions, sí que se luce bastante y consigue construir un thriller notablemente intrincado que mantiene en vilo al espectador hasta el final.

La temática es sórdida, y esto se incrementa según nos acercamos a la resolución del misterio y conforme vamos conociendo los entresijos de la vida de la joven Kanako. La trama se desarrolla alrededor de la droga y la prostitución, lo cual puede resultar estremecedor en más de una ocasión, pues la película muestra escenas bastante fuertes al espectador sin ningún tipo de pudor.  Además, el temperamental protagonista nos brindará más de una escena violenta en el proceso de búsqueda de su hija, a veces comportándose más como un ex-yakuza que como un ex-policía.

En conjunto tenemos un buen thriller, oscuro, sórdido, y cautivador, que sume al espectador en la espiral de degeneración que es ese "mundo de Kanako": cuanto más sabes sobre ella, más te escandalizas; y cuanto más te escandalizas, más quieres saber. Mantiene en tensión durante las casi 2 horas que dura.

No es ninguna obra maestra, pero sí que estamos ante una muy buena película. Recomendable, eso sí, si tienes un estómago fuerte.


Los monstruos invaden la Tierra (Kaiju Daisensou)


Y como ya adelantábamos, seguimos nuestro particular maratón semanal de kaiju-eiga, viendo esta vez la sexta película dela franquicia del lagarto radiactivo gigante Godzilla. Los Monstruos Invaden la Tierra (Kaiju Daisensou, también conocida por su título inglés Invasion of Astro-Monster) fue dirigida, una vez más, por el padre del género Ishiro Honda, y vuelve a presentar un ya habitual crossover de monstruos del universo de kaijus de Toho. En esta ocasión, serán nuevamente Godzilla y Rodan los que hagan frente a King Ghidorah, como ya harían junto con Mothra en la entrega anterior.

<< En esta película, una raza alienígena del recién descubierto Planeta X pedirá ayuda a la humanidad para detener al Monstruo Cero, una amenaza que asola su mundo que resulta ser el propio King Ghidorah. Para ello requieren la ayuda de Godzilla y Rodan, que ya le derrotaron anteriormente. Lo que no saben los humanos es que esta raza oculta más intenciones de las que parece a simple vista. >>

Bueno, como ya es costumbre, estamos ante un encuentro entre Godzilla y "más monstruos", los cuales en esta película serán el pterodáctilo Rodan y, una vez más, el destructor del espacio King Ghidorah. Mismo "elenco" que en la anterior, solo que sin la aparición de nuestra querida deidad-polilla Mothra.

Visualmente hace gala del más "hortera" retrofuturismo cincuentero (aunque sea del 65), especialmente visible en la estética de los aliens y de los cohetes espaciales. Pero entendednos: no lo decimos en un sentido negativo. Es hortera, pero tiene un encanto único que solo puede verse en este tipo de filmes. Su estética es bastante interesante si la ves con los ojos adecuados y sin caer en el presentismo.

Las batallas son algo más abundantes que en otras películas, y aunque Godzilla y Rodan no han cambiado mucho con respecto a la anterior, sí que se aprecia que King Ghidorah está más trabajado, con movimiento más fluido y menos caótico que en la anterior (en la que las cabezas parecían ir cada una por su lado), lo cual siempre es de agradecer.

Sin embargo, creemos que el mayor defecto de esta película es su falta de originalidad. No difiere demasiado de la película inmediatamente anterior (amenaza del mismo kaiju, defensa a cargo de los mismos kaijus aunque sin Mothra), y eso la hace un pelín repetitiva, aunque totalmente disfrutable para los fans de este género genuinamente japonés. A nosotros desde luego nos ha gustado bastante.

Muy entretenida y con encanto clásico. Como siempre, Godzilla no decepciona.





Y hasta aquí nuestro Finde de Cine de esta semana. Nos despedimos, como siempre, esperando que os haya gustado, que os animéis a ver las películas si no lo habéis hecho ya y que, si lo habéis hecho, compartáis vuestra opinión con nosotros.

¡Hasta la próxima!



domingo, 4 de junio de 2017

[FINDE DE CINE] El Club del Suicidio / Ghidorah, el dragón de tres cabezas



¡Un saludo y bienvenidos a La Bandera de la Libertad!

Aquí estamos una vez más, una semana más con nuestra nueva (ya no tan nueva xD) sección Finde de Cine, en la que, como ya sabréis, hablamos un poco de las dos películas japonesas que hemos visto en el fin de semana, comentándolas y recomendándolas (o no) para que os animéis a verlas. 

En este caso hablaremos de la polémica El Club del Suicidio y, continuando nuestro ciclo de kaiju-eiga, llega el turno de Ghidorah, el dragón de tres cabezas (o dicho de manera simple, la quinta película de la franquicia de Godzilla). 

Comencemos:

El Club del Suicidio


Así pues, hoy tenemos para empezar una película que fue fuertemente polémica en su día, El Club del Suicidio (Jisatsu Circle), dirigida por el no menos controvertido director Sion Sono y estrenada en 2002 en Japón. Hacía un tiempo ya que queríamos ver alguna cosa de este famoso (o infame) enfant terrible del cine japonés contemporáneo, y probablemente esta sea la obra más acertada para comenzar, pues es la que más ha impactado internacionalmente de su filmografía. El único contacto que teníamos con su mundo previamente era la adaptación al manga encargada a Usamaru Furuya, pero que es una adaptación totalmente libre que tan solo conserva la premisa.

