jueves, 23 de febrero de 2017

[Grandes Autores] Mamoru Hosoda



¡Un saludo y bienvenidos a La Bandera de la Libertad!

Después de casi un año de publicar la primera entrega de nuestra sección Grandes Autores, dedicada al gran maestro Satoshi Kon, por fin hemos decidido retomarla con un segundo artículo, que vuelve a versar sobre un director de animación. Concretamente, como podéis ver, hoy queremos hablar de Mamoru Hosoda, uno de los directores japoneses de animación más destacados del panorama contemporáneo, que en los últimos años se ha alzado como una de las grandes promesas de futuro del medio gracias a sus 4 películas originales hasta la fecha. 

Recordamos que la estructura de esta sección consiste, básicamente, en presentar una pequeña biografía del autor en cuestión, comentando su trayectoria profesional y sus obras, seguida de unos breves comentarios, a modo de "micro-reseña", de sus creaciones más destacadas (o de todas ellas en caso de ser un autor con una producción poco extensa).

Mamoru Hosoda, joven promesa

Mamoru Hosoda, nacido el 19 de septiembre de 1967 en Kamiichi (prefectura de Toyama), se ha destacado en los últimos años como uno de los directores de animación más prometedores de la industria japonesa contemporánea.

Al ver en su infancia la película Lupin III: El Castillo de Cagliostro (1979), dirigida por Hayao Miyazaki y basada en la famosa obra de Monkey Punch, el joven Mamoru Hosoda empezó a ver claramente su futuro en el mundo de la animación. Así, se acabaría graduando en la Universidad de Artes de Kanazawa, tras lo cual haría un primer intento de trabajar para el Estudio Ghibli, donde podría encontrarse con su admirado Miyazaki. No obstante, Hosoda fue rechazado, por lo que finalmente entraría a formar parte de Toei Animation en 1991.

En Toei, Hosoda realizaría sus primeros trabajos como animador y en otros puestos menores de la producción en varias series del estudio, como Dragon Ball, Sailor Moon o Digimon Adventure. Concretamente, comenzaría a llamar la atención con su muy remarcable trabajo en la dirección de las dos primeras películas de esta última franquicia, Digimon Adventure: The Movie (1999) y Digimon Adventure: Bokura no War Game (2000).

Sería de este modo como finalmente el prestigioso Estudio Ghibli le buscaría para que se hiciera cargo de la adaptación animada de la novela europea El Castillo Ambulante. No obstante, la pretendida autosuficiencia de Hosoda le saldría cara al no querer pedir ayuda para la realización del storyboard, lo que le llevó a no ser capaz de cumplir los plazos de entrega. A causa de este error de soberbia, Ghibli prescindió de él, siendo finalmente el propio Hayao Miyazaki quien se haría cargo del proyecto.

Creyendo que su carrera estaba acabada y que ningún estudio volvería a confiar en él tras su fracaso con GhibliHosoda regresó a Toei Animation, resignado a continuar el resto de su vida haciendo los trabajos menores que había ido desempeñando en la producción de grandes franquicias. Pero sería gracias a este regreso, con la dirección del episodio 40 de la serie Magical DoReMi, que el director volvería a llamar la atención, en esta ocasión del mismísimo Masao Maruyama, legendario productor de animación, responsable de muchas de las mayores obras maestras de la animación nipona, descubridor de múltiples diamantes en bruto y cofundador del estudio MADHOUSE (del que posteriormente se marcharía para fundar MAPPA).

Gracias al patronazgo de MaruyamaHosoda consiguió la oportunidad que tanto esperaba y que le lanzaría al estrellato: la dirección de la película La Chica que Saltaba a Través del Tiempo (Toki wo Kakeru Shojo), en 2006. Esta película, junto con Summer Wars en 2009 y Wolf Children (Ookami Kodomo no Ame to Yuki) en 2012, convertirían a Mamoru Hosoda en uno de los directores más prestigiosos de la actualidad. Su última película hasta la fecha, El Niño y la Bestia (Bakemono no Ko), estrenada en 2015 en Japón, batió sus propios récords en taquilla, convirtiéndose rápidamente en el filme que le garantizó a Hosoda la consideración internacional de "genio de la animación", de la que goza hoy en día, establecido ya como todo un referente y con millones de ojos puestos en su prometedora futura trayectoria profesional.

Obra de Mamoru Hosoda: Películas

Digimon Adventure / Bokura no War Game (1999/2000)


Nos encontramos aquí ante los dos primeros trabajos como director de Mamoru Hosoda, que son estas dos películas de Digimon Adventure producidas por Toei Animation: Digimon Adventure: The Movie y Digimon Adventure: Bokura no War Game (ambas lanzadas en Occidente como Digimon: La Película en una versión editada que unía estas dos y la primera película de Digimon Adventure 02 en un solo metraje).

En la primera de ellas, un breve filme de unos poco más de media hora, se narra el primer encuentro de Tai y Kari (así como de los demás Niños Elegidos) con un digimon durante su infancia; mientras que en la segunda, Bokura no War Game (Nuestro Juego de Guerra), presenciamos el ataque de un digimon maligno, Diaboromon, a Internet, causando una catástrofe a escala global, en una aventure que sirve como secuela de la serie original y en la que se introdujo por primera vez a Omnimon (Omegamon en japonés). 

Estas películas son principalmente las que le dieron a conocer y, además, ya se pueden apreciar en ellas diversas facetas a las que daría rienda suelta en sus futuros proyectos independientes, como la importancia de la familia y el amor fraternal, o las nuevas tecnologías e Internet. El estilo de animación y los diseños de personajes en ambos filmes ya adelantan la personalidad propia que Hosoda acabaría imprimiendo a sus proyectos animados, y notaremos especialmente la influencia de Bokura no War Game, a todos los niveles, en su segunda película independiente.

La Chica que Saltaba a Través del Tiempo (2006)



<< ¿Qué harías si pudieras dar marcha atrás en el tiempo? Esta es la pregunta que se hace Makoto Konno, una muchacha normal y corriente, cuando un buen día descubre que posee la habilidad de saltar literalmente a través del tiempo. Gracias a este don, Makoto puede hacer lo que quiera: evitar los accidentes, repetir los exámenes tantas veces como quiera, comer sus platos favoritos hasta hartarse, ayudar a sus compañeros con sus primeros amores… Pero muy pronto descubre que todo está interconectado y que sus actos, por bienintencionados que sean, pueden llegar a tener consecuencias nefastas en las vidas de aquellos que la rodean. Cambiar el pasado puede ser un don muy peligroso, especialmente cuando se tiene que aprender a vivir sin él... >>
Punto de inflexión decisivo en su carrera, La Chica que Saltaba a Través del Tiempo (Toki wo Kakeru Shoujo) fue su primera película independiente, gracias al patronazgo del productor Masao Maruyama

Más concretamente, la película constituye una especie de secuela de la novela del mismo título del novelista Yasutaka Tsutui (también autor de Paprika, novela adaptada por Satoshi Kon a la animación), cuya protagonista pasa a ser la misteriosa tía de la protagonista de la película.

Con esta película, Hosoda pudo por fin mostrar su talento y todo lo que era capaz, se trata de una joya emotiva y divertida, con una animación excelente que caracteriza todos sus trabajos y una historia de amor y madurez. Una de sus mejores películas hasta la fecha y a la cual se le debe que Hosoda sea hoy en día considerado uno de los mejores directores de animación actuales.


Summer Wars (2006)



<< ¡Bienvenidos al mundo de OZ, la mayor red social de Internet! Conectándose a través de un ordenador, una televisión o un teléfono, millones de personas se introducen en este mundo virtual y adoptan la forma de avatares para llevar una nueva vida más allá de los límites de la realidad. Kenji es un estudiante tímido y superdotado en matemáticas que trabaja a tiempo parcial como técnico de mantenimiento de OZ. Para su sorpresa, Natsuki, la chica de sus sueños, le invita a pasar el verano junto a ella y su tradicional familia en su pueblo natal: Nagano. Pero cuando un virus ataca OZ desencadenando una catástrofe a escala mundial, Kenji y todo el clan Jinnouchi inician una verdadera cruzada familiar para salvar al mundo virtual y a sus habitantes. >>
Su siguiente película, Summer Wars, trata unos temas distintos y de forma diferente a su primera producción independiente. No pierde esa emotividad que lo caracteriza, pero queda en un segundo plano, pues esta película está más eminentemente centrada en la acción y la lucha contra el programa informático que hace de villano en la historia.