<< La cinta se centra en una investigación policial alrededor de un caso de suicidio colectivo en el que 54 colegialas se lanzaron a las vías del metro en Tokio. Este hecho provocará una gran proliferación de suicidios por todo el país. >>

Lo primero que queremos dejar claro es que no podemos dar una opinión completa ya que, según parece, los sucesos de El Club del Suicidio se complementan con su secuela (Noriko's Dinner Table), que parece ser necesaria para comprender plenamente el extraño argumento de la primera. Pero con solo ver esta, sí que nos ha quedado lo suficientemente claro que Sion Sono no tiene fama de polémico por casualidad.

La película cuenta con numerosas escenas sangrientas y exageradas que dejan en shock (a algunos de risa por la exageración, pero creemos que es conveniente intentar ver más allá de la cutrez para encontrarse con la críptica mente del director cara a cara). Sono no se corta lo más mínimo a la hora de mostrar sangre, suicidios, escenas esperpénticas, abusos sexuales... a veces, incluso, con un extraño sentido del humor (o quizá con un tono de sátira y sarcasmo).

Es un buen thriller (aunque la catalgación de esta película es complicada) que sabe crear tensión y atrapar con su caso, pero como hemos dicho, es difícil de comprender, al menos sin ver su secuela, por lo que nuestra opinión no es la mejor posible para decidir si ver o no esta película.

Lo que queda patente tras su visionado, siempre y cuando se pase la mencionada barrera de la exageración, los litros de sangre y la cutrez de los efectos especiales, es que Sion Sono busca hacer una feroz crítica a su sociedad en una suerte de sátira en la que habla de la influenciabilidad de la juventud, el problema endémico que son los suicidios en Japón, la soledad, la psique humana... Realmente el contenido de esta película puede ser analizado a muchos más niveles de lo que parece a simple vista.

Nosotros recomendamos verla y juzgar por uno mismo. Desde luego consigue su cometido: es provocativa, rara, y aseguramos que no dejará a nadie indiferente. Nosotros aún estamos asimilando lo que hemos visto.


Ghidorah, el dragón de tres cabezas


Y en segundo lugar, en nuestro ciclo kaiju-eiga, hoy hablamos de Ghidorah, el dragón de tres cabezas (San daikaijû: Chikyû saidai no kessen, también conocida en inglés como Ghidorah, the Three-headed Monster). Nuevamente dirigida por Ishiro Honda, padre del género, esta película de 1964 supone la quinta aparición cinematográfica del icónico lagarto radiactivo Godzilla, pero también recupera a Mothra (que protagonizó su propio filme y la cuarta entrega de Godzilla) y a Rodan (presentado también en su propia película individual de 1956). Primera película de la saga con tantos kaiju a la vez, y presentando al legendario Destructor de Civilizaciones, Ghidorah

<< Tras la llegada de un gran meteorito a la Tierra, una princesa de un pequeño reino es poseída por una habitante de Júpiter, que tiene el objetivo de advertir a los humanos de la llegada al planeta de King Ghidorah, el destructor de civilizaciones del espacio, que ya ha acabado con la vida en su planeta. 
Para hacerle frente, el gobierno japonés se pone en contacto con las sacerdotisas de la Isla Infant para solicitar la ayuda de Mothra, que ya les salvó en el pasado de la amenaza de Godzilla. Pero Ghidorah es demasiado poderoso para ella sola, de modo que Mothra convence al mismísimo Godzilla y a Rodan, recién despertado de su letargo por el meteorito, para que la ayuden a derrotar al poderoso monstruo del espacio. >>

Y aquí es donde empieza ya plenamente la burrada que es el universo de kaijus de Toho (porque los "universos cinematográficos" ya existían mucho antes de Marvel), y es que no hay más que pensar en la premisa para saber que estamos ante una película que nos ofrecerá unas buenas dosis de acción de monstruos: un dinosaurio radiactivo, una polilla gigante (si bien Mothra no llega a metamorfosearse en esta película, quedando en estado larvario todo el tiempo) y un pterodáctilo se enfrentan a un dragón espacial de tres cabezas. Ahí es nada.

Lo cierto es que, entre las mejoras en los efectos visuales y la variedad de criaturas que aparecen, esta película se convierte probablemente en la más trepidante de la saga hasta el momento. Ver a Ghidorah por primera vez en pantalla destruyéndolo todo a su paso es impresionante, y aunque ha envejecido por razones obvias, no deja de maravillar ver lo que hacían en esa época con tan solo trajes y marionetas.

En este caso, todo hay que decirlo, la acción propiamente dicha entre los cuatro se ve retrasada hasta los últimos compases de la película, pero se suple con la interesante trama del meteorito, la resurrección de Rodan, el resurgimiento de Godzilla de los mares, la pelea entre ambos antes de la intervención de Mothra, la llegada de Ghidorah... Todo ello consigue que se respire tensión durante todo el metraje, pues es evidente que una fuerte amenaza se cierne sobre la Tierra.

De este modo, estamos ante la primera película en la que Godzilla pasa a ser el defensor de la Tierra, convencido por Mothra, para hacer frente a una amenaza mucho mayor, una característica que acabaría definiendo el género.

Recomendamos también ver previamente la película Rodan, el gran monstruo volador (llamada Los hijos del volcán en España) de 1956 para conocer al pterodáctilo y su historia. Y del mismo modo, no solo es recomendable, sino necesario, ver Mothra vs Godzilla (y por tanto, Mothra de 1961), pues esta película es la que más claramente referencia a su antecesora (tanto por los personajes que repiten como por frases explícitas sobre lo sucedido en ella).

No hay mucho más que decir, salvo que es un gustazo ver a cuatro kaijus en pantalla pelear a la vez. Impresionante.





Y hasta aquí nuestro Finde de Cine de esta semana. Nos despedimos, como siempre, esperando que os haya gustado, que os animéis a ver las películas si no lo habéis hecho ya y que, si lo habéis hecho, compartáis vuestra opinión con nosotros.

¡Hasta la próxima!