Como hemos adelantado unos párrafos más arriba, Summer Wars presenta además muchas similitudes (por no decir que es un calco) con Bokura no War Game, en argumento y, sobre todo, en diseños. No obstante, esta es superior tanto en animación como en historia, sus personajes quedan mejor definidos al ser una película que no depende de una serie para sostenerse, además de que Hosoda pudo trabajar más libremente en esta película, lo cual nos terminó brindando una buena película, que si bien es la peor de su obra independiente, sigue siendo una gran cinta, prueba del talento de un director virtuoso.


Wolf Children (2012)



<< Hana, estudiante universitaria, se enamora de un compañero de clase con el que comienza una vida en común y con el que trae al mundo a Yuki, nacida en un día nevado, y a Ame, nacido en un día lluvioso. Tras la desaparición del padre, Hana trata de vivir discretamente con los pequeños en un rincón de la ciudad. Sus vidas son simples y felices, pero esconden un secreto: su padre era un hombre lobo. Hana no tarda en descubrir que criar a dos niños lobo no es fácil y decide abandonar la ciudad para criar a sus hijos lejos de las miradas indiscretas en una granja en plena naturaleza a las afueras de un pueblo. Allí, espera que la hiperactiva Yuki y el temeroso Ame puedan encontrarse a sí mismos y decidir si quieren llevar una vida de humanos o de lobos... >>
Probablemente su película más famosa y mejor considerada hasta la fecha. Una historia dramática, pero a la vez tierna y entrañable sobre la familia, la madurez, y los esfuerzos de una madre por criar, proteger, y asimilar la "partida del nido" de sus hijos.

Aquí Hosoda hizo un gran trabajo de dirección que le llevó a superar todos sus anteriores trabajos, ganándose por primera vez de manera decisiva la atención de todo el mundo occidental, al que cautivó con esta tierna historia. 

La historia se centra en Hana, una estudiante que se enamora de un chico misterioso, el cual resulta ser un hombre lobo. Hana y él terminan yéndose a vivir juntos y teniendo dos hijos, y a pesar de las diferencias eran felices, pero al morir él, se queda sola cuidando de dos niños diferentes, medio humanos y medio lobos. Hana tendrá que aprender a criarlos, ocultar su secreto, y finalmente apoyarlos cuando en su madurez decidan que camino seguir.

No hay mucho más que decir, se trata de una joya de la animación, una película maravillosa y totalmente recomendable para todo el mundo. Otra película en la cual Hosoda usaba la familia como temática principal.


El Niño y la Bestia (2015)



<< Kyuta es un niño solitario que vive en Tokio y Kumatetsu es una criatura sobrenatural aislada en un mundo imaginario. Un día el niño cruza la frontera al mundo imaginario y entabla amistad con Kumatetsu, que se convierte en su amigo y guía espiritual. Este encuentro los llevará a multitud de aventuras. >>
Su cuarta y última película original hasta la fecha, El Niño y la Bestia (Bakemono no Ko), ha sido la más exitosa a nivel internacional de toda su carrera, gracias al éxito cosechado por el director con sus filmes anteriores y, sobre todo, a la buena acogida de público y crítica en festivales internacionales de cine, en los que se ha tildado la película de obra maestra de animación.

La película está protagonizada por Kyuta, un niño que tras perder a sus padres, huye a un mundo habitado por bestias y monstruos. Allí conocerá a Kumatetsu, uno de los candidatos favoritos para ser el futuro patriarca de su pueblo, quien lo aceptará como discípulo y empezará a entrenarle, forjándose entre ellos una profunda relación paternofilial.

La película junta todo lo bueno que tenían las anteriores: la acción y aventura de Summer Wars, y el drama entrañable e intenso de La Chica que Saltaba a Través del Tiempo y Wolf Children, y lo mejora, creando así una película maravillosa, con escenas impresionantes, un trabajo de animación sublime, y una historia que es capaz de tocar el corazón de forma que pocos directores son capaces de lograr.

A nivel de producción animada, nos encontramos aquí la creación más redonda de un director que, sin ninguna duda, seguirá ofreciéndonos grandes obras maestras en los próximos años. 








Y de este modo llegamos al final de nuestra segunda entrega de la sección Grandes Autores dedicada a este gran director. Esperamos que os haya gustado y nos vemos próximamente con más artículos, seguramente también de esta misma sección, que no se hará esperar tanto como en esta ocasión.

¡Hasta la próxima!


sábado, 11 de febrero de 2017

Fallece Jiro Taniguchi, maestro del costumbrismo



Saludos a todo el mundo.

Una vez más, os damos tristemente la bienvenida a La Bandera de la Libertad. Desearíamos no tener que estar escribiendo estas líneas, pero no hay más remedio... Hoy, sábado 11 de febrero de 2017, ha fallecido Jiro Taniguchi a la edad de 69 años.

Hace apenas unas pocas horas que se ha conocido la noticia, y nosotros, que nos acabamos de enterar, estamos absolutamente sin palabras. Creo que hablamos por todos cuando afirmamos que ni nos imaginábamos que algo así pudiera suceder, dada la edad del maestro. No, no era ningún chaval, pero 69 años no son tantos en un país con una esperanza de vida tan dilatada como Japón.

Por ahora, ningún medio parece haber dado detalles de la causa de la muerte, por lo que parece haber sido por causas naturales, pues no se menciona ningún accidente ni se conoce ninguna enfermedad contra la que estuviera luchando. Simplemente ha sucedido demasiado pronto.


Los lectores habituales del blog sabréis ya que somos grandes admiradores del trabajo de Jiro Taniguchi, muy especialmente de sus obras de vertiente costumbrista, género en el que el maestro demostró ser el número uno. 

En La Bandera de la Libertad podéis leer nuestras reseñas de dos de sus más grandes obras maestras, El Almanaque de mi Padre y Barrio Lejano

Jiro Taniguchi: sensibilidad y costumbrismo

Jiro Taniguchi, nacido en 1947, fue uno de los más importantes autores de manga de corte intimista y adulto, y uno de los más reconocidos por el público occidental ajeno al mundo del cómic japonés.

Impulsado hacia el arte del manga por la corriente del gekiga a través de revistas como Garo y autores como Yoshihiro TatsumiTaniguchi se trasladaba a Tokio en 1969 para comenzar su trayectoria profesional, inicialmente como asistente de mangakas como Kyuta Ishikawa y Kazuo Kamimura, hasta su debut en 1972 con Kareta Heya.

A lo largo de la década de los 70, Taniguchi dibujaría gran cantidad de obras a partir de las historias de otros guionistas, entre los que destaca Natsuo Sekikawa, con quien crearía, entre 1987 y 1997, la obra que constituiría el punto de inflexión más importante de su carrera: La Época de Botchan (Botchan no Jidai), en la que, inspirados por la celebérrima novela de Natsume Soseki Botchan (una de las más importantes de la literatura japonesa del siglo XX), ambos autores abocetan un delicado retrato de los últimos años de la Era Meiji (1868-1912). Esta obra le valdría a Taniguchi más de un premio, entre los que cabe señalar el Gran Premio Cultural Osamu Tezuka en 1998.

De manera simultánea a la publicación de La Época de BotchanTaniguchi empieza a destacar con la publicación de numerosas obras de corta extensión y tono costumbrista e intimista, como El Caminante (Aruku Hito) o Tierra de Sueños (Inu o Kau). Entre ellas, sobresaldrían especialmente El Almanaque de mi Padre (Chichi no Koyomi, 1994) y Barrio Lejano (Haruka na Machi e, 1998), en las que reflexiona sobre el retorno a tiempos pasados y la reconciliación con uno mismo.
Desde entonces, Taniguchi alternaría la creación de este tipo de obras con otras de temática naturalista y aventurera, como SetonLa Cumbre de los Dioses (Kamigami no Itadaki) o Blanco (Blanca).

Especialmente admirado en Francia, Jiro Taniguchi se convertiría en uno de los principales representantes japoneses del movimiento artístico de la nouvelle manga, liderado por el historietista francés Frédéric Boilet, y que busca la combinación de las formas artísticas y narrativas propias del manga y la bande desinée (cómic franco-belga).





Destrozados por la noticia, despedimos aquí nuestro humilde obituario en honor al maestro Taniguchi. Y como en ocasiones anteriores, deseamos fervientemente no vernos obligados a volver a publicar una entrada de esta naturaleza en un largo tiempo.

Hasta siempre, sensei. Gracias.


jueves, 9 de febrero de 2017

[RESEÑA MANGA] Adolf



¡Un saludo y bienvenidos a La Bandera de la Libertad!

Como algunos quizá sepáis ya, hoy 9 de febrero se conmemora el 28º aniversario de la muerte de Osamu Tezuka, Dios del Manga, que muriera allá por 1989, víctima de un cáncer de estómago a los 60 años de edad. Toda una gran pérdida para el mundo del manga, demasiado temprana, y que llevó poco después a que Japón instaurara este día como el Día del Manga en honor del maestro.

Desde La Bandera de la Libertad hemos queremos honrar también la memoria del gran maestro reseñando una de sus obras, concretamente la que más éxito ha recaudado a lo largo y ancho del planeta (probablemente por su temática más occidental), y que aún no habíamos reseñado. Como es evidente, hablaremos de Adolf (Adolf ni Tsugu), publicada originalmente en Japón entre 1982 y 1985, y editada a día de hoy en múltiples idiomas y en diferentes ediciones. En España la encontramos de manos de Planeta Cómic, actualmente en su tercera edición en dos tomos de tapa dura en cofre.

Osamu Tezuka, Dios del Manga

Osamu Tezuka, nacido en Osaka en 1928 y fallecido en Tokio en 1989, se alzaría como el gran revolucionario del cómic y de la animación japoneses, en tanto que creador del manganime moderno, convirtiéndose así en el autor más importante de la historia del cómic nipón. Es por ello que acabaría recibiendo la consideración de "Dios del Manga".

Influido desde su infancia por la propia afición de su padre al manga, las obras teatrales de Takarazuka y, sobre todo, por el cine, especialmente por la animación de Walt DisneyTezuka debutó profesionalmente en 1946 con Maa-chan no Nikki Choo (El Diario de Maa-chan), un yonkoma manga (tiras cómicas de cuatro viñetas), pero sería al año siguiente, en 1947, cuando publicaría la obra que cambiaría para siempre el curso de la historia del mangaLa Nueva Isla del Tesoro (Shintakarajima), el primer manga argumental, es decir, es el primer cómic japonés que narraba una historia larga y con argumento, más allá de las simples tiras cómicas, en el que el autor ponía en práctica las técnicas cinematográficas aplicadas al dibujo, por oposición a las escenas de plano largo y estáticas. La Nueva Isla del Tesoro se convertiría en todo un best-seller de manera inmediata, y decenas de grandes autores posteriores (como Shotaro IshinomoriRey del Manga) confesarían abiertamente haber tomado la decisión de dibujar manga a raíz de su lectura en su infancia.


Desde ese momento, el jovencísimo Tezuka decide dedicarse profesionalmente al manga, aunque aun así continuaría su estudios universitarios hasta doctorarse en Medicina, profesión que no llegó a ejercer, pero cuyos conocimientos le servirían para crear múltiples obras. De esta primera época del autor podemos destacar obras como la comúnmente llamada "Trilogía de Ciencia-Ficción", compuesta por Lost World (1948), Metropolis (1949) y Next World (1951). Encontramos asimismo grandes clásicos como Astro Boy (Tetsuwa Atom, 1952-1968), su obra más icónica, o Jungle Taitei (El Emperador de la Jungla, conocida como Kimba, el León Blanco en Occidente, 1950-1954).

Entre 1953 y 1956, Osamu Tezuka marcó un nuevo hito en la historia del manga al publicar el primer shojo argumental de la historiaLa Princesa Caballero (Ribbon no Kishi) en la revista Shojo Club, aunque generalmente sería más conocido el remake que el propio autor realizó en los años 60, publicado en la revista Nakayoshi.
En 1954 llegarían las primeras versiones de la que Tezuka consideró siempre la obra de su vidaFénix (Hi no Tori), que podría empezar a publicar de forma más constante y firme desde 1967 y que continuaría hasta el día de su muerte, habiendo acabado unos meses antes el último arco argumental iniciado, aunque sin poder concluir el conjunto de la obra como él deseaba.

En la década de los 60, tras fundar el estudio Mushi ProductionsTezuka se dedicó en cuerpo y alma a la animación, aunque sin abandonar el manga, como había sido su sueño desde pequeño (convertirse en el "Walt Disney japonés"). Así, en 1963 se estrenaba en la televisión japonesa la primera serie de animación de ritmo semanal con capítulos de 24 minutos de duración, formato que se estandarizaría hasta el día de hoy: la adaptación de su Astro Boy.

A finales de la década de los 60, y sobre todo a partir de la quiebra de Mushi Pro. en 1973, Tezuka claudicó en su feroz oposición al manga para adultos que estaban creando algunos de sus antiguos discípulos (el gekiga), fundando la revista COM (la más representativa de la corriente gekiga junto con la Garo) y comenzando la publicación de sus primeras grandes obras adultas y oscuras, como Oda a Kirihito (Kirihito Sanka, 1970-71), Alabaster (1970-71), Ayako (1972-73) o El Libro de los Insectos Humanos (Ningen Konchuuki, 1970-71).

Tras un periodo en que su popularidad comenzaba a decaer, Tezuka dio un golpe de efecto con Black Jack (1973-1983), una obra que inicialmente sería una mini-serie de 5 capítulos como "última oportunidad", pero con la que el inigualable autor demostraría que aún tenía mucho que decir y que se convertiría inmediatamente en una de sus obras más populares y exitosas. Así, renaciendo de sus cenizas como su Fénix -aunque nunca estuvo realmente muerto como autor-, Tezuka comenzaba la que generalmente se considera su época dorada, dibujando algunas de sus mayores obras maestras, como Buda (Buddha, 1972-1983), MW (1976-1978) o Adolf (Adolf ni Tsugu, 1983-1985).

Convertido en el indiscutible Dios del Manga y con unas 150.000 páginas dibujadas y varias decenas de obras de animación producidas, Osamu Tezuka fallecía en febrero de 1989, víctima de un cáncer de estómago, dejando inconclusas GringoNeo Faust y Ludwig B., además de los arcos aún no iniciados de Fénix.

¿De qué trata?

Ambientada durante la II Guerra Mundial, la obra narra las historias entrelazadas de 3 personas unidas por el destino y por su nombre en común: Adolf Kamil, descendiente de un matrimonio judío alemán exiliado en la ciudad japonesa de Kobe, Adolf Kauffman, hijo del embajador alemán en Kobe, y el mismísimo Adolf Hitler, quien no necesita más presentación.

El argumento se desarrolla alrededor del descubrimiento por parte del periodista japonés Sohei Toge, destinado en Berlín para cubrir los Juegos Olímpicos de 1936, de unos documentos que prueban las raíces judías de Hitler y que, de salir a la luz, estremecerían las bases del Tercer Reich.

Nuestra Opinión

Bueno, pues qué decir de Adolf que no se haya dicho ya... sin duda se trata de una de las mejores obras del Dios del Manga, además de una de las mas conocidas de su etapa oscura.

Es bien sabido que la obra adulta de Tezuka se suele centrar en mostrar las más negativas facetas del ser humano, y Adolf no es ninguna excepción, enmarcándose además en uno de los acontecimientos más horribles de la historia reciente de la humanidad, el Holocausto nazi, que se presta perfectamente a la historia dramática que el maestro necesitaba narrar. 

Argumentalmente, este manga constituye una de las obras más complejas y elaboradas de Osamu Tezuka en su plena madurez como mangaka, pues nos presenta un thriller político de brillante escritura, con grandes personajes (incluidos, como no podía ser de otro modo, algunos de sus personajes-actores de su famoso star-system, magistralmente adaptados al tono adulto de la obra, como Lamp o Shunsaku Ban/Higeoyaji) bien construidos y perfectamente desarrollados. A destacar especialmente Kamil y Kauffman y la relación entre ambos, una relación que pasa de la amistad al odio y al deseo de venganza a lo largo de los múltiples años que abarca la trama, influenciada no solo por la distancia física, sino también por la ideológica, por las circunstancias que hacen tan diferente la vida de un niño de "raza aria" y un niño judío en aquella época y contexto. Sin duda uno de los puntos más interesantes de la obra.

Destaca en el desarrollo del argumento, además, el gran rigor histórico del que hace gala Tezuka, que se documentaría a conciencia a la hora de crear la ambientación y los acontecimientos históricos reales que refleja.

En lo que se refiere al arte, se puede destacar el gran dibujo del maestro en su última etapa, con unos personajes físicamente muy expresivos, pero conservando ligeramente su clásico estilo de formas más redondeadas, y con una mayor contención en lo caricaturesco que en otras obras de tono más laxo. Además, en más de una ocasión, los soberbios diseños de página de las que goza toda la obra han sido utilizadas como referentes en el arte de la distribución de página. 

Adolf es una obra profunda, un cómic totalmente dirigido al público adulto que encantará no solo a aquellos interesados en la II Guerra Mundial, sino también a aquellos que, sin importarles la antigüedad de una obra (como debe ser), busquen un thriller político de magistral desarrollo. Sin duda, una obra maestra.

Nota Final: 10 [ - Imprescindible - ]